Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, ha conversado con Larry Fink, fundador y CEO de BlackRock, durante el segundo BBVA Sustainability Forum que la entidad celebró el pasado mes en Madrid. Ambos coincidieron en la necesidad de invertir en nuevas tecnologías que permitan la transición hacia una economía descarbonizada, lo más justa y equitativa posible, con objetivos reales a corto plazo y sin dejar atrás a los países emergentes. El CEO de BlackRock pone en valor, asimismo, el papel de BBVA en este proceso de descarbonización: “BBVA está marcando la diferencia en México, en España y en todas partes”, señala.
Durante la charla, Larry Fink, CEO de BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo y una de las figuras más reconocidas del mundo en la lucha a favor de una economía libre de carbono, cita a España como ejemplo de liderazgo en energía solar. “España ha sido líder en energía solar durante años y cada vez más alimenta su red eléctrica con energías renovables”. Estas energías son competitivas respecto a los combustibles fósiles, señala, aunque pueden tener un problema de interrupciones en su suministro. “Para ello vamos a tener que crear una mejor tecnología de baterías”, apunta.
“España está infravalorada por los inversores. Creo que tiene la oportunidad de ser el país transformador de Europa”, afirma Larry Fink. El financiero destaca varios factores positivos como el liderazgo español en energía solar y eólica, la cercanía a fuentes de gas y la presencia de grandes empresas internacionales. “Veo a España como un motor global de la descarbonización”, asegura.
“Pasar de las palabras a la acción”
Al inicio de la conversación, el presidente de BBVA hace un llamamiento a “pasar de las palabras a la acción” en la lucha contra el cambio climático. Carlos Torres Vila recuerda sus efectos “muy evidentes y tangibles” que hemos visto este verano, como las olas de calor, los incendios o las inundaciones. En este sentido, considera que tenemos delante un “reto formidable, el de descarbonizar la economía”, que requerirá una elevada inversión para el desarrollo de nuevas tecnologías y su implementación en todo el mundo.
Todo esto en un contexto de incertidumbre, “que no habíamos visto en décadas”, marcado por la tragedia humanitaria que supone la invasión de Ucrania, que ha dejado al descubierto los riesgos de la dependencia energética de los combustibles fósiles; pero también por la alta inflación, la respuesta de los bancos centrales con subidas de los tipos de interés y cómo esto va a afectar al crecimiento.
Carlos Torres Vila plantea a Larry Fink la posibilidad de que estos retos a corto plazo puedan dificultar la descarbonización. Al respecto, el CEO de BlackRock confía en que se encontrarán soluciones, tal como sucedió con el desarrollo de las vacunas contra la pandemia del COVID-19. No obstante, pide objetivos reales para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, con “soluciones a largo plazo”.
El gas, aliado en la transición a una economía libre de carbono
El fundador de BlackRock considera que en el corto plazo es necesario adoptar algunas formas de combustibles fósiles como el gas, con menores emisiones.
Un ejemplo de distorsión económica es la alta inflación, derivada de acontecimientos como la invasión de Ucrania, la estrategia de Rusia en torno al gas y el precio del petróleo. Todos estos factores impactan directamente en los precios de la energía, aunque los combustibles fósiles siguen siendo más baratos que las alternativas menos contaminantes. Sin embargo, Larry Fink se muestra a favor de desarrollar nuevas tecnologías para que producir energía con menos emisiones sea más competitivo en términos de precios.
Bajo su perspectiva, el gas puede ser una energía clave en esta transición hacia una economía descarbonizada, por ejemplo, usando este hidrocarburo en lugar del carbón cuando no haya oferta de energías renovables como el sol y el viento.
El CEO de BlackRock apunta a la construcción de gasoductos como una de las claves en el entorno energético actual, aunque su puesta en marcha conlleva elevados costes. En este contexto, propone el uso del hidrógeno como “un componente importante de las energías renovables. El hidrógeno va a ser, en nuestra opinión, la fuente de energía para los grandes motores, para la gran maquinaria”, explica.
El riesgo climático, un riesgo de inversión
En opinión de Carlos Torres Vila, la descarbonización es uno de los temas estratégicos más relevantes a largo plazo para cualquier empresa, algo de lo que BBVA es muy consciente y se refleja, por ejemplo, en el hecho de que la sostenibilidad sea una de las seis prioridades estratégicas de la entidad. El presidente de BBVA pregunta al CEO de BlackRock cómo deben prepararse y participar las empresas en este camino hacia las cero emisiones netas.
Larry Fink afirma que para las empresas, “el riesgo climático es un riesgo de inversión”, como ya señalaba en 2020 en su carta anual dirigida a los CEOs de las empresas en las que invierte en nombre de sus clientes. Pero también cree firmemente que la oportunidad de invertir en tecnología de descarbonización es muy grande. “Se trata de trabajar con las empresas de combustibles fósiles, no contra ellas para llegar a un futuro descarbonizado”, asegura.
Además, pone en valor el papel del sector público en este proceso, junto con el sector privado, “para encontrar soluciones que no sean el abandono de los hidrocarburos”. “Los gobiernos tienen que ser coherentes. Si vamos a avanzar juntos, tenemos que pedir a todas las empresas que avancen juntas”, indica.
Los países emergentes siguen rezagados en la transición energética
Durante la conversación, Carlos Torres Vila subraya que, en contra de lo que sucede en el mundo desarrollado, la inversión en tecnologías limpias en los mercados emergentes, si excluimos a China, sigue estancada en los niveles del 2015. “Los mercados emergentes están rezagados. Y son esenciales para la descarbonización, dado que están más expuestos a los riesgos climáticos”, señala.
En esta misma línea, el CEO de BlackRock admite estar “preocupado por la futura descarbonización del mundo emergente”. En su opinión, limitar el uso de los hidrocarburos en el corto plazo provocaría desigualdades económicas, en particular para los emergentes. Aquí, el papel del FMI y el Banco Mundial para promover las inversiones necesarias en estas zonas del planeta podría ser determinante. Pero también señala “algunos países del mundo emergente que lo van a hacer fantásticamente bien. Por ejemplo, soy muy optimista con México”, por factores como su cercanía a EE.UU., su capacidad de mano de obra y sus infraestructuras.
Para terminar, Carlos Torres Vila aboga por la implementación de mecanismos como la fijación del precio del carbono, un mercado global o mercados voluntarios de carbono organizados y más estructurados. Desde su punto de vista, es cuestión de la disponibilidad del capital, y “es responsabilidad del mundo desarrollado asegurarnos de que existan esas estructuras para movilizar el capital hacia el mundo emergente”.