Silvia Emaldi, presidenta de UTE
Sus padres le inculcaron el valor del estudio y se esforzó por lograr las metas que se había propuesto. En su etapa universitaria ingresó a UTE como programadora y fue pasando por diversas áreas a lo largo de su vasta trayectoria. Con solo 34 años fue la primera mujer en la empresa pública que asumió la Gerencia de Sistemas de Información. Después de más de tres décadas, fue elegida para ocupar el máximo cargo, hace ya casi dos años. En una extensa entrevista que concedió a Empresas & Negocios, la jerarca recordó los grandes cambios que el organismo ha llevado adelante desde sus comienzos y se refirió al trabajo que realiza hoy el ente. También conversó sobre los principales desafíos y destacó el objetivo del gobierno de facilitar la segunda transformación energética.
Por Oscar Cestau | @OCestau y Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Nació y vivió en La Unión, en la casa que habían construido sus abuelos paternos, hasta que se casó. Sus padres eran empleados del BPS, y en ese hogar además vivían su hermana –cinco años menor–, y su abuela paterna, hasta que falleció cuando la entrevistada tenía 16 años. Hoy vive en Malvín con su esposo y su hijo.
Hasta segundo grado de escuela cursó en el Colegio Monseñor Ricardo Isasa y luego concurrió a la Scuola Italiana. El liceo lo hizo en el Pallotti hasta cuarto año y, posteriormente, preparatorios en Juan XXIII. Después vino la etapa de Facultad de Ingeniería de la Udelar y más tarde hizo un MBA en el IEEM-Universidad de Montevideo.
“Mis padres priorizaron mis estudios, decían que era la única herencia que me podrían dejar y ello hizo que siempre lo tomara con mucha responsabilidad”, rememora.
Ingresó a UTE en 1986. ¿Qué UTE era aquella? ¿Dónde están las principales transformaciones?
Ingresé como programadora en el año 1986, siendo estudiante de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Computación. A finales de ese año me recibí de analista programadora y dos años después de ingeniera.
En ese momento ingresé a la Unidad de Organización y Sistemas de UTE. Existía en la empresa un Centro de Cómputos en el segundo piso del Palacio de la Luz, donde había un equipo IBM 360 y otros periféricos que permitían procesar la facturación de la empresa y los sistemas administrativos como la contabilidad, finanzas y la liquidación de sueldos. Había muy pocos PC en la empresa, se usaban terminales que se conectaban al equipo central y el procesamiento era “batch”, las operaciones no eran interactivas como acostumbramos ahora realizar con los PC, laptops, entre otros.
Era una UTE muy distinta a la actual, había problemas de gestión, ya que era una empresa cuyos resultados eran negativos y debía ser asistida por el gobierno central; la calidad de servicio distaba mucho de la actual, había restricciones en el uso de energía y a cada barrio le tocaba un día diferente de la semana estar sin luz.
Ante esta situación, las autoridades de UTE decidieron en el año 1988 embarcar a la empresa en un imperioso proceso de cambio, que se denominó Proyecto de Mejora de la Gestión, el cual se realizó con el apoyo de consultoría de la empresa eléctrica española Unión Fenosa, que en su país había experimentado un proceso de mejora exitoso que la ubicaba como una de las referentes en el mercado de la energía español.
Las principales transformaciones de UTE luego del Proyecto de Mejora de la Gestión fueron la adecuación de todos los procesos relacionados con la mejora de la calidad del servicio eléctrico, el enfoque al cliente pasando de una concepción de “suscriptor” a cliente y la introducción de tecnología como soporte fundamental para la optimización de los principales procesos de la empresa. Esto permitió también una eficiencia en costos, ya que por un lado se optimizaron los procesos relacionados al ciclo comercial de la empresa y, por otra parte, durante ese proceso se pasó de ser una empresa de 12.000 funcionarios a 8.000 en ese momento, dejando de ser deficitaria.
En el marco de este proyecto de mejora, tuve la oportunidad de aprender cómo se trabajaba en España en las áreas de base de datos e infraestructura tecnológica de última generación. Nunca había pensado que pasaría de la especialización del análisis y programación de sistemas al mundo de la infraestructura de hardware y software de los Centros de Cómputos de gran porte y que la suma de esas experiencias me llevaría a los 34 años a ser la primera mujer en UTE que asumiera el cargo de gerenta de Sistemas de Información.
