Emilio Velázquez, fundador de Art in Restaurant
Un espíritu absolutamente emprendedor se mezcló con el amor por el arte y los conocimientos de gestiones administrativas. Así surgió Art in Restaurant, un restaurante que se encuentra dentro de un centro cultural y fusiona el arte del entretenimiento con el culinario.
Por Jessica Vázquez | @jessvazquezl
¿Cómo y cuándo surgió la posibilidad de crear la empresa?
La empresa abrió el 27 de diciembre de 2017, sin embargo, la idea de trabajar este lugar data de hace cinco años atrás cuando empezamos a proyectar la Asociación Civil Platea Sur.
¿Cuál es su papel y responsabilidad en esta firma?
Soy el dueño y director del restaurante, si bien tengo una chef, Gabriela Hernandez, que figura como “empleada” la considero mi socia estratégica dentro del local. Me encargo de los pagos a proveedores, muchas veces a atender la barra y colaboro con Platea Sur en la organización de algunos espectáculos.
¿Cuáles son los productos y servicios que se ofrecen?
Nosotros nos definimos como el servicio gastronómico de un centro cultural. En el local se dan diversos espectáculos teatrales y musicales, la mayoría de ellos son mixtos, donde se conjuga el servicio de bar y el arte escénico. Le decimos mixtos porque muchas veces si las obras son de teatro clásico volvemos al formato donde el bar se cierra y solo se prepara todo como una sala de teatro clásica.
¿Cuáles son los principales objetivos de la empresa?
Apoyar a la cultura. Sé que suena diferente a la hora de pensar en un restaurant, pero aspiramos a potenciar un centro cultural, al arte, a que pasen cosas para fomentar cultura y así también construir sociedad. Esta idea surge no con un fin lucrativo sino con un fin cultural. Queremos colaborar con todo lo que lleva mantener una sala y un ciclo de espectáculos variados.
¿A qué tipo de público apunta?
Variado, ya que en el teatro se hacen espectáculos para niños y obras clásicas, nuestro público se divide en un segmento tan amplio como se puedan definir los amantes del arte.
¿Qué cosas son las que distinguen a la empresa dentro de su rubro?
Ya son muchos los que tienen un menú basado en alimentos 100% caseros. Sin embargo, tenemos el plus que estas ingresando a un centro cultural, no a cualquier restaurant. A nuestra carta gastronómica agregamos una artística y una de libros que están a disposición para poder contar con la compañía que se desee.
¿Cuál es el ABC o los puntos esenciales de la organización para trabajar?
El equipo. No nos sentimos ni jefes ni empleados, sino equipo. Tratamos de ser una organización bien horizontal y donde las ideas y valores de cada unos son los fundamentales para todos.
¿Cómo es trabajar en un proyecto de este estilo con la gran competencia a nivel gastronómico que existe?
Es un tanto difícil, tuvimos nuestros tropiezos. En julio empezamos con el trabajo al mediodía, incorporando más personas al equipo y sin embargo no dimos con el flujo de público. Esto nos llevó a ir sobre empresas que se especializaran en marketing para redefinir estrategias y volver a reorganizarnos.
¿De qué manera se mantienen actualizados y capacitados para ofrecer los productos?
Saliendo a la calle, centrarnos únicamente en nuestra empresa no es suficiente para poder crecer en nuestro campo profesional. Uno tiene que probar cosas diferentes, conocer personas, intercambiar ideas y, sobre todo, ver lo que las personas están buscando para poder incorporarlo.
¿Hace cuánto tiempo se asoció a AJE? ¿Cuáles fueron los motivos?
Me asocie en 2016. Los motivos fueron buscar ámbitos donde pudiese hablar el mismo idioma con colegas empresarios.
¿Qué proyectos a futuro tiene la empresa?
Nuestro proyecto original es bien ambicioso, no es solo lograr un restó y centro cultural autosustentable que pueda colaborar con la cultura, sino también lograr un modelo replicable para poder llevar a diversos puntos del país y que así la cultura siga creciendo.
¿Cómo es ser empresario en Uruguay? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de emprender en nuestro país?
Ser empresario es lo más, tenemos algunas limitantes y los sistemas tributarios pueden ser tiranos con nosotros, pero sin embargo hay que generar y avanzar. Es cierto que en el camino hay tropiezos y desencantos, pero hay tantas posibilidades que solo hay que sentarse a pensar para poder dar lo mejor y alimentar los sueños que nosotros mismos construimos.
Las ventajas son la gran cantidad de satisfacciones que van surgiendo en el camino, los conocimientos que vamos generando, los equipos que vamos liderando. Y desventajas no hay, prefiero decirlo como oportunidades. Cada tropiezo es un aprendizaje, cada caída es una nueva forma de crecer pero desde otro lugar. No todas son ganadas y como dice una frase que comparto en todo su ser “algunas veces gano y otras aprendo”.
Señas de identidad
Emilio tiene 34 años y nació en Minas, Lavalleja. Vive con sus hijos Joaquín y Facundo. De niño quería ser contador. No se alejó de esa idea ya que se recibió de Técnico en Administración y Gestión de Calidad y hoy tiene una consultora a su cargo.
Se define como alguien proactivo, inquieto y que ama los desafíos. Si tiene que elegir un libro opta por “Rayuela” de Julio Cortázar. Si se trata de una película prefiere “Con ánimo de amar” de Wong Kar-wai. Una frase que lo acompaña en su vida es “Algunas veces gano, otras aprendo”. Su lugar favorito en el mundo es París, y entre sus hobbies destaca leer, mirar series y descubrir lugares nuevos.