“El desafío principal siempre es mantener un nivel de actividad sostenido”

ALEJANDRO RUIBAL, PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE CONSTRUCCIÓN DEL URUGUAY

ALEJANDRO RUIBAL, PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE CONSTRUCCIÓN DEL URUGUAY

Para Ruibal, presidente de la Cámara de Construcción del Uruguay (CCU), las expectativas de cara al 2025 están alineadas a los pilares “fundamentales” que sostienen al sector, como la vivienda promovida y las obras de vialidad, que son las que “dan la base”. A su vez, sabedor de que el Estado es un inversor importante, desde el sector esperan conocer mediante qué mecanismos y en qué áreas va a invertir la nueva administración. 

¿Cuáles son las expectativas que tiene para la construcción en 2025, teniendo en cuenta no solo el cambio de administración de gobierno, sino también la marcha de la economía local y regional, de donde provienen muchos de los que invierten en el sector?

Con relación a las expectativas que tiene la construcción para el año 2025, en primer lugar, entendemos que los dos pilares fundamentales de la construcción son la construcción de vivienda promovida, en el marco de la ley de vivienda promovida, y las obras de vialidad, ya sean PPP o Cremaf. Estas son las que están dando la base de la actividad. Si se mantienen estos dos pilares, la actividad va a seguir pareja. El sector privado e industrial, de la mano de algún data center, también está aportando actividad, junto con algunas inversiones de UTE. Por otro lado, las intendencias no están invirtiendo tanto o, mejor dicho, invirtieron, pero no estamos viendo que en el 2025 sea una inversión importante. Entonces, lo que veo es un enlentecimiento de la actividad de la construcción, aunque sostenido por esos dos pilares que habrá que ver cómo evolucionan. 

¿Qué desafíos tiene por delante el sector, y cuáles son los asuntos que más preocupan a la CCU? 

El desafío principal siempre es mantener un nivel de actividad sostenido, lo que les da a las empresas el panorama y la posibilidad de planificar, de invertir en equipamiento, en formación y en capacitación de personal. En Uruguay, el Estado es un inversor importante; queremos ver cómo va a ser el rol del Estado, mediante qué mecanismos y en qué áreas va a invertir. Algunas áreas más o menos ya las sabemos por lo que ha dicho el gobierno electo, pero básicamente el desafío siempre es mantener la actividad. Eso es un poco lo que más nos preocupa hoy en día, por sobre cualquier otra variable que afecte la industria. En este sentido, nos preocupa que no podemos competir contra empresas de países que son estatales. Esto ya está pasando con empresas estatales como las chinas, que están participando en la construcción de algunas obras y eso imposibilita competir a las empresas privadas, tanto a nivel de precio como de cualquier otro tipo, ya que tienen el apoyo de un Estado detrás. Por ello, creemos que estamos en desventaja. No tenemos problema en que vengan empresas extranjeras, pero no podemos competir contra empresas que pertenecen a un Estado porque no estamos en igualdad de condiciones. 

¿Cuáles son los planteos que la CCU le haría al próximo gobierno? 

En primer lugar, la CCU se pone a disposición del próximo gobierno, ya sea del Poder Ejecutivo, del presidente, del ministro de Transporte, de Vivienda o de Economía, para aportar las ideas que hemos estado gestando y hemos transformado en propuestas. Por ejemplo, con la idea de la Agencia de Infraestructura, que, por lo que tengo entendido, el gobierno electo trataría de llevar adelante. Estamos a disposición de aportar todo el razonamiento y el análisis que hicimos al respecto, tomando los casos que estudiamos del extranjero. Así que apostamos a tener un intercambio sobre el tema para sumar nuestro granito de arena. 

Ante el cambio de administración de gobierno, ¿cómo observa la relación futura entre los distintos actores del escenario comercial, es decir, empresarios, gobierno y sindicatos? 

En cuanto a las relaciones del gobierno con los sindicatos y los empresarios, el cambio de mandato no significa que empiece el mundo de nuevo. Tenemos una trayectoria y relaciones de años; nos conocemos. Sin embargo, eso no quiere decir que no vayamos a tener conflictos ni discusiones fuertes sobre temas en los que tenemos diferencias, pero entendemos que deberíamos poder seguir abogando por una relación constructiva, como hemos tratado de llevar adelante estos últimos años.