Desde el año 1998 me tocó liderar la Gerencia de Tecnologías de Información. Mi carrera laboral luego se amplió al participar también en proyectos de consultoría externa que realiza UTE en empresas locales y también en el exterior, y en 2008 asumí el cargo de la Gerencia de Servicios Corporativos donde, además de los temas tecnológicos, sumaba las responsabilidades de la gestión financiera de la empresa, de sus compras, de la gestión humana, la logística de la empresa y la consultoría externa. Al asumir esa nueva responsabilidad, decidí realizar el MBA del IEEM, lo cual me implicaba una dedicación muy grande para poder conciliar la vida familiar, laboral y de estudiante durante dos intensos años.
¿Cuáles son los principales ejes de su gestión? ¿Dónde pondrá foco UTE?
El propósito de UTE es transformar con energía nuestro país, brindar un servicio público que mejore la calidad de vida y sea un motor de desarrollo para el país.
El modelo de negocio sostenible 2020-2024 que definimos se basa en cinco ejes estratégicos: Clientes, Descarbonización, Regulación, Gobernanza Corporativa y Cultura y Personas.
Nuestro gran desafío es facilitar la segunda transformación energética a través de la descarbonización del transporte, mediante el uso de vehículos eléctricos y la incorporación de hidrógeno verde que sustituya el petróleo y sus derivados.
La definición de esos cinco ejes estratégicos tiene distintos objetivos. Por un lado, brindar servicios para el bienestar y el desarrollo del Uruguay y estar más cerca de nuestros clientes. A su vez, liderar un camino sustentable hacia la descarbonización para un Uruguay más natural, especialmente a través del desarrollo de la movilidad eléctrica. Además, asumir el rol asignado a UTE para el desarrollo de las actividades del sector eléctrico con un marco regulatorio actualizado. También, promover la toma de decisiones ágiles y acciones para una gobernanza más simple, transparente y eficiente. Conjuntamente, promover una cultura que apunte a hacer de UTE un lugar mejor para trabajar.
Nuestro gran desafío es facilitar la segunda transformación energética a través de la descarbonización del transporte, mediante el uso de vehículos eléctricos y la incorporación de hidrógeno verde que sustituya el petróleo y sus derivados.
El desarrollo de la movilidad eléctrica es una de las prioridades que se ha trazado el gobierno nacional, con el objetivo de sustituir en forma gradual el uso de combustibles fósiles en el transporte.
La disponibilidad de energías renovables en el país hace que ese objetivo pueda alcanzarse, por lo que UTE, a través de su plan de inversiones, está contribuyendo a extender la red de recarga pública en todas las rutas nacionales para que a finales de 2022 haya un punto de carga cada 50 kilómetros.
Se han definido tarifas promocionales para la movilidad eléctrica dentro del Plan Inteligente de UTE, aprovechando la disponibilidad de las energías renovables en especial en horas de la madrugada, donde contamos con mayor capacidad de producción de los parques eólicos instalados.
Contamos con suficiente energía de origen renovable, para promover también la producción de hidrogeno verde que se convertirá en uno de los combustibles del futuro para el transporte de carga pesada y para la producción de agroquímicos.
UTE participa del grupo interinstitucional de hidrógeno liderado por el Ministerio de Industria, junto a Ancap, Ministerio de Economía, Ministerio de Ambiente, Ministerio de Transporte y ANP, aportando nuestra experiencia en el sector eléctrico para el desarrollo del primer proyecto piloto, así como para la evaluación de otras oportunidades de negocio que se están presentando.
Como adelanto para la certificación de hidrógeno verde, Uruguay dio un paso importante con la aprobación por parte del Poder Ejecutivo de un decreto para la implementación a partir de enero 2022 del Sistema Nacional de Certificación de Origen de Energías Renovables (https://certificacion-energiarenovable.miem.gub.uy/).
¿Cuál es la realidad hoy en materia de cobertura en el país?
Uruguay es uno de los países más electrificados de América Latina, con una tasa de electrificación del 99.9%, y UTE se propone culminar el período con un 100%, en el marco del Plan Uruguay 100% Eléctrico que ha definido esta administración.
Para alcanzar la universalización del servicio eléctrico en el medio rural en el marco del Plan Uruguay 100% Eléctrico se pretende conectar, al 31 de diciembre de 2024, unas 2.500 viviendas que actualmente no cuentan con energía eléctrica.
