Benjamín Liberoff, subsecretario del Ministerio de Turismo.
Por primera vez Uruguay integrará el Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de Turismo (OMT). El hecho tendrá lugar durante el periodo 2018 y 2019 y fue dado a conocer en la 22ª Asamblea General del organismo en la ciudad de Chengdú, China. El subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, conversó con Empresas & Negocios sobre el valor de este puesto para nuestro país y el camino recorrido para llegar a él.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
¿Qué significa la reciente designación de Uruguay dentro de la OMT?
La OMT, que integra el sistema de las Naciones Unidas, delinea tareas y formas de política con relación al turismo, tanto en tendencias y análisis de números, como en trabajos en las distintas áreas regionales. Uruguay nunca integró el Comité Ejecutivo, pero diferentes actores de la organización entendieron que su participación podría ayudar a incorporar visión o actuación, en función de la política de turismo, a nivel mundial.
¿Cómo se llegó a ese puesto?
Es un reconocimiento por lo hecho a lo largo de estos años, donde se hizo por primera vez una reunión de la Comisión de América en Uruguay. En el año 2010 se realizó un estudio de nuestro país como caso de éxito turístico y luego tuvimos un reconocimiento a la innovación en la promoción a través del canal uruguaynatural.tv y recibimos el premio Ulises por la OMT.
Además, se unificó el trabajo con la accesibilidad en conjunto con algunas de las ciudades patrimoniales españolas que también trabajaban en esa dirección y tuvimos una presentación en la Feria Internacional de Fitur.
O sea que esto no es una cosa que surge de la noche a la mañana, sino que parte de un proceso, y que significa que Uruguay, en el 2005, tenia 2.1 millones de visitantes y en 2016 tenía 3.3. A la vez, recibía 540 millones de dólares, en términos corrientes, y hoy recibe entre 1.800 y 2.000 millones de dólares en término corriente.
Más de 150 países son miembros de la OMT.
Estos datos son significativos y, de hecho, Uruguay es de los pocos países del mundo que tiene más visitantes que habitantes, donde una parte sustancial proviene de la región, pero eso le pasa a la inmensa mayoría de los países del mundo.
Más allá de toda esa labor, ¿la integración de Uruguay en el Comité Ejecutivo fue algo buscado?
Sí, en esta oportunidad, sí. En primer lugar nosotros habíamos consultado otros países para informarnos sobre una posible presentación de ellos, no queríamos generar ningún tipo de conflicto ni entrar en una carrera electoral. Cuando nos manifestaron que efectivamente estaban de acuerdo, nos presentamos.
¿Cómo se va a trabajar desde este puesto?
Tendremos dos años para trabajar en el Comité, hacer una experiencia y acercarnos a la realidad internacional de otra manera. En los últimos días tuve una reunión con el representante del director de la Comisión de las Américas para determinar qué elementos, a partir de las experiencias que la propia organización tiene, pueden ser de interés para tener en cuenta por parte de Uruguay.
Eso significa poner el acento en la aplicación del programa de actuación y su cumplimiento, efectivamente dentro de las tendencias globales que marcan que, aunque Asia es el continente con el principal crecimiento, las Américas tienen un crecimiento por encima de la media -y en particular América Latina y el Caribe-, pero es un área que necesita mayor apoyo y en eso vamos a trabajar.
“Tendremos dos años para trabajar en el Comité, hacer una experiencia y acercarnos a la realidad internacional de otra manera”.
También hay que contemplar el acercamiento que tienen que tener estos organismos internacionales con las realidades imperantes en cada uno de los lugares, y tener presente todo lo que se vienen haciendo hoy los conceptos de inteligencia artificial aplicadas tanto a la promoción como a la gestión de destinos.
Además, nuestra participación permite avanzar con los programas de la Fundación Tenis y el proyecto Quest de certificación de buenas prácticas turísticas que, desde hace varios años, Punta del Este viene trabajándolo y ahora estamos encaminándonos para, a la brevedad, poder acceder a esa certificación.
La elección de Uruguay es un hecho relevante porque en 2005 nuestro país se encontraba en otra posición ante la OMT.
Teníamos una deuda de 300 mil euros y estábamos por perder el voto. Las cosas a veces no son casualidades, sino causalidades.
¿Qué reflexión resalta de su último viaje a China para participar en la Asamblea General de la OMT?
Ver que el mundo desarrolla algunas tendencias que no necesariamente son las que vemos todos los días aquí. El 60% del comercio electrónico en el mundo está en China. A la vez, 700 millones de personas hacen turismo interno y 120 millones turismo externo.
Además hay, por lo menos, 100 millones de personas que tienen un salario de más de US$ 10.000 por mes, y entre 200 y 250 millones de personas que ganan más de US$ 5.000 por mes. Por otra parte, sabemos que un 85% de los turistas chinos eligen destinos de Asia, pero ¿cuántos de ellos pueden venir al continente? Eso dependerá de lo que hagamos y en cómo direccionamos el trabajo.
Un elemento importante aquí también es que varias intendencias uruguayas tienen hermanamiento con ciudades, y eso hay que concebirlo globalmente. No tenemos que superponernos con los pocos fondos que tenemos para hacer determinadas cosas.
