La directora regional de Great Place to Work (GPTW), Carolina Bestard, se reunió el con empresarios y líderes de nuestro país en el Hyatt Centric Montevideo. En ese marco, realizó un análisis de la nueva perspectiva que se le debe dar al empleo para adaptarse a los tiempos actuales, donde los millennials son la generación predominante y es necesario transformar el modo de relacionarse laboralmente.
En los inicios del mundo laboral, cuando la economía comenzó a depender de la industria, los cambios rompieron con el esquema de la esclavitud y se dio paso a la creación de empresas con las figuras de jefe, obrero y salario. Ese quiebre fue hace casi 200 años. Puede pensarse que hoy, debido a los avances de la digitalización y las generaciones, sea necesaria una nueva transformación en el campo del trabajo.
En una exposición bajo el título “¿Qué tipo de líderes queremos ser?”, Carolina Bestard, directora regional de GPTW, y licenciada en psicología organizacional -rama que la ha llevado a darle un tratamiento emocional al ámbito laboral-, la especialista hizo alusión al concepto de “salario emocional” como forma de potenciar a los equipos y colaboradores en las empresas.
La ejecutiva indicó a Empresas & Negocios que las reglas de los trabajos han cambiado y, sin embargo, se utiliza la misma manera de gerenciar desde hace 40 años. “En el liderazgo nosotros todavía no hicimos un clic de lo que necesitamos cambiar; creemos que adoptando tecnologías y prácticas vamos a lograr entender y meternos más en esta nueva ola. Pero es totalmente insuficiente y absurdo eso, necesitamos un cambio radical en nuestra manera de dirigir organizaciones”.
Según una encuesta realizada por el organismo, 70% de las personas que dejan sus empleos lo hacen por problemas de relacionamiento con sus jefes. Únicamente, el 30% lo realiza por motivos salariales o beneficios. Bestard explicó que se sabe hacer el trabajo, se conoce el producto y se capacita, pero el problema mayor está en la comunicación y en la falta de confianza mutua entre jefes y empleados.
“Tal vez antes no se contemplaban los temas emocionales, solo se iba y se hacía la tarea, pero hoy estos son los problemas que traban todos los objetivos de la empresa. Entonces, un desafío para los líderes es empezar a explorar el mundo de las emociones y acercarse a las personas de manera diferente. Que no haya temor de felicitar a un empleado por miedo a que le pida un aumento de sueldo”, explicó Bestard.
Intereses millennials
La entrevistada sostuvo que al dirigir, el líder proyecta sus problemas a los demás, pero antiguamente eso no importaba, las personas obedecían, la jerarquía era lo más importante. Sin embargo hoy, ni la cantidad de títulos, ni la carrera, ni la trayectoria es suficiente, porque se transforman en dirigentes las personas que inspiran a los demás, y sobre todo si se trata de millennials.
Es por esta razón que Bestard expuso que la nueva generación digitalizada debe ser entendida por los jefes y no al revés. “Una de las claves actuales es otorgarle sentido al trabajo para que los nuevos trabajadores se sientan interesados, explicarles para qué hacen lo que hacen, por qué, y nosotros, los mayores, tenemos que acostumbrarnos al ritmo de esta generación”, enfatizó.
Otro factor que los líderes deben comprender, según la empresaria, es la necesidad de equilibrar tecnología y digitalización con los valores ya existentes, como la autodisciplina, el respeto y la responsabilidad. Esto porque muchas veces los jefes creen que se perderán por el modo de ser de los jóvenes, que se encuentran en constante vínculo con los demás a través de dispositivos digitales que parecen quitar su atención del trabajo.
“Hace algunos años, los empresarios me decían que en sus organizaciones estaba prohibido el uso del celular o de internet porque todo el mundo chateaba. Pero hoy nosotros tenemos que adaptarnos. Todo lo que tardábamos en conseguir un contacto, un joven lo hace en minutos a través de las redes”, aseguró Bestard.
En esta línea, subrayó que es necesario modificar la manera de inculcar valores, porque la imposición no es tomada de buena forma. “Ellos quieren ser liderados por personas auténticas, que prediquen con el ejemplo, no desean seguir títulos, carreras ni jerarquías, sino inspiraciones”.
Rentabilidad sin sostenibilidad
Pero, ¿cómo afecta esta nueva manera de liderar la rentabilidad de las empresas, donde su misión principal es ser generadoras de riquezas? Desde GPTW, estudios de investigación muestran que las empresas que apuestan por el personal y que ponen al colaborador y al empleado como centro del negocio son las que a la larga consiguen mejores resultados y más retorno de la inversión.
“Hay empresas que son rentables y ganan mucho dinero sin el estilo que planteo, pero no son sostenibles”, explicó la entrevistada. Además, aseguró que a veces se cree que cuanto menos ganen los empleados, más ganarán los jefes, pero cuanto más se reparte, más se permite que las personas que están trabajando alcancen sus objetivos y, por ende, más se comprometan, dijo.
En este sentido, cada vez más inversores apuestan por la sostenibilidad y no tanto por la rentabilidad, señaló Bestard, y que el poder mantenerse en el tiempo como empresa al final, es lo que genera más ganancias. “Conservar un equipo de trabajo sólido y comprometido permite el desarrollo de la empresa de manera más segura”, añadió.
“Alguien trabajando en un lugar donde se siente bien y se le dan oportunidades, tendrá ganas de dar lo mejor. Siempre les digo a los empresarios que todos queremos que los empleados se comprometan con nosotros y la empresa, pero, ¿por qué haría el empleado eso? ¿Qué está dispuesto el empresario a darle? Si cada jefe se compromete con los empleados, automáticamente se generará un compromiso mutuo”, aseveró.
La empresa ideal, entonces, según la visión de GPTW, es la que coloca al personal en primer lugar, y lo toma como el recurso más importante y valora cada talento. “Pero si se observan las organizaciones y conformación de sus departamentos, se nota que aún estamos lejos de eso”, se lamentó la especialista.
“Una empresa está para ganar dinero, es un lugar donde se generan riquezas para los países; el problema está en cómo llego a esa ganancia. El crecimiento económico de la empresa tiene que ser producto del crecimiento de las personas. Y es necesario comenzar por los líderes, que ellos procuren ocuparse del ser en primer lugar, para luego involucrar el hacer”, puntualizó Bestard.
Digitalización amigable
L a preocupación de los empresarios líderes por el uso de la tecnología en horario de trabajo, como son los celulares, es cada vez mayor. Pero Bestard planteó que es parte del desafío familiarizarse con ello. “Es más provocador que digan: ‘tené tu celular acá y úsalo las veces que quieras, pero yo tengo unos indicadores y te pido resultados’. No importa cuánto chateen sino que entreguen los resultados cómo y cuando corresponda. En esa acción queda en evidencia la exigencia de compromiso con el trabajo pero sin coartar la libertad personal”, aseguró.
Planteó, además, que entender eso es desarrollar empatía con esta nueva generación. Pero muchas veces los mayores no estamos dispuestos a tener ese vínculo, aunque ese es el camino por el que tenemos que empezar a transitar y será el éxito del negocio. Es necesario, por tanto, ver a la digitalización como un factor amigable que fortalezca los lazos entre líderes y colaboradores.