Los mecanismos que se utilizarán para alcanzar este objetivo serán: extensión de la red tradicional por parte de UTE para aquellos hogares que se encuentren a menos de 1.000 metros de las redes instaladas; obras mixtas donde UTE aporta ocho materiales y los vecinos se hacen cargo de las obras; o instalación del kit solar fotovoltaico para los lugares más alejados, donde UTE se hará cargo de la instalación y a través de cuotas mensuales se garantizará a los clientes el mantenimiento futuro y el pago de la inversión inicial. Todos estos planes se están desarrollando con la colaboración de OPP.
UTE realizará la instalación de los kits fotovoltaicos a través de empresas contratadas para ese fin, que además de hacer la instalación del kit fotovoltaico, serán responsables de la instalación interna de la red de baja tensión de la vivienda, que incluirá cinco puestas de iluminación con lámpara eficiente, cinco tomas y una heladera eficiente.
A pedido de OPP, UTE aumentó su aporte a Rentas Generales. Así, UTE triplicará sus transferencias, que ascenderán a casi U$S 180 millones en el presente ejercicio. ¿Cuál fue el argumento para aceptar ese pedido de OPP? ¿Dónde estará enfocado el grueso de la inversión de UTE en 2022?
Las ganancias extraordinarias que la empresa obtuvo por exportaciones de energía permitieron realizar el aporte a Rentas Generales solicitado por OPP, así como también incrementar las inversiones en la infraestructura de distribución de energía eléctrica, implementar importantes descuentos a beneficiarios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y UTE con el Bono Social de la energía eléctrica y realizar un ajuste tarifario menor al proyectado según la paramétrica que considera las variables macroeconómicas que inciden en la gestión de UTE.
Desde 2021 venimos reforzando las inversiones en la infraestructura de distribución, que son las redes que transportan la energía desde las redes de alta tensión hasta el domicilio de cada cliente, lo que podríamos llamarle la “última milla”.
En el período pasado se puso mucho foco en las inversiones de generación, por lo que fueron menores las inversiones de distribución, las redes de media y de baja tensión que manejaban unos valores anuales de unos US$ 70 millones en los cinco años anteriores a esta administración. Ahora estamos proyectando inversiones para distribución de energía del orden de US$ 110 millones destinados a la mejora de esa última milla.
Estas inversiones cubren el mantenimiento de las instalaciones actuales y la expansión para realizar nuevas obras. UTE tiene en todo el país unas 57.000 estaciones/subestaciones y unos 100.000 kilómetros de líneas desplegadas en todo el territorio nacional para atender el servicio eléctrico. A su vez, nuevos emprendimientos, ya sean industrias, establecimientos agropecuarios, edificios o casas particulares, requieren nuevos servicios, por lo tanto, inversiones de UTE para atender esos nuevos requerimientos además de mantener la infraestructura existente.
Muchos emprendimientos rurales, lácteos, regantes, surgieron en las zonas rurales donde las líneas llegan, pero no son del mismo porte que las que tenemos en las zonas urbanas. Entonces, si hoy se instala un tambo o quieren hacer riego, precisan más potencia. En particular, el sector que realiza cultivos de arroz, trigo, soja, requiere de riego intensivo para aumentar la producción.
Hubo un aumento de 3.5% en la tarifa desde el 1º de enero. ¿No había forma de que, en lugar de realizar un aporte de ese volumen, se volcara a mantener o bajar las tarifas a los usuarios?
La paramétrica de ajuste que se propuso al Directorio, resultante de los informes técnicos, era del 6%. Dicho valor resulta del análisis de los egresos previstos en el 2022 y los valores de las variables macroeconómicas dólar, IPC, IMS, petróleo para el año.
A pesar de ello, la decisión fue proponer al Poder Ejecutivo un ajuste del 3.5% considerando los ingresos extraordinarios que en el año 2021 se habían tenido por las exportaciones de energía, valor que fue ratificado por el Poder Ejecutivo, lo cual quedó plasmado en el nuevo pliego tarifario.
Si consideramos el incremento de inversiones del 2021 destinadas a distribución por US$ 30 millones, el aumento de inversiones del 2022 también destinadas a distribución por otros US$ 30 millones, la renuncia fiscal de unos US$ 35 millones por realizar el ajuste tarifario de 3.5% y no de 6% como lo indicaba la paramétrica propuesta técnicamente, más la suba de US$ 20 millones destinados a los planes sociales por la implementación del Bono Social de la energía eléctrica, resulta que UTE ha destinado cerca de US$ 115 millones para atender a los más vulnerables y, por otra parte, para mejorar la calidad de servicio por el incremento de las inversiones.
