Se estima que recién en 2096 puede ser alcanzada la equidad socioeconómica entre hombres y mujeres. Luego del Mes de la Mujer, la iniciativa de la compañía Coca-Cola busca inspirar a acelerar los cambios desde ahora. Niñas y mujeres de diferentes edades y nacionalidades, entre ellas una uruguaya, transmiten ese mensaje a través de la pieza audiovisual que se difunde por las redes.
Sandra Nobila, emprendedora uruguaya que vive en la localidad de Toledo, en el departamento de Canelones, es una de las protagonistas de la nueva campaña integral #LasMujeresTransforman que la compañía Coca-Cola lanzó en marzo, en el marco del mes en el que se conmemora la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos. La iniciativa tiene el objetivo de ser parte de la conversación y tener un punto de vista sobre la participación de las mujeres en las cadenas de valor y la brecha de oportunidades que diariamente exige acciones y respuestas.
La pieza audiovisual, que se difunde a través de las redes y fue filmada en Uruguay, reunió a niñas y mujeres de distintas edades para transmitir el tiempo que falta para alcanzar la equidad de géneros y la necesidad de implementar los cambios desde este mismo momento.
De acuerdo a un estudio realizado por la consultora GrantThornton, según las tendencias actuales, las mujeres alcanzarán las mismas oportunidades que los hombres recién en el año 2096.
Desde ese disparador se apoya la campaña de Coca-Cola para exponer la situación crítica de desigualdad que existe en la actualidad y, sobre todo, el importante rol femenino dentro de las comunidades en las que viven y cómo su empoderamiento económico puede hacer la diferencia en el mediano y largo plazo.
“Perdón, futuro, tenemos un compromiso con el presente”, cierra la pieza una niña mirando a cámara, acompañada por una señora mayor y rodeada en el mismo ámbito de intimidad por las demás mujeres que fueron elegidas para transmitir el mensaje.
Datos de una realidad que hay que cambiar
Si las mujeres se incorporaran formalmente al mundo laboral, el PBI de la región aumentaría hasta un 34% [1]. De acuerdo a un informe [2] del Banco Mundial, si la mujer llevara los ingresos al hogar, aumentaría en 20 veces la probabilidad de supervivencia de sus hijos. El círculo virtuoso de mejora se vería reflejado en varios aspectos de la vida cotidiana, y se aplicaría también en el sector corporativo: las compañías en las que tres o más mujeres ejercen funciones ejecutivas superiores registran un desempeño más alto en todos los aspectos de la eficacia organizacional [3].
A nivel mundial, casi la mitad de las mujeres del mundo no tienen un ingreso propio, y en promedio ganan un 30% menos que sus pares masculinos. Existen 200 millones menos de mujeres que de hombres que acceden a un celular y 250 millones menos que hacen uso de internet. En los países del G20, solo el 40% de las mujeres tienen acceso a una cuenta bancaria, y si bien poseen un tercio del total de las pequeñas y medianas empresas, reciben el 10% de los préstamos otorgados por los bancos.
Estas diferencias reflejan la desigualdad en el acceso a oportunidades, lo que dificulta su empoderamiento económico, la escalabilidad de sus negocios y ralentiza la generación de riqueza.
Cinco millones de mujeres
En 2010, Coca-Cola puso en marcha a nivel global 5by20, un programa que busca empoderar a 5 millones de mujeres emprendedoras de su cadena de valor para el año 2020, por medio de talleres y capacitaciones. En la actualidad, ya son casi dos millones y medio las mujeres beneficiadas con el programa en todo el mundo.
Coca-Cola trabaja en el desarrollo de las mujeres que integran la cadena de valor: desde las agricultoras hasta los clientes, que en el 80% de los casos son pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres, pasando por las artesanas, quienes trabajan con el material reciclado de los empaques.
Las mujeres están en el centro de la estrategia de crecimiento de la compañía. En Uruguay, Coca-Cola desarrolla la iniciativa Emprendemos Juntas en colaboración con Endeavor, Ceprodih y Kolping.
Nobilia, participante de la nueva campaña de Coca-Cola, es una de las participantes del programa. Gracias a dicho proyecto comenzó a comercializar su marca de muñecos de tela llamada Sopitas en jugueterías de Montevideo y participó en talleres vinculados al rubro textil, donde aprendió a cocer, cortar, diseñar y aprovechar mejor los recursos.
Otro de los casos destacados es el de Laura Peña Aquino, que cuenta con un comercio en el barrio Cordón. Tras diez años de dedicarse a ser ama de casa y a la crianza de sus hijos, decidió cumplirle el sueño a su madre de tener un almacén propio. El apoyo del programa fue, según Peña, “clave” en la primera etapa de su emprendimiento que hoy ya está consolidado y ha brindado muchas alegrías a su familia, además de un sustento económico.
Desde sus inicios a la actualidad, el programa de la compañía llegó a más de 1.600 mujeres de todo el país.
[1] Fuente: CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
[2] Banco Mundial, 2012, Informe sobre el Desarrollo Mundial: Igualdad de Género y Desarrollo.
[3] McKinsey & Company. WomenMatter 2014.