Mauro Silveira y Sebastián Bellenda, fundadores de FibroUy
FibroUy es una empresa que se dedica al diseño y elaboración de productos en fibrocemento enfocados en el sector agropecuario, una de las ramas de la industria que más produce en nuestro país. El fibrocemento es un material que permite generar un producto versátil, duradero y más resistente que el hormigón, pero más liviano. Al mismo tiempo, debido a su durabilidad para “toda la vida”, implica grandes mejoras ambientales, evitando la utilización de plásticos descartables que ocasionan contaminación al momento de ser desechados.
¿Cómo y cuándo surgió la posibilidad de crear el emprendimiento?
A principios del 2018, Sebastián (socio de la firma) me llamó y me contó sobre el producto que había desarrollado para culminar su tesis como Licenciado en Diseño Industrial. Se trataba de un comedero de fibrocemento para la suplementación nutricional del ganado bovino. Como Licenciado en Gestión Agropecuaria me interesó lo que me estaba contando, y como amigos era divertido armar un emprendimiento juntos, así que me puse a investigar que era el fibrocemento y como estaba el mercado de comederos en Uruguay. Sebastián me llevo a la fábrica Pilor SA -creadores del fibrocemento Uruguayo que usamos actualmente- y desde ese día entendí que este material tenía que hacerse conocer en el rubro agropecuario. Estuvimos trabajando varios meses para lograr bajar los costos del producto, mejorando la eficiencia en el proceso industrial y lograr tener un precio competitivo en el mercado.
¿Cuál es su papel y responsabilidad en esta firma?
Seguimos trabajando a la par como el primer día, y tratamos todos los temas en conjunto, nos complementamos muy bien.
¿Cuáles son los principales objetivos de la empresa?
Creemos que aún no cumplimos nuestro primer objetivo que es el de hacer conocer al fibrocemento en el rubro agropecuario, estamos trabajando en ello, y creemos que vamos por buen camino, nos encontramos en más de 20 puntos de venta en todo el país. Hoy en día se utiliza mucho plástico, apostamos a que el productor entienda los beneficios de hacerse de un producto de larga vida útil, beneficios económicos y ambientales.
¿Qué cosas son las que distinguen a la firma?
Lo primero que llama la atención al cliente es el material y sus prestaciones. Según lo que nos comentaron algunos de ellos, ven como fortaleza nuestra capacidad para desarrollar productos a medida, que se ajustan a lo que necesitan. Y en ese diálogo de ida y vuelta es que fueron surgiendo nuevos productos, por ejemplo el pediluvio: una batea de poca profundidad para el tratamiento de problemas de patas.
¿De qué manera responde el mercado nacional frente a los productos de fibrocemento?
Encontramos una buena respuesta, el productor agropecuario se caracteriza por ser conservador, pero una vez que pone a prueba el producto y logra esa confianza, se transforma en un fiel aliado. Por lo tanto apostamos a largo plazo, confiando en que con el pasar de los años el cliente será consciente que el fibrocemento es ¨para toda la vida¨.
Estamos incursionando también en el mercado de diseño exterior, con una amplia gama de macetas y una línea de mobiliario con cuatro modelos de butacas y cuatro modelos de mesas, los muebles de fibrocemento son ideales para exterior ya que no necesitan mantenimiento y no se estropean con el sol ni con el agua. En nuestro instagram @fibrouy_exterior vamos mostrando parte de lo que hacemos.
¿Cuáles son los beneficios de este material?
El fibrocemento es 90% cemento y 10% fibras, debido a la composición física que se logra en la elaboración, las fibras se entrelazan logrando más resistencia a la compresión. Son fibras plásticas importadas, químicamente comprobadas en su resistencia al cemento. El cemento es un material de larga vida útil que resiste a las inclemencias climáticas. En comparación con el hormigón, los clientes ven como ventaja los problemas que se evitan al momento del traslado. A nivel de conciencia ambiental, debemos hacernos de productos de larga vida útil, generando la menor cantidad de basura posible.
¿Cuál es el ABC o los puntos esenciales de la empresa para trabajar y de qué manera se trabaja?
Compromiso, honestidad, humildad, respeto, buena comunicación y siempre apuntar a generar un descontracturado y agradable ambiente de trabajo.
¿Desde hace cuánto tiempo ingresó al área de emprendedurismo de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU)? ¿Por qué motivo?
A mediados del 2018 nos dimos cuenta que para continuar y crecer necesitamos un apoyo económico. Nos acercamos a la ANII y nos aconsejaron que nos postulemos al capital semilla de ANDE, es un capital para jóvenes empresas o proyectos validados técnica y comercialmente. Para acceder a esto es obligatorio hacerlo mediante una IPE (institución patrocinadora de emprendimientos). Hay una extensa lista de IPEs en todo el país, nos entrevistamos con las que se enfocaban en proyectos industriales y elegimos a la CIU, con quienes estamos muy agradecidos y en especial con Amelia Durante (Cegetec), quien fue y es nuestra mentora desde el primer día. De la mano de Amelia completamos los formularios para ingresar a ANDE, este proceso llevó varios meses, y comenzamos con el apoyo económico en Febrero de 2019.
¿De qué manera la CIU ha aportado al desarrollo del proyecto? ¿Qué herramientas existen para los nuevos emprendedores?
La CIU también nos apoyó con horas de asesoramiento legal, contable, marketing y comercial, y nos mantienen informados sobre las charlas que organizan todos los meses. Algo a destacar este año fue el programa Empresario-Emprendedor, el cual consiste en asignarle un empresario a cada emprendimiento, y se realizan reuniones mensuales entre el empresario, el emprendedor y un articulador. Nos tocó trabajar con la empresaria Cecilia Casulo, una mujer con una fuerza increíble, que actualmente es la directora de Cufma (Cámara de Fabricantes de Maquinaria e Implementos Agrícolas).
