BBVA cierre un muy buen ejercicio, según Charro. Este logro, siempre con el cliente como centro, tiene pilares fundamentales, como la fortaleza digital, la calidad de servicio y la solidez del equipo; haciendo hincapié en la transición hacia un futuro sostenible. Estos fundamentos, sumados a acuerdos comerciales robustos y proyectos concretados recientemente, hacen ver el 2024 con optimismo.
¿Qué balance hace del 2023? ¿Se cumplieron los objetivos planteados a comienzos de año?
Desde hace ya un par de años, la respuesta a esta pregunta fue casi idéntica: “Este ha sido un año extraño”, pero en esta oportunidad, afortunadamente, puedo responder que ha sido un muy buen año, aunque no sin dificultades. Pero, al menos, puedo evitar el cliché de “año extraño” (risas).
Durante el último par de años las incertidumbres fueron una constante: la crisis sanitaria principalmente, sus implicancias económicas a nivel local e internacional, el cambio de paradigmas y nuestra obsesión de cuidar a los nuestros -colaboradores, clientes, proveedores y sociedad- y extremar nuestro esfuerzo por mantener los motores de la economía en marcha.
Hacer las cosas bien tiene su recompensa y, con la ejemplar acción y esfuerzo del sector público y privado, Uruguay consiguió encarar el 2023 con mayor certeza, y el impulso colectivo nos permitió afrontar un año con enormes desafíos.
Antes de hacer la evaluación de los resultados de BBVA en particular, quisiera destacar un hecho de enorme relevancia para el sistema financiero local que se concretó en este año: la tan necesaria y demorada reforma de la Caja Bancaria. Tras un tratamiento legislativo acelerado, y ya ‘con el agua al cuello’, la reforma fue aprobada en el mes de octubre.
Desde la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU) se habían realizado innumerables advertencias sobre la delicada situación que atravesaba la entidad, pero las mismas fueron desoídas, llegando al extremo de que el desequilibrio se mantuviera hasta agotar las reservas de la caja, teniendo que servir las prestaciones con adelantos de aportes -lo que es, básicamente, un préstamo sin interés-. No debió haber pasado que un sistema de seguridad social colectivo de 38.000 personas -entre activos y pasivos- acumule un déficit de, aproximadamente, 1.400 millones de dólares a lo largo de casi 20 años, y que la crisis haya pasado inadvertida hasta el agotamiento de las reservas.
Dicho esto, y tras un arduo trabajo conjunto entre las empresas, el gobierno y los trabajadores, se consiguió una salida acordada en donde todas las partes contribuyeron a una solución. Ahora, superada una crisis casi inmediata, debemos velar para que nuestros colaboradores tengan la certeza de poder jubilarse en condiciones adecuadas y que la gestión de los recursos, que tanto para las empresas como para trabajadores resultan más gravosos que para el resto del sistema, sean administrados de manera responsable y eficiente.
Ahora sí voy a hablar de BBVA Uruguay… En abril de 2023 concretamos lo que para el Grupo BBVA fue un hito y para el banco en Uruguay también un orgullo: llevamos a cabo el primer Foro de Sostenibilidad de BBVA en América Latina.
Con la presencia del presidente de la República, Don Luis Lacalle Pou; los ministros Azucena Arbeleche, Omar Paganini, Robert Bouvier y Fernando Mattos; el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, autoridades nacionales, empresarios, expertos y prensa local e internacional, organizamos un foro en donde pusimos en titulares las fortalezas en materia de sostenibilidad de este gran país que es Uruguay, y dejamos planteados los desafíos que tenemos, tanto el sector público como el privado, para que Uruguay consiga alcanzar los compromisos asumidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Aunque, como advertimos en nuestra entrevista a fines de 2022, para este año teníamos el gran desafío de crecer en un mercado que no crece.
Para ello, con el cliente como centro y apalancados en nuestra fortaleza digital, calidad de servicio y en un equipo formidable, continuamos apoyando a familias y empresas, haciendo un fuerte hincapié en la transición hacia un futuro sostenible, con una mirada en el mediano y largo plazo.
Aprovecho también para destacar el magnífico trabajo de nuestro equipo que, con esfuerzo, compromiso y con un modelo de gestión basado en el liderazgo, ha conseguido que BBVA cierre un muy buen ejercicio.
Mirando al 2024, ¿qué expectativas tiene para el negocio de BBVA y cuáles son los grandes desafíos?
