Emprendedoras industriales compartieron los principales desafíos y oportunidades que enfrentan para desarrollar sus productos

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En el encuentro M-Industria, organizado por la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) y el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), cinco emprendedoras compartieron sus experiencias sobre cómo equilibran el desarrollo personal con el liderazgo empresarial. Julia Olarte, Valeria De Angeli, Laura da Trindade, Magdalena Crisci y Lucila Castellanos, hablaron acerca de los desafíos de emprender, el rol de la familia, sus trayectorias profesionales y la gestión de sus negocios.

El evento, que se llevó a cabo el pasado 25 de marzo y fomentó el intercambio y networking entre expertas, empresarias, autoridades y emprendedoras que forman parte del sector manufacturero del país, visibilizó el impacto de las mujeres en la industria. 

El segundo panel de la jornada, titulado ‘Convergencia del desarrollo personal y el liderazgo empresarial: familia, carrera profesional y dirección de los negocios’, permitió conocer la historia de cinco mujeres emprendedoras que decidieron embarcarse en el ecosistema industrial con las oportunidades y desafíos que este presenta. Todas fueron o son apoyadas por CIU, a través de sus servicios y proyectos. 

La moderación estuvo a cargo de Yoselin Bía, miembro del Consejo Directivo de CIU y con amplia trayectoria en el sector industrial.

Obstáculos para el crecimiento de sus negocios

Entre las principales dificultades que viven las emprendedoras al momento de impulsar sus productos o procesos, las panelistas señalaron tres aspectos: los regulatorios, de comunicación y costos operativos. 

Julia Olarte, directora del emprendimiento 4 de Julia, es oriunda de Trinidad, Flores y produce alfajores artesanales, liderando un equipo de tres personas y logrando hitos como vender 3.500 alfajores en 10 días. “Comencé vendiendo seis alfajores y ahora producimos 16.000 por mes”, detalló. 

“El primer trago amargo fue la habilitación bromatológica en Montevideo, sabía que podía pasar”, agregó. Luego de un cambio en la reglamentación logró obtenerla para vender sus productos en Montevideo.  

Por su parte, Valeria De Angeli, socia fundadora de Rebío emprendimiento que produce productos de limpieza a base de plantas y biodegradables, afirmó que la reglamentación “por momentos es muy rígida y cuando uno viene con algunas características de su producto que no conocen o no están contemplados es difícil”. 

Además, habló del esfuerzo que les genera comunicar y llegar a la población con sus productos “llegar a la cabeza de los compradores y del consumidor final cuesta”. 

En tanto, Laura da Trindade directora de Sabía, empresa que produce aceite de oliva virgen extra premium en el departamento de Lavalleja, sumó otro desafío que impacta a su emprendimiento: el cambio generacional. “Éramos una empresa que venía siendo gestionada por nuestros padres”, por lo que traer una nueva impronta fue una apuesta. Por su rubro, también viven constantemente con los cambios meteorológicos los que influyen en las proyecciones, aunque “nos vamos acostumbrando, es una industria olivícola muy resiliente”, indicó.  

Magdalena Crisci, Lucila Castellanos y Candelaria French, dirigen Pika un negocio de diseño, producción y comercialización de juegos para niños. Crisci y Castellanos, hicieron énfasis en los beneficios fiscales, los que creen importantes incorporar para los productos nacionales dentro de su rubro.  

Hacia una industria más equitativa 

Las cinco emprendedoras se mostraron optimistas y alentaron a las mujeres presentes a animarse a emprender. Se destaca que en la industria manufacturera, las mujeres representan el 34% del empleo, con predominancia en roles operativos. 

Olarte señaló que “hay que apostar a lo que uno quiere y tender redes”. En su exposición, De Angeli sugirió cuidar las relaciones que se van construyendo en el camino y “tratar de poner cabeza fría”, en el proceso. 

Da Trindade, por su parte, comentó que “hay que animarse, a veces hay que probar y a veces falla, pero hay que probar”. Crisci y Castellanos siguieron en la misma línea: “Hay que creer en algo e ir tras ello, la motivación no puede ser el dinero porque no pasan por ahí las satisfacciones. Lo lindo es tener el sueño y trabajar para ello”. 

Promoviendo este tipo de encuentros, CIU apuesta a la generación de un sector equitativo y con mayores oportunidades.