DANIEL SAPELLI, PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO Y SERVICIOS (CCSU)
La pandemia del covid-19 golpeó muy fuerte al sector, pero también encontró a algunas empresas mejor posicionadas para emprender un «obligado y acelerado camino» hacia la transformación digital.
¿Qué balance hace de la evolución del comercio, por un lado, y de los servicios por otro en los últimos 40 años?
El sector privado empresarial ha estado representado por la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay desde los albores de la historia nacional, concretamente desde el año 1867, momentos en los cuales el país volcaba su economía a las exportaciones de bienes de origen agropecuario, con un importante movimiento en la ciudad puerto de Montevideo. Esto dio lugar al surgimiento de un sector comercial cada vez más pujante, que tenía la necesidad de contar con un grupo empresarial unido, que defendiera sus intereses y se constituyera en un interlocutor crucial en la incipiente institucionalidad del joven país.
Este espíritu se ha mantenido en todo este tiempo, hasta contar actualmente con más de 120 gremiales sectoriales y regionales vinculadas, que junto con los socios directos permite representar a más de 15.000 empresas en todo el territorio nacional.
A lo largo de estos años, el sector Comercio y Servicios ha acompañado el comportamiento de la economía en su globalidad dada la importancia del rubro como generador de valor agregado y puestos de trabajo de alta calidad. En la actualidad el sector nuclea al 85% de las empresas del país, representa el 66,3% del valor agregado global de la economía uruguaya y genera el 63,1% del total de puestos de trabajo en la economía.
Tal como se mencionó, no quedan dudas que el sector Servicios ha sido uno de los grandes impulsores de crecimiento de la economía en los últimos años, en especial aquellos rubros relacionados con el desarrollo de las tecnologías y comunicaciones. Pero también, los servicios más tradicionales —como lo es el turismo y el transporte, tanto de mercaderías como de personas— han mantenido su gran relevancia tanto en términos de generación de riqueza como puestos de trabajo calificados.
Durante estos últimos años el país ha atravesado diferentes crisis económicas, que afectaron no solo a la economía, sino también a la sociedad en su conjunto. De todas formas, si es posible hablar de lecciones aprendidas, hay que destacar que los acontecimientos sufridos le han permitido al país llegar a consensos en términos de políticas macroeconómicas entre los diferentes actores: gobierno, trabajadores y empresas.
¿Qué expectativas hay para el sector en las próximas décadas? ¿Qué innovaciones o alertas se pueden esperar?
Las empresas de comercio y servicios enfrentan el desafío de la recuperación de la pandemia. El sector ha sido de los más golpeados y ya se encontraba en una situación de contracción. Incrementar el comercio, la productividad laboral, acceder a nuevos mercados con mayor valor agregado en sus exportaciones son algunos de los desafíos por delante.
Asimismo, el sector debe estar atento al desafío de gestionar su negocio bajo un contexto caracterizado por una matriz tecnológica en cambio permanente con productos y servicios con ciclos de vida cortos, demandas intermitentes, así como una exposición a una fuerte presión competitiva que lo obligan a mejorar día a día.
Las fuerzas hacia el cambio y desarrollo permanente no solo vienen desde el lado de la competencia, sino también por parte de los consumidores, quienes cada vez están más informados y, por tanto, exigentes a la hora de adquirir bienes y servicios. Además, la era digital interpela a las empresas no sólo como oferentes de productos, sino también como empleadores, como generadores de puestos de trabajo y demandantes de personal adecuado a sus necesidades.
En este aspecto debe resaltarse la atención que deben prestarle los empleadores a las habilidades duras o cognitivas específicas de los trabajadores, pero por sobre todo a las llamadas habilidades blandas, que tienen que ver con las capacidades de trabajar en ambientes exigentes, en equipo, y adaptarse exitosamente a los cambios en las metodologías de trabajo. También se espera que las empresas valoren e impulsen la capacidad de las personas para aprender continuamente y de adaptarse a condiciones tecnológicas siempre cambiantes.
Su sector fue uno de los más impactados por la pandemia. ¿Cómo se piensa desde la Cámara en el futuro del comercio y servicios, bajo la nueva normalidad? ¿Qué características tendrá?
No quedan dudas que el entorno digital, que ya formaba parte de las actividades económicas, a partir de la pandemia se potenció, transformándose en una herramienta esencial para atravesar esta crisis y salir lo menos golpeado posible, así como un factor que abre nuevas posibilidades de crecimiento. Así sucedió en muchas empresas del sector Comercio y Servicios. La llegada de la pandemia y sus consecuencias encontró a algunas empresas mejor posicionadas que otras para emprender un obligado y acelerado camino hacia la transformación digital.
Dentro del sector Comercio, el canal digital fue una gran herramienta que le permitió a muchas empresas poder continuar vendiendo sus productos y que estos lleguen sin riesgo a sus clientes. Algunos de los avances a modo de soluciones de emergencia que pudieron desarrollar las empresas para paliar los efectos de la pandemia fueron la implementación de aplicaciones –delivery y comunicación con el cliente de manera remota-, comercio y pagos electrónicos, que seguramente permanecerán más allá de la pandemia.
Por tanto, el nuevo paradigma para el sector Comercio y Servicios estará enmarcado en la digitalización, en el comercio electrónico y el análisis de datos para la toma de decisiones estratégicas y organización del negocio. En este sentido, tanto la profesionalización como capacitación de las empresas y de su equipo de trabajo son aspectos relevantes en los cuales la Cámara ha trabajado, y lo está haciendo intensamente, con el objetivo de apoyar y acompañar a las empresas para que cuenten con las herramientas necesarias para insertarse exitosamente en el mundo digital.