CAROLINA COSSE, INTENDENTA DE MONTEVIDEO
En un escenario de crisis mundial, la Intendencia de Montevideo tiene el desafío de “hacer más con menos”. En siete meses la comuna ha desplegado el Plan ABC, dirigido a la población más vulnerable, al tiempo que trabaja en un cambio cultural en materia de limpieza y apuesta a la digitalización de sus procesos internos.
¿Qué balance hace de los últimos 40 años de la realidad de Montevideo?
Los últimos 40 años han sido muy particulares porque hemos vivido la transición del siglo XX al siglo XXI con una vertiginosa velocidad de cambios tecnológicos, que han sido catalizadores de una gran cantidad de transformaciones sociales y culturales. Han sido años intensos.
Lo primero que destaco es la recuperación de la democracia, sin lugar a dudas. Es el hecho histórico más importante de estas cuatro décadas. Después, una gran cantidad de cosas que han pasado en el país, acciones que han reafirmado la democracia, referéndums, plebiscitos. Al mismo tiempo, gestiones que han tenido que ver con la reafirmación de Uruguay como un rincón de profunda estabilidad a nivel mundial, con los índices más bajos de corrupción de América Latina, con un grado inversor ganado con mucho esfuerzo, un país donde las leyes no se cambian de la noche a la mañana. Creo que esas son cuestiones muy significativas de los últimos años.
Luego, ahora parada sobre Montevideo, ha habido una serie de cambios que han ido haciendo que los montevideanos vayamos girando, rotando y mirando, espero que con más cariño y afecto, a nuestra querida ciudad.
¿Qué cambios destacaría en ese sentido?
No puedo dejar de nombrar las primeras políticas fundacionales del Dr. Tabaré Vázquez al frente de esta Intendencia; lo que significó la comprensión de la ciudad por parte de Mariano Arana; algunos hitos muy importantes de la administración de Ricardo Ehrlich, por ejemplo, el despliegue del Sistema de Transporte Metropolitano. También en el gobierno de Ana Olivera, el Mercado Agrícola, el Centro de Movilidad. En el período pasado, la cantidad de obras de calles y de infraestructura que se realizaron. Son cuestiones que se han venido acumulando.
Ahora estamos en una crisis mundial, con una explosión de la ciencia de datos y de la tecnología, y con una restricción social y cultural muy importante. Tenemos enormes desafíos, debemos hacer más con menos y eso es lo que estamos haciendo, trabajando muchísimo.
En siete meses hemos desplegado más de 120 medidas en el marco del Plan ABC, pero también hemos desarrollado proyectos que apuntan a la reparación de todas las veredas de Montevideo, a la generación de relevamientos, por ejemplo, de toda la accesibilidad del departamento, y también reformas estructurales dentro de la Intendencia.
Desde el comienzo habíamos hablado de llevar adelante un camino 100% digital, que iniciamos con edificaciones. Hace poco autorizamos alrededor de 300 permisos de construcción porque empezaba el primer módulo digital; eso es un éxito y se va a continuar. Los planos van a tener que dejar de presentarse en papel, y ya estamos con otras áreas de la institución rumbo a la unificación de criterios, con el objetivo de seguir con la digitalización en lo que respecta a las diversas habilitaciones.
¿Cómo analiza la situación actual de Montevideo?
Llena de oportunidades, verdaderamente. Tenemos esta mirada nueva, poniéndonos metas muy ambiciosas. El Plan ABC viene a todo vapor, el ritmo de trabajo es muy grande y va a continuar siendo así.
Estamos poniendo en práctica una nueva estrategia de limpieza que está resultando auspiciosa, con mojones bien identificados. Arrancamos con el tema de los bolsones, estamos llevando a 3.000 los puntos de clasificación, empezamos a separar la disposición final de los productos de construcción, que es un punto importante en la cadena de valor.
Además, vamos a realizar algunas acciones muy específicas en ciertos barrios con tratamientos diferentes y vamos a sacar todos los contenedores de los espacios públicos. Vamos a ir llevando en este mes y medio una fuerte comunicación con vecinas y vecinos, y ya estamos entrenando a los guardaparques. O sea, estamos trabajando de verdad en un cambio cultural, que es pedido por la gente y nosotros creemos que tenemos que darle la posibilidad a la ciudadanía de que sea protagonista.
También veo oportunidades de inversión. En la Intendencia había una Comisión de Inversiones que hemos fortalecido formando una Oficina de Inversiones, y estamos tratando de juntar oportunidades que Montevideo puede ofrecer para nuevas inversiones.
Entre otras cosas, estamos promoviendo la instalación de personas y tenemos un plan de lanzar distritos para algunas actividades especiales, por ejemplo, las TIC y las audiovisuales. Estamos tratando de poner una mirada nueva y no dejar ningún rincón sin aprovechar.
Estamos relevando, con alrededor de 200 personas en la calle, 100 de ellas del Plan ABC, la situación de la limpieza en todo Montevideo. Y con 120 personas con discapacidad y otras 120 más en equipos de a dos, estamos relevando toda la información relativa a la accesibilidad de Montevideo.
Esto, que son datos abiertos, nos permite tener evidencia para tomar decisiones y para medir los resultados, entonces, no solo estamos mirando, sino que estamos relevando para publicar esos datos, y así como abrimos la información de la movilidad, también lo hacemos con la de la limpieza. Seguimos construyendo información que queremos publicar; nuestros proyectos siempre incorporan ese aspecto, así que estamos contentos.
“Estamos tratando de juntar oportunidades que Montevideo puede ofrecer para nuevas inversiones”.
¿Cuáles son las perspectivas a futuro que maneja a nivel departamental?
Montevideo más verde, más limpia, más humana, más solidaria, con más cultura. La cultura está en una encrucijada importante desde el punto de vista social, porque esta pandemia nos obliga a cuidarnos, a mantener distancia física, pero hay dos generaciones de jóvenes que entraron a la facultad y prácticamente todavía no la pisaron, y eso golpea en el ánimo de una sociedad.
Los cambios en la presencialidad de niños y jóvenes quién sabe cómo están afectando la educación. La cultura pasa a ser un primer punto importante. El no poder estar juntos apreciando una obra de arte, disfrutando de una canción, de la música, el no poder compartir con otros, nos afecta de manera que no sé si estamos pudiendo dimensionar. Entonces, tenemos que ir contrarrestando eso de alguna forma.
En un mundo que está muy difícil y donde seguramente sea la salud humana lo que vertebre las políticas de aquí en adelante, incluida la economía, quisiera que estos años nos invitaran a la esperanza.