Enzo Benech, viceministro de Ganadería, Agricultura y Pesca
Multiplicación de puestos de trabajo, aumento de las plantaciones e instalación de empresas internacionales. Esos tres logros alcanzó Uruguay en los últimos tiempos, gracias a la aprobación de la Ley Forestal. Y hoy las cifras muestran los resultados: “Pasamos de 50.000 hectáreas cultivadas, a 1.100.000 hectáreas; de exportar 15.000.000 de dólares, a 1.600 millones de dólares; y de 1.000 empleos formalizados, a 20.000”, dijo a Empresas & Negocios el subsecretario de Ganadería, Enzo Benech.
Escribe: Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Se cumplen 30 años de la Ley Forestal, que superó las metas de inversión del sector e hizo que vinieran empresas internacionales a aplicar tecnología y desarrollo. Hoy la actividad es un dinamizador de la economía, donde hay trabajo todo el año. ¿Qué balance hace del rubro?
Hay varias consideraciones. Este es un rubro relativamente nuevo, y esta ley claramente es una política de Estado; en estos años pasaron distintos actores políticos y me parece que eso es lo importante a remarcar porque la ley se mantiene, se aplica y permitió que se multiplicaran en forma muy relevante los puestos de trabajo, que se incrementaran las plantaciones y vinieran a instalarse empresas del mundo de primer nivel.
Uruguay ha tenido un desarrollo, y si bien en algún momento la ganadería se vio como área competitiva, en estos 30 años se ha demostrado que no lo es, que puede ser complementaria. Pasamos de no tener árboles a tenerlos, a que [la forestación] sea un rubro de exportación, pero en paralelo nuestra actividad ganadera no solo se mantuvo, sino que creció; yo creo que ahí se generaron sinergias positivas y me parece que esto es una madurez política.
Fue una ley que contó con el apoyo del sistema político en su conjunto.
Uruguay es un país pequeño, pero muy politizado, y los uruguayos discutimos todo. Yo creo que es muy bueno que podamos, como sociedad, ponernos de acuerdo en grandes lineamientos, trazarnos objetivos, y este es un ejemplo bien claro.
Hubo sectores que cuestionaron fuertemente el desarrollo forestal en su momento; hoy ya no se cuestiona más, yo creo que la gente ha entendido eso. Por suerte tenemos un sistema político que es transversal a todos los sectores, que ha respaldado esta y otras leyes. Esto es muy bueno para el país, ojalá no lo perdamos nunca.
¿Cómo está regulado en materia laboral el sector?
La regulación no se debe solo a la Ley Forestal, sino también a leyes que tienen que ver con el trabajo y que dependen de otro Ministerio. Pero el desarrollo de la actividad forestal ha permitido la regulación laboral, el funcionamiento de los Consejos de Salarios con la participación de los trabajadores, las empresas y el gobierno; se han generado muchísimos puestos de trabajo, se han mejorado las condiciones laborales, se ha incorporado la cuestión de género –hoy hay muchísimas mujeres trabajando en el sector-.
Por otro lado, por leyes de promoción como la Ley de Promoción de Inversiones, la Ley de Zonas Francas, la propia Ley Forestal, el país generó un marco productivo gracias al cual empezó a producir más, y pasó de 4.000.000 de toneladas de graneles en las rutas nacionales a 24.000.000. En contraparte, el país no se preparó en materia de infraestructura interna, para esa gran cantidad de producción de lácteos, carne, granos, soja, arroz, maíz y madera. Así lo planteó a CRÓNICAS el presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Carlos Faroppa. ¿Cuál es su punto de vista?
Eso es cierto. Hay cosas que no funcionan bien y por suerte es así, porque las rutas están rotas porque hay un exceso de carga y de tránsito. Pero su tú viajás hoy por el país, vas a encontrar que están prácticamente todas las rutas en reparación, así como los puentes. Aquí ha habido también grandes efectos climáticos que nos han sorprendido. Por ejemplo, en el Río Rosario, una inundación se llevó el puente, que estaba funcionando, y hoy se está construyendo.
“Hubo sectores que cuestionaron fuertemente el desarrollo forestal en su momento; hoy ya no se cuestiona más”
Obviamente que es mucho más fácil destruir que construir, el tema es que no nos podemos poner ansiosos porque el Estado tiene que poner recursos. Al inicio de esta gestión de gobierno, el propio presidente anunció la política de inversiones, donde la caminería estaba fuertemente representada. Ojalá no decaiga nunca esta actividad y nos vuelva a acicatear teniendo que hacer más rutas.
