Presidenta de Sistema B, un movimiento global que redefine el sentido del éxito en la economía, Virginia Suarez se presentará en Inspiring Summit el próximo 27 de septiembre en Enjoy Punta del Este. La empresaria es exgerente general de HSBC Uruguay, además de integrante de directorios como Desem Jóvenes Emprendedores y MBA ORT Uruguay.
¿De qué tratará su disertación en la próxima edición de Inspiring Summit?
Hablaré sobre Sistema B y lo que tiene detrás. Se trata de hacer una invitación a los presentes a que encuentren su “lado B” a través de una búsqueda interior. Además de buscar el éxito, el Sistema B mide también un triple impacto, ya que además de lo económico, repercute en lo social y medioambiental.
¿Cuáles son las claves del Sistema B?
Es poner la fuerza del mercado en resolver determinados desafíos sociales y medioambientales. Cuando se hacen definiciones estratégicas, además de realizar los planes de negocios respecto a lo financiero, sugiere mirar la forma en la que se hacen estos y qué impacto está teniendo en la comunidad. Se trata de adentrarnos a redefinir nuestros modelos de negocios contemplando nuestros aspectos.
¿De qué se compone el Sistema B?
Las Empresas B son una de las células del sistema, pero también hay academias B, bancos B o inversores B, porque para redefinir el éxito o colocar una nueva forma de bienestar para los individuos la cadena es muy amplia.
¿Cuáles son sus objetivos?
Nos basamos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuesta por la Organización de las Naciones Unidas, dentro de la cual las preocupaciones están relacionadas a la pobreza, inequidad social, agua o clima. Los ODS son, de alguna manera, nuestra hoja de ruta.
En otro ámbito, en su opinión, ¿cómo impacta el rol de las mujeres en las empresas?
Más que género, me gusta hablar de la energía masculina y la femenina, independientemente de si son hombres o mujeres. Para los cambios es importante el liderazgo femenino, porque la energía femenina tiene ciertos conceptos arraigados. Pero también soy consciente de los problemas que hay respecto a la igualdad, como la brecha salarial.
¿Cuáles son los desafíos de los liderazgos femeninos dentro de las empresas?
En ocasiones nosotras nos ponemos nuestros propios límites, además de los que ya existen en la realidad. Tenemos que trabajar en empoderar a las mujeres. Es un tema de animarse y dar el paso. La mujer está preparada pero no llega. Para ello hay que trabajar en preparar a las mujeres pero también a los hombres, a quienes hay que integrarlos en este cambio de paradigma. Las empresas pueden ayudar mucho en eso.