Posicionar a las semillas de cáñamo como un producto insignia del Uruguay es la razón por la que Andrés Sosa y Rodrigo Gómez, dos emprendedores oriundos de Paysandú, decidieron fundar Goland, una compañía uruguaya pionera a nivel nacional y de Latinoamérica en la producción, industrialización y comercialización de productos naturales elaborados en base a este superalimento.
Por Naara Pérez Carrere | @NaaraPerez3
“Siempre nos imaginamos desarrollar una nueva agroindustria en Uruguay que sea innovadora, respetuosa con el medio ambiente y de alto impacto en los consumidores finales. Creemos que esta matriz se va a posicionar como otro cultivo importante en el país”, cuentan Andrés y Rodrigo sobre esos sueños que le dieron vida a su emprendimiento.
Fundada en 2019, Goland logró desarrollar una nueva matriz alimentaria, establecerse como uno de los principales referentes en su área y ser el productor más grande de cáñamo en Uruguay. En sus cinco años de vida y aprendizaje la empresa produjo en su plantación ubicada en Paysandú más de 100 hectáreas de grano, destinadas tanto para el mercado local como para el internacional.
Todo esto convierte a la semilla de cáñamo en un producto prometedor para el país, que ha despertado el apoyo de instituciones como Uruguay XXI, ANII, MGAP, LATU y la Cámara de Industrias.
“El objetivo es agregar valor, generar puestos de trabajo, posicionar a Uruguay en todo el mundo e impulsar un desarrollo agroindustrial sostenible”, explicó Sosa, analista en Comercio Exterior con experiencia en el rubro agrícola ganadero.
“Quisimos aprovechar el desarrollo agrícola que tiene Uruguay e impulsar lo que el país está en el debe, que es el área industrial, lo que significa elaborar el producto y que no sea un commodity, darle valor agregado con mano de obra nacional”, agregó Gómez, abogado de profesión con trayectoria en el mundo del e-commerce.
Actualmente, sumando el empleo directo e indirecto, Goland brinda unos 25 puestos de trabajo.
Potenciar nuevas tendencias alimentarias
La semilla de cáñamo -también conocida como “hempseeds” por su nombre en inglés- es considerada un superalimento por sus beneficios excepcionales para la salud.
Su principal virtud es que es una importante fuente nutricional por su alto contenido de proteínas vegetales completas, ácidos grasos esenciales omega 3, 6, vitaminas y minerales, entre los que destacan su aporte de hierro, fósforo y magnesio.
A la hora de sumar las semillas a las comidas, las posibilidades son infinitas, contaron los entrevistados. Dado que su sabor se asemeja al de la nuez, puede incluirse tanto en recetas saladas como dulces o consumirse solas, como cereales o snacks. También se pueden incluir en masas de pizzas, panes, budines y otras preparaciones de pastelería y combinan a la perfección en ensaladas, con yogures, helados, jugos de frutas, batidos o para sumar a salsas y aderezos.
Actualmente hay tres variedades de la marca en el mercado: proteína de semilla de cáñamo (hemp protein), semilla de cáñamo descascarada (hemp hearts) y aceite de semilla de cáñamo (hemp seed oil). “Esta semilla entra dentro de la categoría de superalimentos, lo que quiere decir que tiene una completa base de propiedades nutricionales y propiedades para la salud que son muy importantes”, detalló Gómez.
A futuro, en el área industrial, la empresa trabaja en el desarrollo de tres nuevos productos para sumar a su línea: Bebida vegetal, hamburguesas y una barra de cereales.
Desarrollar toda la cadena productiva
Goland decidió hacer todo el desarrollo en Uruguay de la semilla de cáñamo, incluida la industrialización y la comercialización.
Esto se debe a que para la empresa es importante controlar todas las fases de sus procesos, desde la siembra hasta la distribución, con el objetivo de garantizar la calidad de sus productos.
“Esto tiene muchos desafíos desde el punto de vista de lo productivo. Si bien Uruguay tiene hoy agricultores muy buenos a nivel mundial, no habían trabajado con cáñamo nunca, entonces el desafío fue convencerlos a ellos de que este cultivo era un cultivo con capacidad de escalar para producir alimentos.
En el área industrial el desafío fue enorme, no había máquinas, no había ingenieros industriales que supieran cómo trabajar este grano. Hicimos un vínculo con la Universidad Católica del Uruguay para empezar a escala piloto en su laboratorio, en el área de ingeniería de alimentos y trajimos las primeras máquinas”, rememoran los entrevistados, mientras evocan con nostalgia los nervios de la primera noche antes de que los productos salieran al mercado.
Ahora, desde el punto de vista comercial, el reto es educar e informar sobre la calidad de este superalimento, interés que actualmente se posiciona por quienes ya lo conocen, que son principalmente, deportistas, veganos y celíacos.
Pero la curiosidad se hace notar tanto a nivel local como regional, y en la última feria en la que participaron los emprendedores, en Brasil, según mencionó Gómez, recibieron una abrumadora cantidad de consultas, tanto de consumidores finales como de interesados en ser distribuidores de la marca.
En la actualidad, Goland está posicionado en las principales tiendas naturistas de Uruguay y en su sitio web vía e-commerce donde envían sus productos a todo el país.
Además, la compañía ya trabaja en su internacionalización. “Tenemos una primera etapa regional, en la que estamos trabajando con Brasil, Chile, Perú y Argentina, donde estamos trabajando en todo lo que tiene que ver con registros y procesos logísticos.
Y después, en una segunda etapa apunta a Estados Unidos y Europa”, detallaron los emprendedores.