¿Cree que el sector forestal va a seguir creciendo?
Yo creo que sí. Nosotros hoy tenemos forestado alrededor del 25% de los suelos de prioridad forestal, quiere decir que hay posibilidades de seguir creciendo, y de hecho está en proceso de negociación la instalación de una nueva papelera muy grande, donde hay buena parte que ya está forestada y seguramente alguna más va a haber que forestar.
Pero además, cuando se corta un árbol, hay que plantar otro, así que yo creo que esto no tiene marcha atrás. Todos los empresarios trabajan para ganar dinero, y si vienen acá a invertir es por eso, porque hay un mercado, se les paga bien, y Uruguay tiene buenas condiciones, hay confiabilidad, hay un marco legal, por lo tanto yo no creo que se detenga… si está viniendo gente es porque está creciendo.
¿Cuáles considera que son los hitos del sector forestal en los últimos años?
Hay inversiones muy importantes que han venido en los últimos años. Podemos hablar de UPM, de Montes del Plata, de lo que se está gestando ahora, que es una nueva instalación de UPM.
Desde el punto de vista económico, yo conocía muy bien ciudades como Fray Bentos o Conchillas; tenían escaso desarrollo, poca mano de obra, y hoy son distintas, hay actividad que no se refiere solo a la plata propiamente dicha, sino al transporte, a los servicios y todo lo que genera.
El sector forestal ha tenido impacto en lo económico generando trabajo, en lo social, porque ha dinamizado todas las economías locales, y ni que hablar en lo ambiental. De este último tema mucho se ha hablado, llegamos a tener conflictos internacionales, pero ¿qué es lo que ha pasado con eso? En realidad el medio ambiente no ha empeorado, pero también debo decir que hay que tenerlo analizado permanentemente. Hay trabajos de otro Ministerio en esta materia, porque no hay ninguna actividad que haga el hombre que no tenga un impacto ambiental. Ahora, tenemos que manejar esos riesgos porque el impacto cero no existe, el tema es que podamos convivir con eso y que no empeore la situación.
¿Y los logros más importantes del sector cuáles son?
En estos 30 años pasamos de 50.000 hectáreas cultivadas, a 1.100.000 hectáreas; de exportar 15.000.000 de dólares, a 1.600 millones de dólares; y de 1.000 empleos formalizados, a 20.000. Yo creo que estos números son bien representativos de lo que ha significado en la economía del Uruguay. Las exportaciones de la industria forestal han pesado muchísimo en el PIB del país.
O sea que se podría decir que es una de las actividades más importantes para nuestra economía.
Es muy importante y ha venido creciendo. Si se concretan los desafíos que tenemos por delante, capaz que es de las más importantes del país.
“Si los empresarios vienen a invertir acá es porque piensan que la actividad va a seguir creciendo”
¿Qué problemáticas más significativas ha enfrentado el sector en la última década?
Como es un sector nuevo y no hay tradición en el país, ha enfrentado algunos desafíos que tienen que ver con la comunicación pública y con cómo lo valora nuestra sociedad. Yo recuerdo que hace unos años había muchos detractores de la forestación por el consumo del agua, porque se secaban los pozos, porque agredía el ambiente.
Pero hoy tenemos 30 años de convivencia con la industria forestal, y no ha pasado nada. Se ha demostrado que la producción ganadera, lejos de ser competitiva, es complementaria; el crecimiento de los bosques fue importante, pero la ganadería sigue siendo más o menos la misma.
“El sector forestal ha tenido impacto en lo económico generando trabajo, y en lo social, porque ha dinamizado todas las economías locales”
¿Cómo vislumbra el sector en los próximos años?
Todos los indicadores que yo tengo son buenos por el momento. Hay demanda de los productos de la madera. Creo que los que más saben de esto son los propios empresarios que están en el sector, y si vienen a invertir acá no es porque vean que la actividad se va a caer, es porque piensan que se va a consolidar y va a seguir creciendo, y yo creo que va a ser así.
Me parece que hay posibilidades y que Uruguay ha logrado generar credibilidad en el mundo, un marco político; quienes vienen acá creen en nuestro marco legal y en que hay uruguayos dispuestos a trabajar y a respetar las normas, por algo vienen y ponen mucha plata aquí, porque un emprendimiento de estos lleva muchos años.
