Fue el primer instituto de habla no inglesa en el mundo en conseguir el reconocimiento de un profesorado internacional. El Instituto Dickens cumplió 45 años enseñando el idioma de los Beatles en un ámbito de diversión y empatía, donde los alumnos son el centro.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Todo comenzó hace 45 años, en una época donde el inglés se enseñaba en Uruguay de una manera rígida, haciendo foco en la gramática y restándole importancia al área oral y a la comunicación. Mónica Harvey de Campisteguyera hija de un matrimonio inglés y la primera uruguaya de su familia. Desde pequeña había tenido que desenvolverse muy bien con el idioma de sus padres.
A los 18 años comenzó a enseñar inglés en colegios gracias a una propuesta que decidió aceptar y que llegó en el momento que más lo necesitaba. “Fue algo increíble. Ahí aprendí que enseñar inglés era la pasión de mi vida. Cada año que pasaba era más feliz”, narró a Empresas & Negocios.
Años más tarde, ingresó a un instituto de enseñanza de esta lengua. Fue entonces cuando, trabajando junto a una amiga, Micaela Goldfarb, comenzaron a cuestionarse sobre la forma en la que debían instruir a sus alumnos.
Ambas eran jóvenes y visionarias. Deseaban dar clases bajo un ámbito de recreación y diversión, algo para lo que no había lugar en los salones donde los bancos se ordenaban en frías filas y toda la atención estaba concentrada en el profesor. “Aparte de gustarnos, creíamos que había que cambiar las cosas. No podían seguir bajo ese ritmo tan aburrido”, expresó Harvey.
No obstante, un día el deseo se hizo realidad. Desde la dirección solicitaron a Harvey que realizara un curso nuevo, bajo la metodología que ella entendiese facilitara el aprendizaje. “Tuvo muchísimo éxito”, recordó la fundadora del Instituto Dickens, hoy retirada de la dirección pero cuya opinión es fundamental en la toma de directrices de la institución.
Harvey realiza un viaje y atraviesa los años, el esfuerzo y la persistencia que necesitó para llevar a cabo sus ideas, revolucionarias para la época. Nunca dudó en que la forma de enseñar debería ejecutarse haciendo foco en la empatía con el alumno. Incluso, cuando en su lugar de trabajo le agradecieron por el curso que había elaborado, pero no continuaron con su metodología debido a los lineamientos ya instaurados.
Fue el momento de la oportunidad. Con el objetivo en claro, aunó esfuerzos junto con Goldfard y juntas alquilaron un garaje. Allí tendrían su propio instituto. El sitio necesitaba de amueblamiento, por lo que visitaron un remate, donde adquirieron sillas y mesas viejas y apolilladas. Restauraron el lugar, pintaron los muebles de colores brillantes e hicieron dibujar, con un pintor conocido de la ciudad, dos enormes soles amarillos sobre una puerta verde.
“Quedó precioso, una cosa fuera de lo común. Abrimos las puertas y ese año tuvimos 80jóvenes. Vinieron enloquecidos a estudiar inglés de una forma innovadora”, relató Harvey y acotó como anécdota que los estudiantes debían recurrir al bar de la esquina si deseaban utilizar el baño.
Los alumnos cambiaron su forma de sentarse; ahora se disponían en forma de herradura para lograr una mejor comunicación entre todos. Asimismo, utilizaban juegos de roles donde los estudiantes se transformaban en personajes, incluso con la utilización de máscaras. “Era divertidísimo”, expresó Harvey con una sonrisa en sus labios.
El éxito fue tal que al año siguiente debieron alquilar un nuevo local e incluso incorporar clases para niños. Se mudaron a Pocitos y comenzaron un crecimiento que se mantiene hasta nuestros días.
Actualmente, el Instituto Dickens cuenta con una casa central en 21 de Septiembre 2744 donde concurren cerca de mil alumnos y otras dos sucursales. Cerca de 15 mil alumnos en todo el país aprenden con 500 profesores independientes externos bajo los programas de Dickens.
Además de cursos presenciales, online y a medida, Dickens ofrece un servicio de apoyo y capacitación a 50 colegios. Asimismo, es centro oficial de exámenes de Cambridge International Examinations, Cambridge English LanguageAssessment y Trinity College London donde se presentan siete mil alumnos anualmente. Igualmente, acompañan desde el comienzo al Plan Ceibal, dando clase a los niños de las escuelas a través de videoconferencias. Desde 2013 incursionan en un nuevo idioma: el portugués.“Para mí la característica más importante del Dickens es que tiene empatía con la gente y vemos lo que necesita”, dijo Harvey.
El primer profesorado internacional
En el comienzo, instituto ofrecía un profesorado de buena calidad pero de validez nacional, algo que a su fundadora le preocupaba, por lo que comenzó a golpear puertas. En 1992,Trinity College London les otorgó la validación.Con este hito, Uruguay fue el primer país del mundo, no nativo de habla inglesa, en contar con un profesorado internacional. “Estamos a nivel máster en enseñanza de inglés. Estamos muy orgullosos porque ahí abrimos una brecha”, señaló a Empresas & Negocios Patricia Álvarez, actual directora de Dickens e hija de Harvey.
