La firma española Memoralia se basa en la premisa de democratizar y materializar algo tan frágil y valioso como la memoria humana, a través de la realización de biografías personales y corporativas. En esta edición de Empresas & Negocios conversamos con Jorge Escohotado, periodista y CEO y fundador de la compañía.
Por Naara Pérez Carrere | @NaaraPerez3
¿De cuántos de tus bisabuelos recuerdas su nombre? Esa es una de las primeras preguntas que Jorge, como buen periodista, me hace al comienzo de la charla. Pregunto yo, hablamos de democratizar la memoria, de las diferencias culturales entre España, su país de origen y Uruguay, del olvido, de lo que significa morir figurativamente, pero esa pregunta, su pregunta, me queda resonando a lo largo de la entrevista.
¿Y si hubiera una manera de guardar esas historias para siempre? Justamente de eso se trata Memoralia.
¿Cómo surgió la idea de Memoralia?
La idea me surgió cuando yo hacía obituarios, artículos de homenaje a ciertas personas. Eso me hizo pensar que en estos lugares solo podían aparecer famosos. ¿Y mi padre, mi abuelo, que para mí son importantes, nunca van a tener un reconocimiento de su vida?
Entonces decidí lanzarme a democratizar el homenaje al ser humano, al héroe anónimo.
En el 2008 dejé el trabajo en el que estaba y con 30 años decidí apostar todo por esta empresa.
¿Por qué Uruguay?
Porque nos parece el país más seguro de todo Latinoamérica, el más serio en cuanto a estabilidad jurídica.
Venir a Uruguay implica saltar el océano. En Europa no nos entendemos con nuestros países limítrofes, pero aquí sí, y por eso pensamos que desde esta parte del mundo puede haber una expansión rápida al resto del continente y esa es nuestra idea, pero en principio tenemos que hacernos fuertes en Uruguay y ver cuáles son las diferencias con España.
Estoy seguro de que hay muchas historias y muy bonitas, de héroes anónimos que han forjado la historia de este país y nuestra misión es ayudar a los uruguayos a que la conozcan.
¿Cómo se va a formar el equipo a nivel local?
Estuvimos formando a cinco biógrafos, explicándoles punto por punto cómo hay que hacerlo. Lo primero en esta labor es crear confianza; una persona no se va a abrir si no se siente a gusto.
Para recopilar toda una vida también es muy importante la organización, por eso todos los libros de Memoralia tienen secciones fijas, que son orígenes, infancia, juventud, plenitud y madurez, y se hace una entrevista por cada una.
Calculamos que cada biógrafo puede hacer entre dos y tres biografías simultáneas. En cada biografía participan cuatro personas independientes: el biógrafo, el revisor de ese biógrafo, el director de arte- que es el que hace el libro con las fotografías y documentos que nos van aportando- y el coordinador.
Nosotros reímos y lloramos con nuestros clientes, nos convertimos en una especie de miembros de la familia. La labor de biógrafo es de las más viejas en la historia de la humanidad. Luis XVI tenía biógrafos. Lo que pasa es que, antiguamente, lo que distinguía a un noble de un plebeyo era conocer sus antepasados, entonces ahora lo que Memoralia plantea es que todo el mundo tiene derecho a saber su pasado.
También brindan su servicio a empresas. ¿Cómo funciona?
Las empresas también tienen historia. Desde que se forman con una persona hasta llegar a los 1.000 colaboradores, es un recorrido muy bonito. Tanto empresas como seres humanos vamos atesorando experiencia, conocemos personas, tenemos sueños, frustraciones. A nivel de segmentos, Memoralia viene haciendo un 70% de biografías de personas y un 30% de empresas.
¿Cuál es el valor de materializar la memoria?
Estamos cubriendo un vacío existente en el ser humano, que es la necesidad de ser recordado. Mientras se hable de una persona esa persona está viva, mientras se la recuerde. Te he preguntado al principio de cuántos de tus bisabuelos conoces su nombre, de esos, de los que no te acuerdas, esos si están muertos. Y han pasado solo 75 años.
Sueño con una biblioteca de vidas. La historia de Uruguay es la historia de sus uruguayos, y la suma de estas hacen la verdadera historia del país.
Las biografías son una herramienta para transmitir valores, dan cuenta de por qué una familia es cómo es.
En este siglo estamos hablando todo el tiempo de memoria flash, USB, RAM, y se nos está olvidando la memoria más importante: la memoria familiar, la memoria humana, que es muy frágil.