Tenemos que saber que nos ubicamos dentro de una propuesta multidestino; 36 horas de avión no se hacen solo para venir a Uruguay. El sector privado es el que tiene que tener una muy fuerte actuación para poder estructurar rutas que sean de interés para los chinos. Eso es muy importante. Los países somos plataformas, promovemos cosas, pero quien comercializa y materializa es el sector privado. Desde ese punto de vista, nosotros vamos a seguir trabajando fuertemente.
En tanto, se acaba de firmar un memorándum de entendimiento de la aviación aerocomercial. Eso inicia procesos. El año que viene se cumplen 30 años de relacionamiento diplomático entre Uruguay y la República Popular China, por lo tanto hay que ver en ese plano y concebir múltiples actuaciones que nos permitan fortalecernos, en el caso del Ministerio de Turismo, con la operadora turística china CTRIP, con la cual también firmamos un memorándum de entendimiento. En esta empresa, solo en su sede de Shanghai, trabajan 15 mil personas.
“Hoy tenemos una coyuntura de competitividad importante, puede ser que eso varíe en el tiempo. No siempre vamos a estar creciendo y eso no quiere decir que las políticas solo deban depender de un numero”.
Tenemos que aggiornar nuestra cabeza, ubicarnos, y ver si efectivamente podemos, a través de esas conexiones aerocomerciales, abrir nuevas rutas que nos ayuden también, a partir de ciertas libertades, a poder traer también turistas que contribuyan a esa ruta y ver cómo todo esto que se está desarrollando hoy en Uruguay, de Amaszonas, Azul y la llegada de vuelos regionales, ayuden a generar una malla de multidestino, sabiendo que principal interés del chino no está en la playa, sino en la naturaleza, en el patrimonio, en el avistamiento de aves y en la gastronomía.
Los resultados del primer semestre en cuanto a turismo en nuestro país son muy alentadores. ¿Qué expectativas tienen en base a esto?
Son tendencias, nosotros lo hemos dicho. Si hoy estamos creciendo al 20% numéricamente y 30% los ingresos, y las condiciones macroeconómicas que han hecho que esto esté pasando no se revierten, no hay ninguna razón por la cual no tengamos que pensar que puede seguir en este rango.
¿Cómo están trabajando con el sector privado?
Con la Cámara Uruguaya de Turismo estamos trabajando, pero también con los operadores hoteleros y transportistas internacionales estamos en relación permanente. De hecho, han venido nuevas líneas aéreas. Eso tampoco surge por gracia de la casualidad. El crecimiento que ha habido respecto a las inversiones de cadenas es porque ven determinadas potencialidades y con todos ellos se trabaja efectivamente en forma muy regular y en todo el territorio nacional, no solo en la costa.
¿Qué hace falta para llegar más lejos?
Esos grandes números, muchas veces, no van a hacer tener grandes cambios. En 10 años pasamos de tener 120 mil turistas europeos a tener 170 mil. Yo creo que el trabajo con el turismo de reuniones, el centro de convenciones de Punta del Este, el Antel Arena, son elementos muy importantes. Los viajes de corta duración de los fines de semana tienen que ser una política que nos ayude a crecer.
“Varias intendencias uruguayas tienen hermanamiento con ciudades, y eso hay que concebirlo globalmente. No tenemos que superponernos con los pocos fondos que tenemos para hacer determinadas cosas”.
Hoy tenemos una coyuntura de competitividad importante, puede ser que eso varíe en el tiempo. No siempre vamos a estar creciendo y eso no quiere decir que las políticas solo deban depender de un numero, sino que depende, también, de la calidad del servicio, de la mejora del gasto, y en eso hay que trabajar consistentemente y permanentemente, porque lo que hace al crecimiento de un país también es la calidad de vida en el destino, que está relacionado con el salario de la gente.
Por otro lado, los temas de calidad de la oferta y la diversificación de la misma son parte de lo que hay que hacer y eso está relacionado con el trabajo de los recursos humanos, a lo que se le debe seguir con los temas de promoción.
¿Es necesario formar más personas en turismo?
Hay algunos lugares donde se forman las personas y, sin embargo, el sector privado no las toma. Entonces, a veces hay que ajustar el funcionamiento de oferta y demanda. Por ejemplo, si queremos trabajar con el mercado chino hay que formar gente que hable el idioma y, en función de eso, hay que aprender a brindar servicios a ese perfil de clientes, son planes que normalmente implican trabajo a mediano y largo plazo, no de temporada a temporada. Por eso hoy, cuando estamos llevando el plan 2020 a 2030, estamos trabajando en la dirección correcta.
Carne y goles
Uruguay, para China, es fútbol, aseguró Liberoff. La realización de la Exposición Universal de Shanghai en 2010, momento en el cual se desarrollaba el mundial de fútbol en Sudáfrica, hizo que Diego Forlán se convirtiera en nuestro mejor embajador. Tiempo después, la presencia de jugadores y directores deportivos en el país asiático, ayudó a nuestra asociación con lo futbolístico. “Además, hoy es una prioridad para las autoridades chinas el desarrollo del fútbol”, añadió el viceministro.
La carne es otro de los factores que nos identifican fronteras afuera. “Es una aspiración de sectores importantes comer la carne uruguaya, y un elemento de presentación para nosotros”, expresó.
En este sentido, comentó que Uruguay es el país que más carne vende a China, no en proporción, sino en valores absolutos, y que el crecimiento del comercio, en algunos sectores entre ambos países, es del 40% para este año, “más allá que aquí uno no siempre tiene la cobertura que merece”.