Los egresados de esta carrera pueden dar clase en cualquier parte del mundo y son “muy cotizados”, dijo Álvarez.“Los alumnos que se transforman en profesores salen con un 100% de empleo”, añadió.
La fundadora del instituto señaló que días atrás la contactaron desde China para que enviase profesores de inglés, e incluso desde Arabia. Es que Dickens es proveedor a nivel mundial de cursos de profesorado Trinity, por lo que cualquier persona del mundo podría llegar a Uruguay para realizar esta carrera.
No obstante, Álvarez expuso que el motivo por el que no llegan a nuestro país responde a una cuestión de costo de calidad de vida que tiene Uruguay, que está por encima de otros países. “Uruguay se conoce internacionalmente por el nivel de inglés que tiene. No sé los números, pero sé que cuando rinde lo hace bien”, aseveró Álvarez.
Los errores hermosos
La directora del instituto describe a su madre como un referente, alguien que quebró la forma rígida de enseñar. “En Dickens uno aprende divirtiéndose, porque la única manera de llegarle al alumno es por la parte afectiva”, concluyó.
“Siempre dije que lo más importante es cuando el alumno comete un error, un beautifulmistake. Antes me miraban como si estuviera loca, pero hoy es lo último. Sin embargo, hace más de 40 años ya se debía de saber, porque son cosas naturales”, subrayó Harvey.
Desde Dickens no reconocen una única metodología para enseñar, sino que, por el contrario, utilizan varias donde el centro de atención es siempre el alumno. En este sentido, se instruye a cada estudiante de una forma distinta, respetando sus respectivas habilidades y características y guiándolo para que sea él quien realice el proceso de aprendizaje.
“Es el profesor el que tiene que facilitar que el alumno aprenda mejor”, manifestó Álvarez. Agregó que durante el proceso de incorporación de conocimientos se deben utilizar todas las herramientas que estén disponibles para comprender tanto a la Reina Isabel como a un turista australiano.
Harvey argumentó que estudiar este idioma hace que los alumnos estén más predispuestos a comprender las culturas del mundo y el funcionamiento de las cosas, dado que no sólo se debe estudiar la gramática, sino las costumbres de otros países. “El inglés es una herramienta para poder aprender”, añadió.
Elunicornio y el escritor
El nombre de la academia se debe a la gran admiración que profesaba Harvey hacia el escritor británico Charles Dickens, pero sobre todo a su nieta, Mónica Dickens, quien narró a través de crónicas la naturaleza humana.
“Ella escribía sobre lo que pasaba dentro de hospitales, las casas de familia y la gente que se quería suicidar. A mí me llegó al corazón todo lo que podía pasarle a los seres humanos, por eso siempre tuve afecto por ella”, recordó Harvey.
El ícono del instituto es un unicornio. Su fundadora explicó que el escudo de armas de Gran Bretaña posee este ser mitológico junto a dos leones. “Significa la magia que queremos darle a los alumnos. El unicornio es un ser extraordinariamente bueno, entonces lo decidimos adoptar, porque en el escudo hay muchos leones pero solo un unicornio”, confesó la fundadora.
Ánima
En los últimos tiempos se incorporaron a Ánima –que ofrece un bachillerato tecnológico y formación dual- cuya participación es totalmente honoraria. La idea es que los alumnos de esta nueva institución obtengan una formación de Dickens que luego sea valorada a la hora de buscar un puesto laboral. “Es una maravilla poder contar con esto. Lo hacemos como un colegio más”, expresó Harvey.
A partir de este año, 125 alumnos comenzaron su instrucción de inglés. “No es fácil con el inglés que traen pensar que en tres años tendrán un nivel First. Estamos apuntando alto, pero es la única manera. De todas formas, hay diferentes realidades”, reconoció Álvarez.
God save the Queen
“Tenemos la suerte de enseñar algo que Inglaterra vendió muy bien. El país invirtió mucho en educación de la segunda lengua”, señaló Álvarez y remarcó que los mejores libros que se tiene para estudiar un idioma son de inglés británico. Harvey coincidió y agregó que Gran Bretaña no cesa de realizar investigaciones sobre lingüística, por lo que los textos se renuevan cada poco tiempo.
Afirmar las bases
Álvarez hizo referencia a que cada año aumenta la cantidad de adultos jóvenes que desean aprender inglés desde cero, por lo que en el último tiempo los grupos se han triplicado. Añadió que llegan en busca de un idioma práctico que se pueda aplicar rápidamente para trabajar. “El alumno necesita algo para ya. No puede estar esperando. Sí lleva tiempo y un proceso. Para llegar a un examen internacional te va a demandar entre 3 y 5 años comenzando desde cero”, consideró.
No más grandes, mejores.
Mirando hacia el futuro, el instituto pone su meta en mantenerse a la vanguardia y continuar mostrando el mundo a través del idioma. “Lo más importante es seguir trabajando para ser mejores, no más grandes. El Dickens tiene que seguir manteniendo su buen nombre”, sostuvo Álvarez. “Hoy en día el ofrecemos todos los servicios que pueden haber en torno al inglés, debemos estar pendientes en el futuro de todo lo que pueda aparecer”, dijo.