Colaborar a favor de las buenas causas y hacer cosas por los demás es lo que Liza Mazzeo entiende como su vocación, hecho que combina con su profesión: Licenciada en Comunicación Publicitaria y Magister en Responsabilidad Social Corporativa. “Siempre quise que mi trabajo, en el que iba a estar tantas horas al día, tuviera un propósito, una contribución y satisfacción extra. Nada más lindo que contribuir con un mundo mejor”, expresó a Empresas & Negocios.
La entrevistada nació en Montevideo el 30 de octubre de 1979 y recuerda que de niña soñaba con ser astronauta. La vida la fue llevando por diversas áreas. Por ejemplo, su primer empleo fue de promotora. Hoy, y desde hace ocho años, trabaja para la compañía Directv, en la que se desempeña como gerente regional Escuela Plus para Latin America.
Su ingreso a la compañía se dio gracias a una conversación casual con una amiga de su infancia que le comentó que trabajaba en Directv y que había una vacante en el área de RSE. Averiguó sobre la propuesta y se anotó al llamado.
Ingresó en 2014 como jefa de RSE en Directv Uruguay, luego sumó responsabilidades en proyectos de educación y tecnología regionales. En 2019 pasó a tener un rol regional en Transformación Digital y en setiembre del año pasado tomó el cargo que tiene actualmente. “Escuela Plus es nuestro programa educativo que colabora en la disminución de la brecha tecnológica, principalmente en escuelas rurales de la región. A través de nuestra tecnología, recursos audiovisuales, materiales didácticos y propuestas de formación para docentes, potenciamos su uso pedagógico orientado al desarrollo de las capacidades de los estudiantes”, aseguró.
Entre los desafíos que su área presenta, Mazzeo destaca el poder hacer palpable el valor que aporta al negocio: medir y mostrar resultados del accionar, que es cualitativo. Llegaron a 10.000 escuelas en Latinoamérica, pero más allá de la escalabilidad del programa, lo que marca es una real diferencia, muchas veces difícil de expresar en números, en los estudiantes de primaria y secundaria que acceden al contenido y cuyos docentes los acompañan en el desarrollo de capacidades.
Por eso nuestro mayor desafío es transmitir cuál es el valor que como compañía aportamos para contribuir con la sociedad en la que tenemos operaciones.
Asimismo, ya asociado a la gestión cotidiana del programa, es muy interesante poder trabajar en alianzas con ministerios, acompañar los cambios y las mejoras educativas, y tener la posibilidad de ofrecer un programa con contenidos, formación y atención a las escuelas de calidad.
Lo que más le gusta de su empresa es que hay un interés genuino de colaborar en las comunidades donde está presente. “Darío Werthein, presidente de Vrio posee un profundo sentido y vocación por lo social y una gran trayectoria. Esto se vive en el quehacer cotidiano y el interés genuino marca una enorme diferencia. Él lidera el programa con una fuerte impronta personal”, aseguró la entrevistada.
En sus horas libres, a Mazzeo le gusta llevar a cabo actividades con su familia –su esposo Osvaldo y sus hijas Maia y Kala-, además de juntarse con amigos. “Disfruto la playa, hacer yoga, stand paddle o usar mi telescopio para ver el cielo”, asegura.
En su oficina no puede faltar un té para compartir, algún aroma energizante y alegría. Es apasionada por profundizar en su crecimiento espiritual, los talleres, los libros, las charlas y todo lo relacionado con esta temática.
“Otro aspecto a destacar es la posibilidad de aprender, crecer y desafiarnos constantemente. También valoro mucho el interés y cuidado hacia las personas y la flexibilidad, dos puntos que colaboran siempre con un muy buen clima laboral”, expresa.
Entre los aprendizajes que sus experiencias de trabajo le han dejado, nombró la importancia de tener buenos líderes, el valor y la riqueza del trabajo en equipo, la importancia de poner el corazón en lo que uno hace, y el no querer ser siempre tan perfeccionista: calidad y excelencia son mejores aliados que el perfeccionismo.
Vinculado a personas y experiencias, dijo que ambas le han dejado enseñanzas. “Mis padres por el valor del trabajo, la responsabilidad y constancia. Y en lo laboral, he tenido la oportunidad de aprender tanto de jefes no tan buenos como de líderes inspiradores. He tenido la suerte de cruzarme con varios. Me han enseñado el diferencial inmenso que hay cuando le ponemos el corazón a lo que hacemos y a confiar más en mí misma”, reflexionó.
Su libro favorito es ‘Muchas vidas muchos maestros’, porque entiende que muestra y enseña otra forma de conectar. ‘El don de arder: mujeres que están cambiando’ también lo elige porque permite conocer historias de mujeres luchadoras que pusieron su granito de arena para cambiar las cosas.
En cuanto a música, por la mañana le gusta algo más tranquilo como sonidos meditativos; para bailar, cualquiera, y para escuchar elige Andrés Calamaro, Bob Marley, U2, y también algo de música brasilera.
Su frase de cabecera es “mejor arrepentirse de haberlo hecho que arrepentirse por nunca haberlo intentando”.
De aquí a 10 años se ve como una persona más consciente, satisfecha por el camino recorrido, por las elecciones y el tiempo dedicado. “Y a nivel profesional espero poder mirar hacia atrás y ver con orgullo y alegría el esfuerzo y el trabajo realizado para contribuir con la educación y haber disfrutado de varios logros”, expresó.