Esta acción marcó un antecedente histórico para el país y se enmarca en el compromiso con la sustentabilidad de la compañía.
Enfocada en lograr la eficiencia energética en toda su cadena de valor y en integrar fuentes limpias para reducir las emisiones de carbono, Coca-Cola FEMSA se convirtió en la primera empresa de consumo masivo del Uruguay en abastecerse de energía 100% renovable a través de un privado.
Para dejar atrás el uso de combustibles fósiles e innovar en esta fuente de suministro de energía, la compañía selló un acuerdo con Atlantica Sustainable Infrastructure, una empresa de infraestructuras sostenibles que posee y gestiona más de 39 activos de energía renovable en Norteamérica, Sudamérica, Europa, Oriente Medio y África.
“Este hito se enmarca en el camino que hemos ido recorriendo, en el que hemos incorporado en estos años tecnologías limpias que nos han permitido disminuir el consumo energético”, expresó Nuria Varela, directora de Operaciones de Coca-Cola FEMSA Uruguay.
Para llevar adelante esta acción, Atlantica invirtió 12 millones de dólares en el desarrollo y construcción de un parque solar ubicado en Salto, que cuenta con una extensión de 26 hectáreas y cuyo funcionamiento aportará a la red más de 23.000 megavatios hora (MWh) de energía al año, una cantidad que supera en casi dos veces el consumo anual de la embotelladora.
“Estamos frente a un hito en materia de energía eléctrica y en la sustitución del consumo de energía fósil en el país. Celebramos este acuerdo porque evidencia también los esfuerzos realizados desde el ministerio por promover un marco regulatorio que habilite este tipo de convenios y verlo materializado ahora es realmente muy valioso”, explicó la ministra de Industria, Energía y Minería, Elisa Facio.
Por su parte, el subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, destacó que Uruguay ha avanzado mucho en materia de protección medioambiental y ha señalado un rumbo en este segmento.
“Hoy celebramos esta iniciativa, que está marcando el camino a seguir para continuar creciendo como país, seguir siendo un ejemplo de cuidado medioambiental y continuar trabajando por el futuro que queremos dejar a las futuras generaciones”, expresó.
La puesta en marcha del parque solar y de esta nueva forma de abastecimiento de energía tiene como marco una política que Coca-Cola FEMSA desarrolla a nivel global en su búsqueda por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 28% y lograr que para 2030 el total del consumo de todas sus operaciones provenga de fuentes renovables.
“En Coca-Cola FEMSA contamos con una agenda que abarca actividades de descarbonización de nuestras operaciones y buscamos generar un cambio en la matriz energética. En este sentido, hemos trabajado en cada parte de nuestra cadena productiva para ser más eficientes en el uso de la energía”, explicó German Herrero, gerente de Cadena de Suministro de Coca-Cola FEMSA Uruguay.
Para complementar esta operativa, la embotelladora anunció que se estarán instalando paneles solares en el centro de distribución para seguir ampliando su compromiso con la sustentabilidad.
La sustentabilidad como centro del negocio
Todas las acciones que Coca-Cola FEMSA viene desarrollando se engloban en su búsqueda por construir una organización preparada para el futuro, lo que se evidencia en las múltiples acciones conjuntas en pos de la preservación del medioambiente, como alcanzar la eficiencia en el uso y la conservación del agua.
Esto permitió que en los últimos seis años se disminuyera en un 30% el consumo de este recurso, con la meta de alcanzar el indicador de 1,26 litros de agua utilizada por cada litro de bebida producida en 2026. Para lograrlo, se puso en marcha en la planta un sistema de recuperación de efluentes, además de introducir diversos mecanismos que permitieron en 2022 recuperar el equivalente a 21 piletas olímpicas.
En una apuesta mucho más desafiante, Coca-Cola FEMSA, junto a la Compañía Coca-Cola, impulsó “Botella única”, un envase retornable que innovó el modelo de producción y representó un paso fundamental para el cumplimiento de las metas establecidas en “Un Mundo sin Residuos”. Mediante estos esfuerzos logró que el 20% del volumen de sus ventas sea en envases retornables.
Todos estos cambios son también implementados dentro de la planta, donde se trabaja arduamente para transformarse en una embotelladora “cero residuos”. Esto permitió que en 2022, el 93% de los desechos generados en la planta fueran reciclados.