El nivel de actividad en el primer trimestre de 2019 disminuyó 0.2% respecto al mismo trimestre del año anterior. Para la serie desestacionalizada, el indicador se mantuvo constante, por lo que se completa un año de estancamiento.
Por Sofía Tuyaré (*)
Con la confirmación de los datos oficiales de cuentas nacionales publicados por el Banco Central del Uruguay (BCU), la economía cumple un año de variación casi nula. Ante esta realidad, se prendieron las alarmas y crece el temor a que el nivel de actividad uruguayo entre en recesión. Algunos sectores ya se encuentran en esta situación, dado que registran más de dos trimestres con comportamientos contractivos.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay el año pasado se incrementó 1.6% y con este resultado se cumplieron 16 años de crecimiento interrumpido. Sin embargo, en los últimos años el comportamiento fue magro y a finales del año pasado la economía se estacó.
Según los últimos datos publicados por el BCU, el PIB disminuyó 0.2% en el primer trimestre del corriente año para la medición interanual. Esta caída se registra luego de una desaceleración en los trimestres anteriores. Recordemos que en el cuatro trimestre, la economía creció 0.6% para la misma medición.
Si se compara el primer trimestre de 2019 respecto del cuarto de 2018, considerando la serie desestacionalizada, el nivel de actividad se mantuvo constante. Estos datos muestran estancamiento en la actividad, debido que para este registro se observan cuatro trimestres consecutivos de crecimiento casi nulo. En el periodo octubre-diciembre, el PIB disminuyó 0.2% respecto al trimestre inmediatamente anterior. Por lo tanto, el comportamiento desde el segundo trimestre del año pasado confirma el enfriamiento en la economía local y se incrementan los riesgos de recesión.
Sectores
Algunos sectores muestran señales de debilitamiento hace varios trimestres y no logran retomar el dinamismo. El comportamiento fue dispar según la rama de la economía, pero la mayoría enfrenta importantes desafíos y los datos empiezan a mostrar estas dificultades.
Por lo general, se utilizan dos medidas para analizar la evolución del indicador. Se compara el trimestre actual contra lo sucedido un año atrás, es decir mismo trimestre del año anterior, y también se coteja con el trimestre inmediatamente anterior, tomando la serie desestacionalizada para evitar distorsiones estacionales. Este último registro nos brinda una información más cercana respecto al comportamiento de la variable, pero es importante leer ambos indicadores.
Si se analiza solo lo sucedido en el primer trimestre de 2019 respecto al cuarto de 2018, el PIB se mantuvo contante debido a la expansión de la Industria manufacturera y Suministro de electricidad, gas y agua, compensado por los descensos en el Comercio, reparaciones y hoteles y la Construcción.
Para el registro interanual, la mayoría de los sectores se comportaron de manera contractiva, a excepción de Transporte, almacenamiento y comunicaciones y Suministro de electricidad, gas y agua. Para esta medición, se destaca la incidencia negativa del sector comercio, debido a la caída tanto en la actividad comercial como en los servicios de restaurantes y hoteles. En estos últimos rubros, el comportamiento se explica por la menor demanda realizada por turistas, debido a que ingresaron menos cantidad de visitantes al país, especialmente argentinos.
Gasto
La otra lectura de los datos de cuenta nacionales es el componente del gasto final, relevante para ver el comportamiento de la demanda interna y externa.
Según el BCU, en el periodo enero-diciembre de 2019se registró una caída en la demanda interna, debido al consumo y a la inversión del sector privado.
En el primer trimestre de 2019, el consumo cayó 0,3% respecto al primer trimestre de 2018debidoa la disminución en el consumo privado que fue parcialmente contrarrestado por el incremento en el consumo del gobierno.
La inversión también registró una caída en su desempeño en el comienzo de año. La formación bruta de capital disminuyó2,6% productode la baja en la formación bruta de capital fijoque fue parcialmente contrarrestada pormayor acumulación de stocks. Si se desagrega según sector institucional, se observa que la baja se debió a la menor inversión del sector privado, sobre todo en la disminución del rubro maquinaria y equipos y en menor medida por las menores obras de construcción. En cambio, el sector público incrementó la inversión, en especial el aumento en obras de construcción que lleva adelante la Intendencia de Montevideo.
Las exportaciones de bienes y servicios se contrajeron un 6% en este periodo, esta caída se explica principalmente por la disminución en los servicios turísticos y en menor medida por la venta al exterior de bienes y otros servicios.
Expectativas
El actual escenario regional e internacional es más adverso, persistiendo el riesgo de menor demanda externa por los recientes acontecimientos tanto en las principales economías del mundo como la complicada situación economía de nuestros vecinos en especial Argentina.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe “Perspectivas de la economía mundial” de abril -última actualización disponible-, advirtió respecto a los desafíos que el mundo deberá enfrentar este año, y espera un crecimiento del producto mundial menos vigoroso que el año pasado. Para Uruguay, el FMI estimó en su reciente informe que la expansión sería de 1.9% en 2019 y de 3% en 2020. Pero debemos esperar a la próxima publicación de julio si no corrigen sus estimaciones.
Según los analistas locales que responden la encuesta del BCU, en junio la mediana de los encuestados prevén que el PIB uruguayo crezca 0.7% este año y 1.7% el próximo. En los últimos meses se corrigieron a la baja las estimaciones para la economía uruguaya.
(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de CARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de Geneva Group International.