UTE viene instalando medidores inteligentes en todo el país. ¿Se puede pensar en algún momento que todos los medidores tengan esta característica?
Actualmente tenemos instalados 710.000 medidores inteligentes, por lo que llegamos al 45% de los clientes de UTE que ya cuentan con los mismos. En particular, los clientes del Plan Inteligente, que son unos 180.000, tienen estos nuevos medidores, así como las empresas medianas y grandes consumidores.
La infraestructura de medición inteligente nos permite optimizar los procesos de la empresa y lograr eficiencia en costos, ya que actividades como la toma del consumo mensual ya no debe realizarla una persona que iba casa por casa, sino que las medidas del consumo de energía se reciben cada 15 minutos automáticamente en los Centros de Cómputos de UTE.
A su vez, actividades como cortes, reconexiones, cambios de tarifa y de potencia, pueden hacerse en forma remota a través de la red de comunicaciones, sin necesidad de que las cuadrillas que debían realizar in situ estas tareas se trasladen al domicilio de los clientes.
Además de la eficiencia en costos, esta trasformación digital que se está operando en UTE trae aparejada una mejora muy importante en la atención del cliente, ya que no deberá estar esperando en su domicilio a la cuadrilla de UTE, pues estas funciones se realizan 100% en línea.
La implementación de la medición inteligente es el mayor caso de uso en Uruguay de lo que tecnológicamente se llama IoT (internet de las cosas, por su sigla en inglés), ya que los medidores inteligentes llevan incorporados dispositivos de comunicación para que la información de los consumos energéticos nos llegue a través de la red de fibra óptica o de la red celular de Antel.
Los planes de inversión de UTE prevén la instalación de 250.000 medidores inteligentes por año con el objetivo de llegar al final de esta administración con el 100% de la infraestructura de medición inteligente instalada.
¿Qué pasa con la energía que se pierde? Es decir, aquellos usuarios que comúnmente se catalogan como “colgados”. ¿Cuánto representa eso de pérdidas para UTE hoy?
Recibimos a UTE con un 18% de pérdidas, un 6% corresponde a las llamadas “pérdidas técnicas”, derivadas del uso de la infraestructura eléctrica (cables y transformadores), y el resto a las llamadas “pérdidas no técnicas” producidas por quienes están colgados a la red o manipularon su medidor.
Ha comenzado la ejecución del plan de recuperación de pérdidas para regularizar a aquellos que pudiendo pagar la energía no lo hacen y llevan a que todo el resto lo pague. Este plan pone foco especial en el análisis con herramientas de inteligencia artificial para identificar patrones de posibles fraudes y dirigir hacia allí las inspecciones, que se están incrementando.
Por otra parte, a través del Plan de Inclusión Social se busca la regularización de las conexiones en los sectores más vulnerables de la población, donde el equipo multidisciplinario de UTE trabaja sistemáticamente concientizando y asesorando sobre el uso seguro y eficiente de la energía eléctrica, en barrios de alta vulnerabilidad socioeconómica de todo el país.
Además de habilitar las conexiones regulares y realizar, a través del trabajo de Inacoop, las instalaciones interiores en las viviendas, los clientes reciben importantes descuentos que van del 80% al 90% del importe de su factura mensual, desde que en enero quedó disponible el Bono Social de la energía eléctrica en el marco del convenio realizado con el Mides.
Durante el año pasado, la generación de electricidad en Uruguay provino en un 83% de fuentes renovables, en base a información de UTE. ¿Cuál es la matriz de generación por fuente?
La generación de energía eléctrica en el año 2021 fue de 83% de origen renovable, siendo 37% de energía hidráulica, 35% eólica, 7% biomasa y 3% solar fotovoltaica.
La escasez de lluvias en el país hizo que la producción de las fuentes de generación hidráulica fuera de las más bajas en las series históricas, por la falta de aportes de agua tanto en el Río Uruguay, donde se encuentra la central binacional de Salto Grande, como en el Río Negro, donde están las tres represas de UTE: Bonete, Baygorria y Palmar.
Si nos comparamos con los países de la región, Brasil llegó a un 76% de energía generada por fuentes renovables, Chile a 43% y Argentina a 29%.
