Comenzaron vendiendo rifas para poder financiar sus realizaciones audiovisuales y en un par de años ganaron dos veces el concurso de DirecTV Cinema Plus a nivel de Latinoamérica, además de representar a Uruguay en Europa con sus cortos. Filmcito se plantea producir cine entre amigos, bajo un ambiente de colaboración y con la idea clara de poder vivir de ello.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Filmcito es un colectivo audiovisual que tiene como objetivo convertirse en una productora de películas uruguayas. Con sólo dos años de antigüedad, ganaron dos veces el concurso de DirecTV Cinema Plus y así, la oportunidad de formación académica en los estudios Warner, en Estados Unidos. Además, participaron en un festival de cortos de España y Alemania representando a nuestro país.
Lo que comenzó como una broma, se convirtió en un sello que reúne a ocho productores y directores de cine de nuestro país, y los impulsa a desarrollar sus ideas en un ambiente de cooperativismo. En 2013, los hoy integrantes de Filmcito comenzaron su carrera en la Escuela de Cine del Uruguay (ECU) donde, por una metodología propia de la academia, se agruparon para realizar los requerimientos audiovisuales solicitados por el instituto. Más adelante se integraron nuevas personas, provenientes de otros centros.
Los engranajes funcionaron y el equipo decidió continuar trabajando en conjunto una vez finalizada la carrera. Para las piezas audiovisuales que realizaban tuviesen una falsa impronta de seriedad, inventaban nombres de productoras en tono de broma que incluían en los créditos. Fue de esta forma como nació el nombre “Filmcito”, un término que, una vez pasadas las risas, gustó al grupo de productores, por lo que decidieron adoptarlo.
Si bien cada miembro desarrolla sus productos, todos colaboran de algún modo en el proceso, incluso con implementos necesarios para su desarrollo. Además, el hecho de agruparse los impulsó a llegar a más público y atraer a más actores.
Aunque el caballo de batalla de Filmcito es la productora audiovisual -donde se pueden producir cortos, series, videoclips y películas– también realizan publicidades y festivales. Este último punto es la plataforma donde los contenidos son difundidos y se adquieren fondos, además de ser un área apropiada para realizar networking y la incorporación de nuevos proyectos a la lista.
La heterogeneidad de los perfiles de cada uno de los miembros del emprendimiento hace de la diversidad de estilo el rasgo característico. De todas formas, siempre hay una apuesta hacia el humor, aunque en sus diferentes ramas.
Los festivales
Los festivales audiovisuales, en todo el mundo, son un punto de encuentro de creativos que ven en ellos, al igual que en los sitios web, el lugar adecuado para darle difusión a sus productos. “Generalmente, cuando se realiza un corto, se está pensando en proyectarlo en el cine. Pero es muy difícil que logre llegar a la pantalla grande, entonces se terminan viendo en lugares random del mundo en festivales, o a través de la computadora”, expresó Cristhian Orta, uno de los miembros de Filmcito, a Empresas & Negocios. Sin embargo, la diferencia entre mirar un corto desde la casa y hacerlo rodeado de público asiduo a este arte, es un tanto notoria, agregó.
Los festivales organizados por Filmcito –actualmente se llevan a cabo dos anuales– incluyen la participación de otros artistas, como fotógrafos, dibujantes y bandas, así como también estudiantes de todas las escuelas y universidades que brindan formación audiovisual. En el comienzo, se hicieron sustentados por rifas y las ventas generadas de una cantina.
Fluir, Vivimos y Amores Sobrios
En 2016, Filmcito dio su puntapié inicial, y este año se reafirmó. Es que un año atrás, Orta ganó el concurso de cortos de DirecTV Cinema Becas-en un primer momento a nivel nacional, y luego compitiendo con representantes de ocho países de Latinoamérica-. Lo hizo con su corto “Fluir”. Más allá del premio económico –que consistió en 5.000 dólares para la ECU y para la productora– que fue invertido en la adquisición de nuevas herramientas de filmación y edición, Orta fue beneficiario de una beca para la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California (University of Southern California School of CinematicArts). Allí tuvo clases en los estudios de Warner Channel, donde fue partícipe de una master class con directores de arte y de sonido de importantes películas, como por ejemplo, Batman versus Superman.
La historia se repitió este año, dando turno a Guillermo Trochon, otro de los miembros de Filmcito. La noticia fue inesperada. En ningún momento pensaron que el éxito se iba a repetir para Uruguay, sobre todo, cuando el concurso tiene apenas cuatro años. No obstante, con un buen nivel de competencia tanto local como internacional, “Vivimos” fue la ganadora y el próximo mes Trochon partirá hacia Estados Unidos.
Asimismo, este año ganaron un fondo del Ministerio de Educación y Cultura para realizar un corto sobre prevención de drogas. El mismo se denominará “Amores Sobrios” y ya se encuentra en su proceso de desarrollo. Además, en este momento se encuentran desarrollando videoclips, un documental sobre una banda y dos cortos más.
De la idea a la pantalla
“No sé si hay suficientes fondos disponibles en Uruguay para realizar productos audiovisuales. Si la gente estuviera esperando por ellos para poder hacerlos, entonces te digo que no”, expresó Trochón a Empresas & Negocios. A pesar de haber ganado un fondo público, expresó que no utilizan este camino con mucha frecuencia, y que, por el contrario, apuestan más a los festivales.
En esta línea, resaltó que la formación de la ECU les ha otorgado conocimientos tanto para crear un guion como para producirlo, lo que lleva a ser más consciente de los recursos que se necesitarán posteriormente, a la hora de escribir la idea.
En tanto, Orta opinó que la tecnología disponible acorta plazos y abre abanicos de posibilidades. “Está bueno ver que hay gente que desea hacer audiovisuales estilo Hollywood y lo logra con las herramientas que están en la vuelta, sin invertir tanto dinero”, declaró Orta.
A este punto, añadió que el talento de los uruguayos en este sector viene en crecimiento. “El valor del recurso humano que hay acá es muy bueno; nosotros no paramos de sorprendernos. Todos son muy profesionales” calificó, a su vez, Trochon.
Explicó que actores reconocidos de nuestro país se prestan a participar en los proyectos de los productores incipientes y que desde el año 2009 hasta entonces se ha notado un crecimiento y una diversidad de las películas uruguayas, las cuales han incursionado por diversos géneros.
La perspectiva general de la productora es aumentar el número de ficción que realizan y poder vivir de ello. “Pero también nos interesa mucho el camino, y queremos que ese sea de jóvenes filmando entre amigos”, aseguró Orta. En el último tiempo, Filmcito adquirió una casa en el Parque Rodó que funciona como hogar de algunos de sus integrantes, al mismo tiempo que oficia como sala de reuniones y edición en un ambiente de coworking.
Romper con viejos preconceptos
La idea de que nuestro cine es calificado como aburrido puede estar en la mente de varios uruguayos. “A veces pasa que películas de nuestro país tienen más éxito en el exterior que acá, y luego de ver ese éxito, acá lo valoran y van a verlas”, opinó Trochon. Por su parte, Orta observó que las mismas salas de cine son las distribuidoras de filmes de las grandes cadenas cinematográficas. “Falta terminar de crear una política de cine más compleja, que tenga en cuenta los roles de las diferentes partes y articule mejor eso”, opinó.
En ese sentido, dijo que durante los festivales que organizan cuentan con una buena concurrencia de público, lo que significa que se está interesado en los productos. “Hay que ver si la gente no va a la sala por una cuestión de que los contenidos no están buenos”, aseveró.