Junto a actores del ámbito público y privado, la institución bancaria participó en la estructuración e implementación del primer Bono de Impacto Social del país. Con esta nueva herramienta financiera se benefició a estudiantes de Ánima Bachillerato Tecnológico.
El banco destinó US$ 200.000 al Bono de Impacto Social, lo que lo convierte en el mayor inversor privado en esta iniciativa. El objetivo final es mejorar las tasas de finalización de la educación media superior, la continuidad educativa y la inserción laboral de los jóvenes beneficiarios. Los resultados primarios han sido positivos, con 47 aprobaciones sobre 50 estudiantes. De este modo, Itaú espera que esta innovadora herramienta contribuya con la transformación social, y colabore con el desarrollo de las personas y la economía sostenible. «Nos entusiasma haber participado en la estructuración e implementación del primer Bono de Impacto Social de Uruguay, fruto de un trabajo colaborativo de muchas personas. El Bono tiene una duración de cuatro años y los resultados de este año fueron muy positivos. «Esperamos que esta herramienta se transforme en un modelo a seguir y que podamos continuar apoyando la transformación social», comentó Florencia Lecueder, directora de Transformación de Itaú.