Hoy la transformación digital es un proceso vivo en todas las empresas. En el último tiempo se aceleró como consecuencia de los desafíos de la pandemia, la situación geopolítica, la economía global, los riesgos de ciberseguidad y la batalla por el talento. Desde IBM se brindan servicios que apoyen el camino en esta transformación para generar un ecosistema más completo.
Ingresó a la compañía hace 15 años. ¿Cómo evalúa el desarrollo de IBM durante este período?
Es una empresa totalmente dinámica y que viene acompañando los desafíos de la industria del mercado. Antes de mi ingreso, IBM era una empresa cerrada, de tecnología pura, en 2002 hizo un giro en su estrategia y agregó el área de servicios y software a su estrategia, por lo que decidió abrirse.
Antes los equipos de IBM eran los mejores, pero se debía tener un mouse, monitor y teclado de la firma. Entonces se abrió al mundo, y con la adquisición del área de consultoría de Price Waterhouse Cooper incorporó un sector de consultoría de negocios. Por lo que la empresa ya no se volcó tanto al área de hardware y tecnología, sino también a consultoría y servicios.
A partir de allí ha ido mutando hasta llegar a este momento. El año pasado se desprendió de un área que es la de servicios de tecnología, con la ida de alejarse de negocios que no eran “esenciales”. La estrategia de IBM es la nube híbrida e inteligencia artificial, así como la seguridad. A su vez, tiene un área muy fuerte de consultoría para apoyar a sus clientes en las trasformaciones digitales.
Nube hibrida es la infraestructura que gobierna hoy a los clientes; inteligencia artificial es el nuevo paradigma para manejar datos y la parte de ciberseguridad es fundamental para que eso suceda.
¿Cómo se relaciona directamente la nube híbrida y la transformación digital para adaptar a una empresa a los tiempos actuales?
A raíz de la pandemia, en el último año se convirtieron muchos canales de físicos a digitales por los que las empresas acceden a sus clientes. En los últimos nueve años significaban un 16%, pero en este tiempo pasaron a ser un 34%. Las empresas tradicionales se empezaron a volcar al uso de tecnología de forma holística para cambiar su modelo de negocio; así aparecieron las tecnologías disruptivas, como la nube, el internet de las cosas, el 5G como habilitador y blockchain.
Las empresas comenzaron a usar estas tecnologías para probar, pero no las conectaban entre ellas. Hace unos tres o cuatro años estas tecnologías empezaron a madurar y se comenzaron a utilizar en el core de la empresa. Antes las innovaciones eran impulsadas por los clientes, pero ahora es la empresa la que elije que la tecnología domine la estrategia.
Luego llegó la pandemia y la tecnología pasó a estar en todos lados, no solo en el centro. Comenzó a integrarse con los proveedores, con el modelo de logística, entregas, buscando facilidades para la empresa.
Para poder innovar se dieron cuenta que las soluciones debían ser en nube integrada al sistema de toda la empresa. Por un lado, aparece la nube como habilitador para que las empresas avancen rápidamente, pero también agregan un desafío y una complejidad.
Lo mismo para con los datos, con la explosión que se ha dado en el tiempo, cada vez hay más y por ende es imposible manejarlos como se hacía antes, con un Excel y un informe, por ejemplo. Si hoy no manejo un análisis predictivo no puedo ver tendencias en los datos con inteligencia artificial; es imposible analizar toda la información.
¿Cuáles son los principales desafíos para las empresas?
Un gran desafío es la escasez de talento, así como la automatización para responder rápidamente. Si tengo un asistente virtual que está respondiendo y toma una orden, no puedo dárselo a alguien para que manualmente la cargue.
A su vez, todo esto viene con una capa de seguridad, porque está demostrado que la mayor cantidad de los ataques se dan en la nube, porque hay más acceso. También existen conexiones entre la nube y el mundo físico que generan una cantidad de amenazas y vulnerabilidades.
Otro tema que está en la cabeza de las empresas es la sostenibilidad; no se puede desatender el tema de ser sostenibles. Esto está relacionado con el cliente y sus consumidores, que algunos están dispuestos a pagar más por un servicio sostenible. Estos elementos son los que están dominando lo que las empresas hacen, tanto como desafío y foco.
¿Cómo vienen incorporando esta idea las industrias?
Vemos que la transformación digital ya no es un proyecto ni un tema aislado, sino una filosofía de vida de las empresas y están marcando el camino. Para eso se necesita utilizar las tecnologías sólidas y, además, trabajar con agilidad y evolución continua.
A su vez, las empresas se dieron cuenta que no pueden trabajar solas, sino que deben formar ecosistemas, tanto a nivel de sostenibilidad como de entrega. La pandemia demostró que se debe transformar la logística, es decir el modelo operativo. Si elijo proveedores que no comparten aspectos básicos de mi empresa afecto los servicios que brindo.
