El programa Mejores Empresas es una iniciativa promovida por Deloitte. En Uruguay se estará realizando por primera vez junto al Banco Itaú y la Universidad Católica del Uruguay para reconocer a la excelencia operativa y financiera de las empresas privadas que tengan como centro de su negocio a la tecnología.
El objetivo del programa es reconocer la excelencia operativa de las empresas, incluyendo la fortaleza administrativa, la capacidad de innovar, las iniciativas estratégicas y el desempeño financiero. Cada año, en los diferentes países donde se desarrolla el programa, las empresas viven un ejercicio de autoanálisis en el que presentan su caso de negocio, luego son evaluadas por un equipo multidisciplinario de expertos y posteriormente reciben retroalimentación sobre sus fortalezas y áreas de oportunidad.
En esa línea, y de cara al aniversario número 100 de Deloitte en Uruguay, es que Empresas & Negocios dialogó con Enrique Ermoglio, socio director de la firma en el país. El entrevistado explicó en detalle de qué trata Mejores Empresas Uruguayas y expuso su visión en cuanto a las expectativas que se tienen por delante.
¿De qué trata el programa Mejores Empresas?
Es un programa que Deloitte viene desarrollando en el mundo hace unos cuantos años y que hoy se hace en 50 países. Lo estamos lanzando en Uruguay, coincidiendo con la celebración de los primeros 100 años en el país. El programa busca reconocer a aquellas empresas que son mejor gerenciadas, pero no busca premiar a una mejor empresa, sino reconocer a las que alcanzan cierto nivel de performance.
Puede haber varias mejores empresas, pero también buscamos que aquellas que no lleguen estar dentro de las primeras logren generar un camino en pos de mejora continua y llegar a una certificación.
¿Cómo hacen estas empresas para poder participar y qué características deben tener?
Las firmas deben postularse. Este año estamos lanzando el Mejores Empresas capítulo Tecnológicas, por lo que no está abierto para todas, sino a las vinculadas a la tecnología. A veces cuando se habla de estas firmas se piensa en software o algo similar, pero si bien aplica a ellas, la idea es que sea más amplio.
Aplica a cualquier empresa en la que la tecnología sea un elemento central de su modelo de negocios. Por ejemplo, una aplicación de transporte podría aplicar en el tema tecnológico, solo hay que ver que se considere tecnológica en su modelo de negocio.
Otro requisito es que la empresa sea mayoritariamente uruguaya, es decir que la mayoría de sus capitales sean nacionales. A su vez, que tengan ventas mayores a $U200 millones en el último ejercicio, y que posea una operación mínima de cinco años, ya que no se apunta a una startup que recién esté comenzando sino a empresas que están más o menos consolidadas en su proceso de desarrollo.
Además, deberá tener los resultados de auditorías de los últimos tres ejercicios, y un compromiso para compartir otras informaciones.
El proceso para inscribirse es ingresando a la página de Mejores Empresas: www.mejoresempresasdelatinoamerica.com/MEU. El plazo es hasta el 15 de noviembre, y una vez pasada la etapa de inscripciones se dará la segunda instancia donde se brinda toda la información, se realizan entrevistas, y se acompaña a los postulantes con un mentor de Banco Itaú o de la Universidad Católica del Uruguay.
¿Quiénes se encargan de evaluar a las empresas y qué criterios deben regirse?
En todos los países Deloitte ha lanzado el programa de la misma forma: trabajando en conjunto con una universidad y con un banco. Para la evaluación, por un lado, toda la información es analizada por Deloitte en su “mapa de valor”, que es compartido con el mentor que se le asigna a la empresa participante. Es decir que la evaluación la hace Deloitte en cuanto a herramientas, y por el otro lado el mentor es quien transmite las conclusiones.
Tener a una universidad y a una institución financiera complementa la visión que podemos dar sobre la empresa participante.
¿Cuánto duran los procesos nombrados?