¿Cuál es la realidad de los parques eólicos y cuál es el objetivo? ¿Hay lugar para generar más energía eólica?
UTE tiene contratos con generadores privados de energía por los que paga unos US$ 500 millones anuales. El organismo compra la mayor parte de la energía eólica a empresas privadas que tienen contratos por un plazo de 20 años. Esos acuerdos también contemplan que UTE debe pagar por la energía que no utiliza, pero que los generadores están en condiciones de suministrar a la red.
Se ha comenzado a evaluar la posibilidad de renegociar esos contratos, en una lógica “ganar-ganar”, extendiendo el plazo de los mismos y adecuando su valor para optimizar los costos fijos actuales de la empresa.
A nivel de UTE, las futuras expansiones del sistema eléctrico se harán con energía proveniente de fuente solar fotovoltaica, dado que los precios a nivel internacional han bajado notoriamente y se complementa muy bien con la eólica, que tiene su mayor producción en la noche. Hoy tenemos disponibles en el país unos 1.500 MW de fuente eólica y 250 MW de fuente solar fotovoltaica.
UTE comenzó las tareas de instalación de su primer parque solar fotovoltaico de mayor porte en Punta del Tigre, el cual tendrá una capacidad de 30 MW. Va a ser un proyecto piloto donde UTE va adquirir la experiencia de lo que implican las obras de instalación de un parque solar y después sobre el rendimiento futuro, porque va a ser la base de la expansión del sistema eléctrico uruguayo.
¿Cuántos parques explota UTE actualmente? Alguno incluso en asociación con Brasil, como el caso de Artilleros.
UTE tiene dos parques eólicos propios: Caracoles (20 MW) y Juan Pablo Terra (67 MW), y en sociedad con Eletrobras tiene el parque de Artilleros (65 MW).
Asimismo, UTE participó en un 20% del capital en los parques eólicos de Pampa (140 MW), Arias (70 MW) y Valentines (70 MW), teniendo la responsabilidad también por la gestión técnica, legal y financiera de los mismos. El resto de los accionistas son corporativos (como AFAP y bancos) y también unos 15.000 pequeños ahorristas que participaron con acciones o certificados de participación a través de la Bolsa de Valores de Montevideo.
¿Cómo les ha ido a quienes invirtieron en parques eólicos?
La rentabilidad esperada en los 20 años de vida de los PPA para el caso de Pampa, Arias y Valentines era del 10%, considerando todo el período. A la fecha, con la producción energética actual, la rentabilidad ha sido del 8%. No obstante, se están realizando rescates del capital que permiten mejorar dicha rentabilidad, llevándola a valores similares a la proyectada en el modelo financiero para todo el período.
La producción de energía para dichos parques ha sido casi un 10% menor que la producción estimada en la etapa de proyecto. Las estimaciones de producción de los parques eólicos fueron realizadas por empresas internacionales especialistas en la temática a partir de la información disponible en esa instancia, en particular, de los datos de viento medidos en cada emplazamiento.
La transformación de la matriz llega a la movilidad, y la electricidad será un componente fundamental en este sentido. ¿Cuáles son los planes de UTE en esta materia? ¿Cuál es la apuesta?
El camino de la descarbonización que se está dando en el mundo y en el país implicará un incremento del consumo de la energía eléctrica en los próximos años, a nivel de las industrias, el agro, el transporte y los que surjan por la producción de hidrógeno verde y sus derivados.
Para estar preparados para ello, además de incorporar las nuevas fuentes renovables que se requieran, como comenté antes, deberán fortalecerse los sistemas de transmisión y distribución de energía para transportar la demanda adicional que se genere a futuro.
Así, por ejemplo, las redes podrán abastecer el consumo familiar y además la carga de los vehículos en el hogar. UTE también prevé la incorporación de baterías de gran escala, que permitan cumplir con la demanda energética ante las variaciones que sufren las fuentes renovables por factores climáticos.
UTE está analizando cómo se están posicionando las mayores empresas eléctricas en el mundo para la producción de hidrógeno verde. Este será un gran aliado para descarbonizar sectores como la industria química, o sectores industriales que consumen más electricidad (acero, cemento), la aviación y el transporte marítimo.
Contamos con suficiente energía de origen renovable para promover también la producción de hidrógeno verde que se convertirá en uno de los combustibles del futuro para el transporte de carga pesada y para la producción de agroquímicos.
