El Hospital Británico inauguró nuevas salas de nacer o birthing rooms, concepto en el que fue pionero hace un cuarto de siglo y que ahora lleva al siguiente nivel, con más tecnología y confort, de modo de asegurar la mejor experiencia posible a las familias que confían a la institución una instancia tan importante como el nacimiento de un hijo.
Las salas de nacer o birthing rooms ocupan un lugar de privilegio en la larga lista de aportes del Hospital Británico a la medicina en el Uruguay. Las habitaciones que se transforman en salas de parto fueron concebidas a partir del concepto de parto humanizado, de modo de facilitar a las embarazadas un parto confortable y seguro.
Esas consignas se mantienen y se proyectan al futuro de la mano de un entorno completamente renovado y con la seguridad técnica y edilicia necesaria para que el parto sea un momento único.
Creadas a comienzos de la década del 2000, ponen a disposición de las pacientes y sus parejas la posibilidad de disfrutar de un parto lo más confortable y natural posible, de acuerdo con sus deseos y necesidades, y con el mejor equipamiento médico disponible, si se presentaran complicaciones.
La innovación pionera liderada por el doctor Juan Carlos Scasso recibe un nuevo impulso que avanza en la misma dirección: asegurar a las mujeres que darán a luz el confort, la privacidad y la intimidad que merecen en un momento tan trascendente, juntamente con una atención médica de excelencia.
Los actuales jefes del Departamento de Ginecología Obstetricia del Hospital Británico, doctores Gonzalo Sotero y Juan Alves, asumieron también el desafío de profundizar los altos estándares académicos que respaldan la atención que se brinda a socios y usuarios.
La realización de ateneos semanales y el trabajo integrado de las distintas disciplinas o especialidades médicas respaldan y aseguran la mejor asistencia feto-materna.
Durante todo el embarazo, la mamá recibe una atención personalizada según sus necesidades, sus expectativas y las patologías previas que puedan condicionar su tratamiento.
El ginecólogo tratante guiará a la mamá y su acompañante durante todo el proceso y podrá apoyarse en todas las disciplinas médicas disponibles en el hospital de ser necesario. En el marco de un abordaje multidisciplinario, cada una de ellas aportará su conocimiento y experiencia en caso de ser requerida.
El servicio cuenta asimismo con orientación genética, apoyo psicológico, apoyo nutricional y la intervención de especialistas en diabetología gestacional si fuera necesario. Sus aportes se suman a los de las clases de parto y nacimiento, de ecografistas, neonatólogos, anestesistas del parto y de todo el equipo de ginecólogos y enfermería del servicio.
“El propósito es acompañar a la mamá y a su familia a transitar el embarazo con todos los cuidados que el Hospital Británico puede ofrecerle: desde el confort de una infraestructura diseñada especialmente hasta el monitoreo fetal moderno, para que la mamá deambule en el trabajo de parto”, resumió Sotero.
“El objetivo al diseñar cada Plan de Parto es que sea el más cuidado y adaptable a las necesidades y preferencias de cada binomio, respaldado por el mejor nivel profesional del equipo asistencial”, valoró Alves.
Las nuevas salas de nacer resultan de este concepto y del trabajo mancomunado de los equipos profesionales del Hospital Británico en pos de la seguridad de socias y usuarias.
Llevar una idea innovadora al siguiente nivel también confirma que el Hospital Británico mantiene firme su cultura de humanización y cuidado de sus usuarios, respaldando el compromiso con la formación académica permanente y altos estándares de calidad y excelencia en los servicios que presta.