La economía uruguaya volvió a crecer en el primer trimestre del corriente año pero se encienden las alarmas por un contexto externo menos favorable. El consumo y las exportaciones podrían enfriarse en los próximos meses por el nuevo escenario más adverso.
Por Sofía Tuyaré (*)
La volatilidad en los mercados en los últimos meses dejó en claro que cambiaron las condiciones económicas a nivel global. El nuevo escenario es menos favorable; por un lado, la región corrige a la baja las expectativas económicas, y por el otro, el mundo mira a Estados Unidos y sus movimientos en la política monetaria.
El consumo y las exportaciones fueron señalados como el motor del crecimiento en el comienzo del año. Todavía no se conocían las turbulencias que se suscitaron en la región y el incremento en el tipo de cambio. En primer lugar, la menor demanda de bienes y servicios de la región puede afectar la venta al mundo de los bienes y servicios uruguayos. En segundo lugar, el dólar más alto, si bien tiene efecto positivo en la competitividad local, el consumo puede verse afectado debido a la devaluación del peso y el encarecimiento de los bienes importados. Por lo que en los próximos meses puede moderarse aún más el crecimiento, algo que lo situaría cercano al estancamiento, de darse los efectos que se observan en el actual contexto.
Nivel de actividad
Según los recientes datos publicados por el Banco Central del Uruguay (BCU), en el primer trimestre de 2018 el Producto Interno Bruto (PIB) creció 2.2% respecto al mismo periodo del año anterior. Recordemos que en el cuarto trimestre el nivel de actividad se expandió 2% para misma medición, una tasa similar a la del periodo enero-marzo del corriente año. Si tomamos la serie desestacionalizada, la economía se incrementó 1.1% respecto al trimestre inmediatamente anterior. Mismo guarismo que la del trimestre anterior, por lo que muestra un ritmo moderado de crecimiento.
Lo que explica el aumento en el primer tramo del año para la variación interanual es la demanda interna, que se debe al impulso en el consumo privado y por el lado de la demanda externa, las exportaciones se comportaron de manera expansiva.
Según el informe de cuentas nacionales del BCU, el consumo se incrementó un 2.4% para el periodo enero-marzo de este año, que se explica principalmente al aumento del gasto de los hogares, que contrarresta la leve baja del consumo público.
Para la inversión el escenario sigue siendo magro, la formación bruta de capital se mantuvo constante respecto al mismo trimestre del año anterior. Según el organismo, la formación bruta de capital fijo descendió un 2.2% pero fue compensado por el impulso de las variaciones de existencias, para la medición interanual.
Las ventas al exterior subieron en el periodo analizado, las exportaciones de bienes y servicios se incrementaron un 4.6%.
Sectores
Si se analiza desde el punto de vista de la producción, según el BCU, la mayoría de los sectores se comportaron de manera expansiva, a excepción de actividades primarias y suministro de electricidad, gas y agua.
La producción agropecuaria disminuyó 4.8% en el primer trimestre para la medición interanual, producto de la actividad agrícola, por lo menores rendimientos de los cultivos de verano de la última zafra.
La industria creció, luego de caer el año pasado, pero continúa mostrando un débil desempeño. El aumento del periodo enero-marzo de 2018 se explica por la mayor actividad en la refinería de Ancap, dado que estuvo cerrada el primer trimestre del año pasado. Si se analiza el indicador sin refinería, la industria manufacturera disminuyó un 1.5%.
La construcción creció 2.1% para la medición interanual, debido al incremento en el sector privado, por el aumento en obras de edificios en Montevideo.
El nivel de actividad en comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles se incrementó un 4% por la expansión en la actividad comercial, a la vez que se observó una disminución en los servicios de restaurantes y hoteles.
Nuevamente el sector de las Comunicaciones fue el motor en el rubro de transporte, almacenamiento y comunicaciones, que creció 6.7%. En este trimestre también se comportaron de manera positiva el transporte y almacenamiento.
Expectativas
Se observa mayor cautela a nivel local debido a las noticias que vienen de la región y el mundo. Según el último informe de abril de “Perspectivas de la economía mundial” (WEO por su sigla en inglés) que elabora el FMI, la economía uruguaya crecería 3.4% este año y 3.1% el próximo. Para Brasil, el organismo estima que el PIB se incremente un 2.3% en 2018 y un 2.5% en 2019, algo que los analistas brasileños ya corrigieron a la baja en los informes del vecino país. Para Argentina, el FMI proyecta una expansión de 2% este año y 3.2% el próximo. Sin embargo, se puede esperar un ajuste a la baja en la actualización del informe en los próximos meses.
Según los analistas locales, Uruguay crecería este y el próximo año, pero se corrigió a la baja las estimaciones. La mediana de los consultados por el BCU para la Encuesta de Expectativas Económicas en junio proyectó que el PIB uruguayo crecería 2.4% en 2018 y 2.8% en 2019. Se observa un deterioro en las expectativas respecto a encuestas anteriores. En mayo, la mediana de los analistas que responden al BCU preveían un incremento del PIB de 3% este año y de 3.1% el próximo.
(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría deCARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de Geneva Group International.