Primero tenemos el plazo de las inscripciones hasta el 15 de noviembre. A partir de allí se abre un periodo en el que las empresas deben entregar la información y, a su vez, van trabajando con el mentor en un proceso interactivo donde se hacen entrevistas y análisis; este proceso lleva hasta fines de febrero o principios de marzo.
¿A qué se debe que el capítulo del programa de este año esté dirigido hacia empresas vinculadas a la tecnología?
En esta celebración de los 100 años de Deloitte en Uruguay nos planteamos que lo más importante no es el pasado, sino mirar para adelante. En esa mirada hacia el futuro está claro el rol que tendrá la tecnología. De hecho, Diego Lanza, quien es líder en Itaú para este proyecto, habla de que todas las empresas serán tecnológicas; y es cierto.
Para nosotros, en esta primera edición en Uruguay, se nos hace muy importante enfocarnos en ellas, además de que nos permitirá enriquecer el análisis, porque cuando se ven tendencias, información comparativa y factores comunes de las firmas, se brindan datos más ricos en la devolución.
¿Qué expectativas se tienen en cuanto a la aplicación del programa en Uruguay?
Estamos realmente muy entusiasmados. En primer lugar, porque tenemos las experiencias de otros países y, realmente, el programa Mejores Empresas empuja a un avance del rol transformador de los participantes. Nos gusta mucho la idea de generar comunidad, porque, en definitiva, todas las empresas que participan empiezan a ser parte de un mismo proceso, de una misma evaluación. Eso nos entusiasma.
Además, nos agrada el concepto de que se vuelva algo aspiracional. Las empresas valoran ser reconocidas por Deloitte.
El hecho de buscar siempre mirar hacia adelante, ¿ha sido de las ideas fundamentales de Deloitte para lograr llegar a cumplir un siglo de historia en el país?
A nivel mundial se ha propuesto un plan de generar un impacto significativo, entonces está la percepción de que al ser la firma de servicios profesionales más grande del mundo, hay una responsabilidad y un rol que cumplir respecto a la comunidad. Debido a nuestro propio vínculo con las empresas y la sociedad, estamos en condiciones de transformar el futuro.
En línea con eso, a nivel global se han lanzado tres programas muy impactantes. Uno es WorldClass, que busca que los jóvenes tengan oportunidades de acceder a educación y transformar las oportunidades que poseen. Se propone llegar a la vida de 100 millones de personas a nivel mundial de aquí a 2030.
En Uruguay se traduce en el programa que tenemos con Ánima, ya que somos cofundadores del bachillerato gratuito, que está orientado a jóvenes de contextos de vulnerabilidad, y lo que hace es combinar prácticas laborales con el estudio. Este año estamos trabajando en otras iniciativas para aumentar el impacto y hacer la contribución local vinculada al objetivo global.
Otra de las iniciativas mundiales de Deloitte es WorldClimate, que tiene que ver con un compromiso para mitigar el cambio climático. Este programa se desarrolla con iniciativas en la interna de la empresa: objetivo de cero emisiones para el 2030, por ejemplo. Pero también tenemos un rol con otras empresas, y es que ellos también se midan en ese sentido y lo comuniquen, de manera de apuntar a un mundo más sostenible.
La otra iniciativa es la de ALL IN que es una política o estrategia de diversidad, que busca que todas las personas puedan acceder a Deloitte sin importar raza, religión, orientación sexual, ni ninguna condición.
La idea es pensar en cómo queremos que sea el futuro, pensar en los 100 años que tenemos por delante, y llevarlo a cabo.
Sin costo
Presentarse en el programa no tiene costo para las empresas. Si bien lleva una inversión en tiempo, para Ermoglio ese período es una “inversión recuperable”, ya que considera que cualquiera de las firmas -resulten o no premiadas- reciben un feedback, una evaluación e identifican oportunidades de mejora, “de manera que se la ayuda a generar un camino positivo”, aseguró.