A través de “Un Mundo sin Residuos”, la iniciativa global creada en 2018 por la compañía junto a sus socios embotelladores, se establecieron importantes metas para diseñar y recuperar los envases que colocan en el mercado y, en asociación con diferentes actores, potenciar su recolección.
La producción y el consumo responsable es una combinación que beneficia al planeta y a la sociedad en su conjunto. Aplicar el modelo conocido como las “tres erres”, es decir, Reducir, Reutilizar y Reciclar, permite aprovechar al máximo las materias primas, haciendo un uso más eficiente de las mismas, disminuyendo, a su vez, la generación de residuos durante toda la cadena productiva, siendo este concepto uno de los pilares fundamentales de la economía circular.
Para adoptar esta visión es necesario contemplarla desde el primer eslabón de la cadena: comenzando por el diseño del envase, considerando practicidad y utilidad para los consumidores, hasta el análisis de cómo lograr extender su vida útil y su reciclaje, evitando así que termine en la basura después del primer uso.
Asimismo, incorporar estos factores y recabar resultados positivos que llevan a minimizar significativamente el impacto medioambiental de la operativa de las empresas, requiere metas claras, estratégicas y principalmente, un fuerte compromiso para alcanzarlas.
Por este motivo, la Compañía Coca-Cola junto a sus socios embotelladores, crearon en 2018 “Un Mundo sin Residuos”, una iniciativa global elaborada con dicho propósito, basándose para ello, en tres ejes centrales: el diseño de nuevos envases, su recolección y la asociación con autoridades, empresas y ONGs de las comunidades en las que se desempeña, para lograr una mayor tasa de recuperación de sus envases.
De esta manera, se establecieron los siguientes objetivos para el año 2030: ayudar a recuperar el equivalente al total de envases vendidos; que todos los envases sean 100% reciclables; que el 50% del volumen de ventas se comercialice en empaques retornables; y que las botellas fabricadas tengan un 50% de plástico reciclado.
A nivel local, Coca-Cola Uruguay, junto a su socio embotellador Coca-Cola Femsa, ya han dado importantes pasos hacia el cumplimiento de estas ambiciosas metas. El más reciente y destacado ejemplo en la materia es la creación de envases más amigables con el ambiente, que a su vez incrementan sus posibilidades de recolección.
En este sentido, vale la pena mencionar al primer envase del país producido a partir de otras botellas, mediante la presentación del agua Vitale sin gas en su envase de 625ml, que está hecho 100% de resina reciclada, que se logró partiendo de la experiencia del empaque eco-flex y que posee 15% menos plástico.
Además, otra original propuesta en esta línea es la reciente implementación de la “Botella única”, un empaque retornable cuyo diseño universal, junto a la incorporación de una etiqueta de papel removible, permite aplicarse a todos los sabores de bebidas que comercializa, extendiendo así estas presentaciones a otras variedades que no contaban con este tipo de formato.
El proyecto requirió renovar de manera integral dos líneas de producción de envases retornables en la planta embotelladora para lo que Coca-Cola Femsa Uruguay invirtió 12.7 millones de dólares. Esta inversión incrementó la reutilización de las botellas, al mismo tiempo que reduce de manera significativa el lavado, llenado y logística inversa, minimizando, en consecuencia, las emisiones de carbono.
“La implementación de Botella Única responde también a una meta a mediano y largo plazo, que permitirá mejorar la gestión de residuos generados en nuestra operativa y que brindará a nuestros clientes la posibilidad de disfrutar de sus bebidas predilectas en presentaciones más accesibles y amigables con el medio ambiente”, sostuvo Nuria Varela, gerenta de Marketing de Coca-Cola Femsa.
De plástico y vidrio, estos envases pueden ser reutilizados hasta 18 y 25 veces, respectivamente, y al finalizar su ciclo de vida útil, son reciclados, ya que, junto a su nueva etiqueta de papel, son 100% reciclables.
“Estos cambios y la implementación de la ‘Botella única’ representan un paso fundamental hacia el cumplimiento de las metas establecidas en ‘Un Mundo sin Residuos’. En Uruguay, tenemos el privilegio de haber alcanzado uno de los principales objetivos de la iniciativa y es que nuestros envases ya son 100% reciclables. No obstante, seguiremos esforzándonos para cumplir con los restantes desafíos”, expresó Silvina Bianco, directora de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola Uruguay.
Las modificaciones en las líneas de producción incluyeron la adquisición de equipamiento tecnológico de última generación, con motores que se caracterizan por combinar calidad, rapidez y eficiencia energética, necesarios para que la “Botella única” sea embotellada 100% en el país. Este proyecto cuenta con el reconocimiento de la prestigiosa Fundación Ellen MacArthur, por promover el consumo de las opciones retornables y ser un ejemplo en materia de economía circular.