La forma más óptima es la cooperación tanto con proveedores, clientes y competidores. Ya no se piensa tanto en soluciones especificas para cada empresa sino en plataformas integradas en las que todas se benefician.
Además, todos los clientes de hoy están pensando en firmas con propósitos más allá del negocio. Al mismo tiempo existe falta de talento en todo el mundo, y la pandemia ha llevado a repensar ciertas cosas.
Los trabajadores comenzaron a cuestionarse lo que quieren hacer con su vida, preguntándose si están dispuestos a trabajar en una empresa que destruye el medio ambiente o a la humanidad, también se interesan en saber si el empleador se preocupa por él, por si el propósito de la empresa es de triple impacto. Esto se vuelve fundamental para que los talentos elijan trabajar en la firma.
En Estados Unidos, en 2021, 4 millones y medio de personas dejaron su trabajo en el mes de setiembre. Al ser consultadas por los motivos, el 50% dijo que fue por falta de flexibilidad, y las empresas que no se adaptan a esto son a las que les cuesta más mantener sus recursos. Un tercio de las personas dijo que fue por los valores de la compañía.
Las empresas tienen que prestar mucha atención al capital humano y está todo relacionado: la sostenibilidad es parte del propósito, la transformación como evolución continua, los ecosistemas y la ciberseguridad.
¿Cuál es el mayor desafío para IBM a la hora de asesorar a las empresas para que comiencen con la transformación digital?
Si bien más de 90% de las empresas tienen soluciones de seguridad, el 50% se siente inseguro y que no tiene la protección para integrar los mundos de nube hibrida y los ecosistemas.
En esa línea surge el concepto de “confianza cero”, es decir que las empresas están pensando en una estrategia de que siempre soy sospechoso. Si ingreso con mi usuario, depende de lo que quiera hacer me va a pedir una autenticación, porque tal vez alguien tomó mi identidad y se quiere hacer pasar por mí.
Hoy las empresas están yendo a esa estrategia de “confianza cero” para proteger su información, que es el activo principal.
¿Qué sucede con el mercado local y la incorporación de las tendencias actuales?
Desde nuestra experiencia vemos que hay un enlentecimiento respecto a los números globales, principalmente porque el tema ciberseguridad es un problema y se ve en las noticias permanentemente.
También entra en juego el asunto de regulaciones y cumplimientos, hecho con el que se está haciendo un trabajo en Uruguay con el Banco Central, Agesic y otros actores, porque a muchas de las empresas del mundo financiero les están costando poner sus datos en la nube por regulaciones. Si bien no son grandes restricciones, las empresas lo perciben así.
El tercer tema es la escasez de talento y de skills. Hoy, en la industria uruguaya, tenemos una competencia importante con empresas que trabajan para el mercado exterior, sobre todo Estados Unidos. Uruguay se ha posicionado como un mercado muy fuerte para ese país, con muy buenos perfiles y talentos. Eso ha desbalanceado un poco el mercado porque los valores que pagan para trabajar hacia afuera es bastante más elevado que aquí.
Eso, junto a empresas muy grandes que se han instalado como Mercado Libre y Globant, que tienen mucha necesidad de recursos. Por lo que las empresas del Estado están sufriendo cosas que nunca habían pasado, así como la banca; los empleados se van y esto genera dificultades a las adaptaciones.
Los servicios que IBM ofrece están vinculados a que los actores se apoyen en las empresas con experiencia regional y global que se pueden replicar, y que si les falta una persona vamos a tener otra, por lo que se mitiga el riesgo de que se vaya la gente.
Los tres pilares
Estapé dijo que existen tres temas principales que deben incorporar las empresas de hoy. Uno es el enfoque en el propósito, definir un camino claro, con objetivos específicos en sostenibilidad y con las personas en primer lugar, atendiendo el bienestar en todo sentido, porque las personas lo valoran. El segundo tema es la inversión en tecnología, es decir, estar dispuesto a fallar y seguir adelante sin penalizar el error. Y el último tema que nombró es la persistencia, ya que la transformación es un proceso continuo y no un fin.
Señas de identidad
Marcelo Estapé cuenta con más de 30 años de experiencia en el mercado de la tecnología y consultoría. Se unió a IBM hace 15 años, como Software Client Leader en Uruguay, para luego ocupar diferentes posiciones de liderazgo en el país y América Latina. Como parte de su desarrollo de carrera profesional en IBM, fue líder de Customer Analytics en Latinoamérica y luego gerente de Analytics Solutions en Sudamérica de habla Hispana.
En 2017 volvió a Uruguay como gerente de Ventas de Software hasta 2020 que tomó la gerencia comercial para Uruguay y Paraguay. Finalmente, pasó a la organización de Consulting como ejecutivo de desarrollo de negocios. En 2022 fue nombrado gerente general de IBM para Uruguay y Paraguay, rol que desempeña en la actualidad.
Marcelo es Analista de Sistemas con un Máster en Computación y Sistemas de información y es padre de dos hijos.