Argentina recientemente eliminó el cepo. Los mercados reaccionaron positivamente a la noticia y se observa con cautela cómo impactará en las principales variables económicas.
* Sofía Tuyaré
Después de más de cinco años y tres administraciones, Argentina a mediados de abril dio un paso significativo en su anunciada estrategia económica: el levantamiento de las restricciones cambiarias, comúnmente denominada como “cepo”.
Desde setiembre de 2019 estaba limitado el acceso libre a divisas, y esto distorsionó el funcionamiento del mercado. Con esta noticia, se marca el inicio de una nueva etapa en la política económica del país vecino y tanto analistas locales como extranjeros observan con atención cómo impacta en la economía argentina.
Más allá de los efectos a nivel doméstico que puede tener esta decisión, Uruguay no es indiferente a este nuevo rumbo en materia cambiaria, debido a los vínculos entre ambos países en áreas como el comercio, el turismo y a cómo afecta a la competitividad regional.
Qué es el cepo
Lo que se denomina “cepo cambiario” es un conjunto de restricciones que limita la compra y venta de moneda extranjera. Este tipo de medidas tiene como objetivo frenar la fuga de capitales, preservar las reservas internacionales y controlar el tipo de cambio oficial. No se opera libremente en el mercado de cambios.
En el caso argentino, es un instrumento que se utilizó en diferentes momentos de la historia reciente de la economía argentina. Fue reinstaurado en septiembre de 2019, en respuesta a una importante crisis financiera y dicha medida se prolongó por más de cinco años.
Eliminación
En el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno argentino decidió levantar el cepo e irá a un sistema de bandas cambiarias móviles. Permitirán que el tipo de cambio fluctúe dentro de una franja, que fue establecida entre 1.000 y 1.400 pesos por dólar pero se iría ajustando en 1% mensual. Además, eliminó algunas restricciones, como el límite de compra de 200 dólares mensuales para las personas físicas o las restricciones vinculadas a subsidios y asistencias gubernamentales previas, entre otras.
Entre los principales objetivos que se buscan, se destaca recuperar la confianza, atraer inversiones y estabilizar la economía; además de normalizar el mercado cambiario y reducir la brecha entre el tipo de cambio oficial y el dólar blue o los paralelos.
A pesar que fue una clara señal a los mercados, buscando incentivar la inversión y el comercio exterior, el proceso de salida del cepo no está exento de riesgos. Todo dependerá, sobre todo, de la evolución de las reservas internacionales, como pegue en la inflación y la capacidad del gobierno de alcanzar la estabilidad macroeconómica.
Datos económicos
La economía argentina transita varios años de dificultades en materia económica: recesión, altas tasas de inflación, entre otros.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec), el Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina disminuyó 1.7% en 2024. El FMI proyecta un crecimiento del 5% para este año, mientras que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anticipa una expansión del 5.7%.
Variación del PIB de Argentina
Nota (E): Datos estimados por el FMI
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Indec y FMI.
Los precios son un problema central para los argentinos. Si bien se observó una desaceleración el año pasado, aún continúan en niveles elevados. Según el Indec, la inflación en marzo fue de 3.7% y acumula en los tres primeros meses del año un crecimiento de 8.6%. En los últimos doce meses el avance de los precios se ubicó en 55.9%, y desde principios del año pasado se observa la baja en el ritmo de crecimiento. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central estima una inflación del 27.5% para 2025.
Inflación en Argentina, últimos doce meses
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Indec.
Implicancias para Uruguay
La decisión del gobierno argentino de salir del cepo podría tener algún efecto en sus países vecinos y principales socios comerciales. Este nuevo escenario podría facilitar el comercio bilateral, al permitir mayor acceso a divisas por parte de empresas argentinas. A su vez, podría impactar al turismo, con una menor brecha de precios favorecería a los visitantes del país y menos incentivo a cruzar la frontera en busca de precios más baratos.
Pero aún es muy pronto para ver real impacto de esta flexibilización en el mercado de cambios de vecino país y cómo impacte en las principales variables económicas.
* Economista, integrante del departamento de Consultoría de Carle & Andrioli, firma miembro independiente de Geneva Group Alliance.