Javier Carrique, director regional de Red Hat
El director regional de la multinacional norteamericana Red Hat, Javier Carrique, conversó con CRÓNICAS acerca del desarrollo de la “cultura open” en las empresas locales, la importancia de la neutralidad y las oportunidades que ofrece al código abierto en la nueva normalidad.
La emergencia sanitaria desafió a las empresas locales a fortalecer su digitalización. En este marco, el código abierto ofrece un ecosistema de flexibilidad que permite, de forma colaborativa, crear soluciones de software. El líder en código abierto del mercado a nivel mundial, Red Hat, ofrece soluciones de mayor seguridad y estabilidad en sus productos, trabajando en cooperación con otras grandes firmas como Microsoft, IBM o Amazon Web Services, para favorecer su montaje en la nube y así lograr una mejor performance.
El código abierto genera un modelo de desarrollo de software colaborativo a través de la contribución que hacen distintas personas o empresas alrededor del mundo. El aporte de compañías como Red Hat potencia enormemente el desarrollo de estas herramientas, compartiendo conocimiento para la aplicación de los proyectos.
“El código abierto se nutre de las distintas necesidades de la comunidad y la funcionalidad es creada por los propios usuarios o los colaboradores del código, con lo cual el proceso de innovación que se da es muchísimo más rápido porque hay una relación directa entre lo que la comunidad necesita y el desarrollo de ese software”, explicó el director regional de Red Hat, Javier Carrique.
La función de Red Hat es elegir algunos proyectos que tienen capacidad de uso empresarial y transformarlos en consumibles a nivel corporativo. Esto se hace a través de un modelo de suscripción y esos proyectos están dotados de una capa de seguridad, estandarización y garantía de un ciclo de vida de los productos de 10 años. “Se agrega una capa de soporte que no solo es reactivo ante un incidente, sino que también es proactivo y permite que las empresas puedan utilizarlo y nutrirse de él para que el proyecto resulte más efectivo. Ese es el modelo de open source”, explicó Carrique.
En los hechos, sin saberlo, a diario se utilizan decenas de aplicaciones con open source en los dispositivos móviles. “Hoy el mercado adoptó el open source como una de las fuertes más grandes de innovación. Algo que hace 20 años era mirado de costado, hoy es totalmente lo contrario. La innovación viene por ese lado y las empresas más importantes apuestan a él para llevar adelante sus proyectos”, enfatizó el ejecutivo.
Con neutralidad
El open source trae de la mano el concepto de neutralidad. “Nosotros, en esa neutralidad, interactuamos con todos los actores del mercado, ya sean otras plataformas de hardware, aplicaciones de software o las distintas nubes”, detalló Carrique y añadió: “Somos una pieza de un rompecabezas que interactúa tanto con otras soluciones de open source como con soluciones de desarrollo bajo un esquema de código propietario”.
En este marco, el director regional de Red Hat explicó que en la pandemia se dio un paradigma por el cual muchos procesos que estaban en carpeta se aceleraron y el open source fue, efectivamente, un catalizador para poder acelerar estos procesos.
Asimismo, esta modalidad de trabajo implica también una diferencia cultural que Red Hat busca transmitir a sus clientes: la cultura open. “Al ser colaborativo, hay mucha interacción entre distintas redes que cooperan de forma virtual, escriben el código y no se ven ni están en la misma empresa, pero esa colaboración habla de un cambio en donde lidera el que tiene el conocimiento”, sostuvo Carrique, y remarcó: “El 95% de los proyectos que teníamos antes de la pandemia continuaron sin problema de forma virtual”, dejando en evidencia el buen desempeño de la cultura open.
Según Carrique, las empresas uruguayas ya están preparadas para hacer este cambio de chip. El ejecutivo enumeró algunos casos de éxitos con los que trabaja en el país, entre los que se encuentra la Intendencia de Montevideo, UTE y el BROU. “Ellos y Agesic trabajan hace rato en cambiar esta cultura organizacional. Hoy se arman células colaborativas, donde el objetivo es entregar una pieza de software, una aplicación. Vemos una madurez interesante respecto a estos procesos en el país”, enfatizó.
Sin ataduras
“El foco de Red Hat es que puedas correr tus cargas de trabajo donde quieras”, reafirmó Carrique. Esta flexibilidad permite que las cargas de trabajo puedan alojarse en nubes híbridas, es decir que no se requiere tener todo alojado en el propio data center de la empresa. A través de Red Hat las soluciones pueden correrse desde los servidores propios de la compañía, desde un data center como el de Antel, o desde nubes públicas como AWS o Azure; incluso pueden combinarse ambos sistemas a conveniencia del usuario. “Esa es la virtud que tiene Red Hat, es decir, dar la movilidad que es súper importante a la hora de gestionar estrategias futuras y no se está atado a una plataforma o a una tecnología”, reflexionó.
En este sentido, la compañía se presenta como un habilitador de las empresas en sus estrategias de modernización y les ofrece la oportunidad de correr sus cargas de trabajo donde ellos deseen a través del establecimiento de una arquitectura que les permite trabajar de una forma ágil. “Cada vez son más las empresas que eligen nubes híbridas y que llevan allí cargas más críticas”, apuntó el director y subrayó que este es el camino que quiere seguir la empresa en la región.