Sofía Tuyaré, integrante del Departamento de Consultoría de Carle & Andrioli
Uruguay confirma el crecimiento este año, sin embargo, los riesgos persisten. Se proyecta para el año que viene que la economía continúe en la senda de expansión.
El 2022 estuvo marcado por un nuevo escenario internacional: la guerra en Ucrania, presiones inflacionarias, el fin de emergencia sanitaria -y con eso el retorno a la normalidad de actividades que aún tenían restricciones en algunos países-, además de desaceleración económica en algunas economías.
Uruguay comenzó el año en la senda de crecimiento, y se espera que al cierre de este 2022 se consolide la recuperación y que el año entrante se modere su expansión, producto principalmente de este panorama más adverso a nivel externo.
Nivel de actividad
En 2021 el Producto Interno Bruto (PIB) creció 4.4%, luego de verse fuertemente impactado por la pandemia y caer 6.1% en 2020. En este 2022 se continuaría con la expansión del nivel de actividad, impulsado principalmente por el consumo privado y las exportaciones.
Los datos que tenemos de este año son los del tercer trimestre. El último informe disponible de Cuentas Nacionales que elabora el Banco Central del Uruguay (BCU) es del periodo julio-setiembre de 2022. El PIB aumentó 3.7% en el tercer trimestre respecto del mismo trimestre del año anterior. Si se toma la serie desestacionalizada, el PIB se mantuvo en niveles similares al trimestre inmediatamente anterior, por lo que la economía se estancó en este periodo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) en su última actualización de octubre de 2022 de su informe de “Perspectivas de la economía mundial” estima que el PIB uruguayo crezca 5.3% este año y 3.6% el próximo.
Los analistas locales también proyectan un escenario similar para Uruguay. Según la Encuesta de Expectativas Económicas que elabora mensualmente el BCU, en noviembre –último informe disponible al momento del cierre de la nota- la mediana de las respuestas sitúa a la economía uruguaya creciendo un 5.2% este año y un 3% el próximo.
Empleo
El nivel de empleo siempre es un indicador relevante, que en los últimos tiempos se vio afectado por diferentes factores, por ejemplo, baja en el nivel de actividad, pandemia, cambios tecnológicos en algunos sectores que impactan en la masa laboral, entre otros. El análisis indica que se observó una mejoría en el correr del año, pero algunas ramas de actividad tienen un importante desafío por delante.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en noviembre de 2022, último dato disponible, la tasa de empleo fue de 57.5%. Si lo trasladamos a números, esto se traduce que aproximadamente 1.000.672 personas están ocupadas.
A su vez, la tasa de desempleo fue de 7.8% en octubre, esto significa que hay 140.800 personas que declaran no tener trabajo y buscaron activamente uno en el mes de noviembre.
Inflación y dólar
Este año estuvo marcado por las presiones inflacionarias a nivel global, que no se registraban a lo largo del globo en las últimas décadas. La inflación mundial se aceleró este año y los organismos internacionales estiman que recién el año entrante se desacelere el indicador. El FMI, en su informe de octubre, proyectó que el avance de los precios cierre 8.8% este año y baje el ritmo de crecimiento a 6.5% en 2023, luego de ubicarse en 4.7% el año pasado.
Algunas naciones donde la evolución de los precios no era un problema central pasó a ser una variable a controlar. Los bancos centrales alrededor del mundo tomaron medidas para frenar el avance de los precios, como fue el caso de las subas de tasas en Estados Unidos o el incremento de la tasa de interés de la eurozona.
El nivel general de precios en la economía uruguaya también se vio afectada por este contexto, que venía con registro por encima del rango meta (3% a 6% anual). En noviembre, la inflación medida a través del Índice de Precios al Consumo (IPC) cayó levemente un 0.28% en el registro mensual, y con esto acumula, a un mes de cerrar el año, un crecimiento de 8.57%.
En el registro interanual, la inflación fue de 8.46% y nuevamente se ubicó afuera de la meta impuesta por la autoridad monetaria, pero se alejó de la barrera invisible de los dos dígitos que en setiembre de este año estuvo cerca de cruzar (9.95%).
Los analistas que responden la encuesta del BCU sobre las expectativas de inflación proyectaron en noviembre que este año cerraría en 9% y que el año entrante se ubicaría en 7.45%.
El valor de la divisa extranjera es una variable que en los mercados locales se sigue con atención y este nuevo contexto externo tiene impacto en su evolución. Por un lado, el cambio de rumbo de las políticas monetarias en los países desarrollados y el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales y, por otro, el escenario local con la política del BCU de incrementar su tasa de política monetaria, entre otros factores.
El dólar en los mercados de cambios locales en lo que va del año a noviembre disminuyó un 10%. Así, el interbancario billete en los últimos dos meses se situó en el entorno de los 40 pesos por dólar, cuando el año pasado cerró en un valor cercano a los 44 pesos por dólar.
* Economista, integrante del departamento de Consultoría de Carle & Andrioli, firma miembro independiente de Geneva Group International.