Consideramos muy importante la promoción de la movilidad eléctrica ya sea para el trasporte público, la flota de empresas y a nivel particular. En ese contexto, en ese ámbito interinstitucional están definidas tres grandes líneas de trabajo: disminución de incertidumbres respecto al uso de vehículos eléctricos, proveer infraestructura de recarga e incentivos al transporte público eléctrico.
A la fecha, la Ruta Eléctrica de UTE tiene disponibles 136 puntos de carga de baterías para VE distribuidos en los 19 departamentos del país.
Este año vamos a continuar el despliegue de nuevos puntos de carga en espacios de acceso público que surgen de los convenios firmados con distintos gobiernos departamentales, con estaciones de servicio (gasolineras) y con operadores privados de grandes superficies comerciales. El objetivo es que la red de carga de vehículos eléctricos de UTE disponga de un punto de carga cada 50 kilómetros a fines de 2022. A lo largo de las principales rutas nacionales se desplegarán puntos de carga rápida en corriente continua.
Se incorporará a la plataforma tecnológica de la red de carga de vehículos eléctricos de UTE la posibilidad de interoperar con diferentes operadores y proveedores de servicios de movilidad eléctrica para facilitar el acceso de los clientes a toda la infraestructura de carga que se desarrolle en el país.
Los cargadores de continua que se han instalado hasta ahora, salvo alguna excepción (Ancap Las Toscas), se han establecido en Montevideo y Punta del Este. En las rutas, tengo entendido, son todos cargadores lentos. ¿Con qué criterio se eligen los lugares donde se instalan los cargadores de continua? ¿Es un tema técnico de red eléctrica?
La ejecución del plan de instalación de puntos de carga rápida comenzó a finales de 2021. Se prevé que en el correr de este año y en el próximo se logre una cobertura adecuada en las principales rutas nacionales.
La otra limitante son los estándares de conectores de carga. Como es sabido, China es el mayor fabricante del mundo de vehículos eléctricos y el de mayor crecimiento. Uruguay no escapa a esa regla y los vehículos eléctricos más vendidos son de esa procedencia. Sin embargo, tanto los cargadores lentos como los rápidos se han instalado con la norma europea. En el caso de los lentos con la Tipo 2 y en el caso de los rápidos con la CCS Combo 2 y también la japonesa CHAdeMO. Para la carga lenta, se usan adaptadores sencillos para la norma china, pero para la carga rápida todavía no hay adaptadores que hayan funcionado con los cargadores de UTE y además son de costo muy elevado. Esto deja sin posibilidad de usar la red de carga rápida al creciente mercado de vehículos eléctricos chinos en Uruguay. ¿Se está pensando una solución o en establecer un solo parámetro en este sentido?
En el mediano plazo, la definición de estándares a nivel regional y nacional contribuirá a facilitar la interoperabilidad y optimizar los costos asociados a la infraestructura de carga de vehículos eléctricos. En ese sentido, la red de carga de vehículos eléctricos de UTE acompañará la normativa que defina el Poder Ejecutivo en materia de interoperabilidad y gradualmente las marcas irán incorporando la posibilidad de ofrecer diferentes tipos de conectores en función de los estándares de cada región o país.
En el corto plazo, la realidad indica que existen marcas y vehículos con diferentes tipos de conectores en circulación y la compatibilidad con la red de carga es un problema para nuestros clientes. Tanto UTE como el sector privado deben contribuir e incorporar diferentes opciones de conectores durante el período de transición hasta que los fabricantes de vehículos eléctricos puedan adecuar su producción a los estándares que se definan.
Los actuales cargadores de carga rápida soportan la norma europea. Para futuras compras estamos analizando la posibilidad de soportar adicionalmente otros estándares.
Un recurso humano más profesionalizado
¿Cómo evalúa al recurso humano que tiene el organismo hoy? ¿Es suficiente? ¿Se precisa personal con más capacitación teniendo en cuenta la incorporación de más tecnología –inteligencia artificial, blockchain, soporte para big data, ciberseguridad y herramientas para el análisis de datos, entre otras–?
UTE cuenta con personas con mucha experiencia y compromiso para el desarrollo de su trabajo.
En cada área de especialidad hay profesionales, técnicos, operarios y administrativos que realizan su trabajo diario con responsabilidad y un enfoque al cliente que busca estar cada vez más cerca de sus necesidades.
En la empresa son muy importantes los planes de formación; previo al ingreso se define el perfil de formación básico que luego se complementa con la formación específica que está definida para cada puesto de trabajo.