Uruguay es un país con atributos excepcionales en cuanto a estabilidad y seriedad, pero, como decía, no es un país que crezca mucho. No hay empuje demográfico, ni tampoco altos crecimientos del PIB, que en 2024 rondará el 2.3%, por encima del presente año, según estimaciones de BBVA Research.
Estamos trabajando de manera muy fuerte en potenciar nuestro crecimiento, liderando la calidad del servicio y desarrollando el negocio a través de nuevas propuestas.
Nuestra larga experiencia en transformación digital, acuerdos comerciales robustos y proyectos concretados recientemente, nos hacen ser optimistas de cara al 2024.
No debemos olvidar, sin embargo, que los resultados de 2023 son, si no “extraños”, si “extraordinarios” en el sentido de que están muy apoyados por unas tasas de la Fed anormalmente altas, que han ayudado a la cuenta por la liquidez excedentaria en dólares americanos que tenemos en BBVA. Sin embargo, este viento favorable va a durar poco en 2024, con lo que el desafío es doble. La parte buena es que tenemos los mejores equipos de la banca uruguaya… ¡Y si algo les gusta son los desafíos! Con buenos equipos y con el apoyo a los proyectos de las familias y empresas uruguayas como bandera, tenemos el mejor viento a favor.
¿Qué líneas de negocio ve con posibilidades de crecimiento en el país?
BBVA es un banco universal y para nosotros crecer es ayudar a crecer a las familias y a las empresas. Vamos a seguir fortaleciendo la financiación a las familias tanto en consumo como en medios de pago e hipotecas, priorizando los productos sostenibles.
Pero para que el Uruguay crezca también tenemos que ayudar a crecer a las pequeñas y medianas empresas, directamente o a través de alianzas estratégicas. Y también a las grandes como hemos hecho siempre.
Las pymes agregan valor y brindan empleo; son las ‘grandes responsables’ del desarrollo económico sostenible del país, con impacto directo en las familias uruguayas.
Contamos con un equipo comercial de excepción para atender este segmento, y prueba de ello son los resultados que obtenemos año tras año.
Lo mismo con las familias: tenemos que apoyarles para que tengan modelos de consumo y de inversión más sostenibles.
Somos un banco comprometido con el país y seguiremos impulsando y materializando la concreción de inversiones en el Uruguay. Pertenecemos a un grupo con alcance global y estamos en permanente contacto con nuestros colegas a lo largo y ancho del globo, atentos a las oportunidades que puedan presentarse para el beneficio del país. De hecho, ya hemos concretado varias y, en todos los casos, los inversores están muy satisfechos. Iremos por más.
¿Cómo ve posicionado a Uruguay en esta economía mundial y regional de hoy, con escenarios tan cambiantes en algunas regiones, lo que genera incertidumbres?
Lo comentaba antes, Uruguay es un país con atributos excepcionales. Es reconocido internacionalmente por su compromiso con las instituciones y su estabilidad. Esto le ayuda a crecer en los rubros tradicionales, pero también le sitúa en un lugar de privilegio para posicionarse en nuevos mercados, como la energía a través del hidrógeno verde para la exportación. Ya se han dado pasos concretos en este sentido y seguimos en carrera. Tendremos que trabajar alineados con la Unión Europea (UE), con quien tenemos raíces comunes que harían muy fácil una asociación de mutua confianza para la exportación, la importación y la inversión. Y ojalá esto pueda hacerse realidad en el ámbito del acuerdo UE-Mercosur.
El cambio de gobierno en Argentina supone también un nuevo escenario a atender. Si bien es muy reciente el cambio, y aún con la incertidumbre que las medidas adoptadas puedan tener sobre la economía local, fundamentalmente el comercio, lo que vale decir es que esperamos que las mismas puedan dar certeza a un país que desde hace tanto tiempo se percibe como ‘volátil’ en materia económica.
¿Cuáles son las amenazas y los temas de preocupación teniendo en cuenta, precisamente, ese escenario antes planteado?
En este escenario, a las amenazas las vemos como oportunidades.
Si bien el entorno es complejo, Uruguay tiene buenas perspectivas en distintas áreas y es un socio confiable para países extranjeros. Allí radica su fortaleza y es por dónde el país puede seguir avanzando y concretando logros.
Aunque muchos ven a la sostenibilidad como una amenaza, Uruguay y BBVA la consideramos como una gran oportunidad.
En este punto, destacaría la gran oportunidad que supone agregar el hidrógeno verde a nuestra matriz energética y la transformación que ello supone.
Uruguay está invirtiendo cifras millonarias en infraestructura y, en conjunto, nos debemos la transformación de la movilidad.
