El reconocimiento internacional es otorgado por la Fundación Corresponsables en materia de Sostenibilidad, Responsabilidad Social y la premiación tuvo lugar en la gala anual en el Centro de Convenciones Port Aventura de Tarragona, España.
El premio a Mejor Local Comercial Eco Amigable evalúa y destaca distintos aspectos de la intervención realizada en La Especialista, marca que es parte de la historia uruguaya desde 1930 con su clásico local de la calle General Flores y Colorado, un punto de encuentro de montevideanos de todas las edades que conservan la tradición de almorzar pastas los domingos.
La Especialista fue fundada en 1930 y es una empresa familiar del rubro alimenticio, altamente comprometida en términos de sustentabilidad. En 2020, la empresa cambió todos los envases de pasta larga vida para disminuir el consumo de plástico, montó un molino eólico en Solís de Mataojo (la electricidad que genera es distribuida por UTE), y realizó una gran inversión para llevar a cabo recetas más saludables, en búsqueda de mejorar la elaboración de sus productos para mantenerse por debajo de los límites de sodio y grasas saturadas, entre otros.
El trabajo de la interiorista Lucía Casanova forma parte del proceso en el que se embarcó la marca, con el objetivo de diseñar un local al público que reafirme todos esos compromisos en un espacio donde se restaura patrimonio edilicio y se integra a la naturaleza con jardines verticales, para poner en valor la historia y la estrecha relación socio-cultural de la marca con el barrio donde ha estado presente por casi 100 años, haciendo historia en una comunidad con la que mantiene una estrecha relación.
Para este trabajo, el vínculo entre la diseñadora y el cliente fue un aspecto clave. Esta empresa familiar había elegido a Casanova para una intervención anterior que contribuyó a afianzar la impronta de una marca con historia y el trabajo de restauración y puesta en valor de antigüedades realizado en 2018, que abrió un canal de comunicación impensado con los clientes mayores, quienes comenzaron a hacer sus propios aportes a la colección vintage del local, colaborando con pequeñas piezas históricas de cocina.
Más allá de ese público fiel de toda la vida y que abarca a distintas generaciones, la misión era pensar en las generaciones más jóvenes y encontrar un lenguaje que permitiera mostrar toda esa parte histórica, desde un ángulo más fresco y con un estilo moderno y juvenil.