Hay un proceso de evaluación de desempeño por competencias, que permite que entre jefe y colaborador haya una comunicación fluida de lo que se espera de cada persona de la organización, lo que implica analizar los requisitos de formación y el desempeño de cada uno para obtener los mejores resultados.
Dada la edad de la plantilla de UTE, que hace que se jubilen en el orden de 400 funcionarios por año, es requerido el ingreso de un colectivo similar, ya que se había producido un desfasaje entre ingresos y egresos, que se estará adecuando entre los años 2022 y 2023.
¿Esa es la apuesta? ¿Incorporar personal más técnico a medida que se van dando bajas por retiro?
UTE tiene muchas especialidades, por lo que se irá incorporando en particular a nivel operativo, que es donde hemos tenido más bajas, y a nivel de ingeniería, donde están creciendo las actividades derivadas del plan de inversiones y de la transformación digital. Esta ha sido un factor clave en la gestión de UTE desde su Proyecto de Mejora de Gestión y se ha profundizado por el desarrollo de las redes inteligentes que, entre otras cosas, como ya mencioné, introdujo la medición inteligente y la realización de muchas actividades de la empresa en forma remota.
Asimismo, debido a la pandemia, la atención comercial ha incorporado nuevos canales, como la teleatención, el uso de mails, WhatsApp corporativo y, próximamente, un chat para facilitar la comunicación con nuestros clientes. Esto implica el desarrollo de nuevas competencias y la incorporación a la empresa con dichos perfiles.
Líder en exportación
En 2021, la exportación de energía eléctrica al exterior alcanzó los US$ 594 millones. Brasil fue el principal comprador, al haber concretado compras por US$ 498 millones (el 82% de las ventas), mientras que Argentina compró por valor de U$S 105 millones, más que triplicando las ventas de 2020. ¿Cómo viene el tema en 2022?
Las exportaciones de energía eléctrica a Argentina y Brasil bajaron respecto al año anterior. Los lagos en el Río Negro y Salto Grande, pese a las lluvias, siguen con niveles muy bajos de agua, ya que en 2021 hubo lluvias por abajo de lo normal.
La exportación a Brasil ha sido muy puntual, dado que las lluvias han sido abundantes en varias zonas del vecino país. Como es habitual, semanalmente se le hacen ofertas que compiten por precio con otras ofertas que recibe dicho país.
Esos mismos precios se aplican para realizar ofertas a Argentina, que en lo que va del año lleva el 80% de las exportaciones de energía realizadas por nuestro país. Se ha exportado energía eléctrica a Argentina en los momentos en que el país vecino tiene incrementos en su demanda interna, ya sea por las olas de calor ocurridas como por otros aspectos que hacen que el despacho de energía de Uruguay sea más conveniente en algunos horarios.
UTE fue la empresa uruguaya que más exportó en 2021. Fue un año excepcional, dada la mayor demanda de Brasil ante una sequía. Las ventas al exterior llegaron a US$ 594 millones. Un 20% de la generación eléctrica nacional fue exportada. Respecto a los destinos, el 78% de la energía vendida fue hacia Brasil y el 22% a Argentina.
Señas de identidad
Silvia Emaldi (57 años) es casada y tiene un hijo de 13 años.
Entre sus hobbies destaca viajar y organizar reuniones familiares en casa, actividad ahora limitada por la pandemia.
¿Qué es lo que le da más placer de su trabajo al frente de UTE?
Me encanta trabajar en una empresa que da un servicio a toda la población del país, que debe estar disponible 24/7, que es esencial para la vida y el desarrollo de las actividades de todos los uruguayos.
¿Qué no puede faltar diariamente en su escritorio?
La lista de objetivos para el día y el seguimiento de los planes estratégicos de la empresa.
¿Una costumbre laboral que no haya perdido a pesar del cargo que hoy ocupa?
Reconocer y agradecer a las personas que con su trabajo logran que UTE dé un paso más en la mejora continua, y que cuando las cosas no salen tan bien, hacerme partícipe en el camino de compartir las oportunidades de mejora.
¿Una comida?
Pasta casera.
¿Una bebida?
Piña colada sin alcohol.
¿Su lugar en el mundo?
Uruguay… Me gusta Montevideo, la costa del este y el campo.
¿Qué tres características la definen?
Perseverancia, sencillez y autenticidad.