Buscando sinergias entre el sector privado y el público, apalancados en el prestigio institucional de Uruguay y con los actores privados internacionales traccionando para concretar inversiones, sin dudas el país tendrá grandes oportunidades.
Pero no podemos ser ingenuos, también hay amenazas. Siempre se habla de la necesidad de reformas -educación, competencia, la de pensiones que finalmente fue abordada-. Pero hay temas de más corto plazo que no podemos olvidar: uno es la importancia de combatir sin cuartel el narcotráfico para evitar que eche raíces en Uruguay, porque no hacerlo atacaría a la mayor ventaja competitiva de Uruguay, que es su confiabilidad. Y otro tema, menor por supuesto al lado del anterior, es la actual tramitación de la ley de usura. A BBVA no le afecta mucho de forma directa dado que no somos hoy día un actor relevante en el sector de financieras al consumo. Pero no cabe duda que una ley que interviene en los precios del crédito puede producir que una parte importante de la población uruguaya quede privada del acceso al crédito formal, y no tenga otro remedio que ir a buscarlo al sector informal. Y eso no es bueno, porque afectaría al empleo en las financieras -y eso implica menos ingresos para la caja bancaria también-, reduciría la recaudación fiscal al desplazarse el negocio al sector informal, empeoraría la gobernanza del país al facilitar a las mafias el acceso a más recursos -y eso puede tener cierta relación con el narcotráfico que antes mencionaba-. Además, aumentaría la inseguridad jurídica y física para los deudores, y el Estado perdería capacidad de influencia cuando entienda que debe apoyarse la reestructuración de deuda de algún segmento de la población. Como digo, son temas de corto plazo, urgentes, que no se deben perder de vista y de los que estoy seguro todas las sensibilidades políticas del Parlamento son conscientes.
¿Cuáles son las medidas preventivas que están tomando para contener ciberataques?
En el contexto actual la concienciación es muy necesaria. Las personas deben tener la información, los conocimientos y las herramientas para protegerse de los ataques que afectan al factor humano.
Por ese motivo, las medidas tecnológicas son necesarias, pero no son suficientes para tener una aproximación completa al problema de la ciberseguridad. Por ello, es necesario complementarlas con la concienciación y formación a todos los usuarios.
Desde hace más de una década, BBVA empezó a destinar esfuerzos a mejorar la posición de seguridad de sus empleados y grupos de interés. El equipo de Cybersecurity Culture & People Behaviours, ha formado a más de 99.500 empleados en todos los países del grupo con unos conocimientos y una base sólida en ciberseguridad y a más de 21.000 personas a través de la plataforma internacional de formación Coursera.
Pero debemos seguir dando batalla ya que la ciberdelincuencia busca, y lamentablemente encuentra, nuevas oportunidades para sus estafas, causando grandes daños.
El desarrollo del mercado de valores parece estar permanentemente «en el debe». ¿Piensa que sería importante para el país avanzar en este sentido? ¿Cómo hacerlo?
El rol del mercado de valores es ser un vehículo alternativo y complementario al sistema bancario.
Si bien el sistema bancario local es muy fuerte y líquido, es muy cierto que por distintos motivos, como son el requerimiento de capital a las instituciones financieras o el plazo de financiación para proyectos de gran porte, tenemos oportunidad de complementar la financiación bancaria con instrumentos del mercado de valores.
Seguir avanzando en este sentido será muy positivo para continuar viabilizando inversiones y el crecimiento del país. No hay que olvidar, en cualquier caso, que los instrumentos financieros que genera el mercado de valores son productos complejos, y con un riesgo destinado a perfiles profesionales de inversores. No debemos caer en la tentación de intentar captar con estos instrumentos complejos el ahorro del uruguayo medio. El mercado debe ser otro. Y los bancos, desde luego BBVA, siempre pondremos por delante la protección de nuestros clientes, y la adecuación de los instrumentos de inversión a los perfiles de riesgo de cada cliente.
¿Algo más que quiera agregar?
Sí, desearles a todos unas muy felices fiestas, junto a sus seres queridos.
Que el 2024 nos encuentre más unidos y que Uruguay continúe siendo un país próspero, sólido, con un gran presente y que el futuro sea aún mejor.
Uruguay tiene en BBVA un aliado fiel. Uruguay es nuestra casa, todos en BBVA nos sentimos de acá. Por eso buscamos lo mejor para todos los uruguayos. Entre todos, podemos seguir construyendo el mejor país del mundo.