Ana Inés Hernández, brand manager de Absolut y Havana Club (Pernod Ricard)
Por Federica Chiarino | @FedeChiarino
Hace 28 años, en una familia numerosa, nació Ana Inés Hernández, la menor de los seis hermanos. De niña fantaseaba con ser doctora, hasta que cursó bachillerato biológico y se dio cuenta de que no era lo suyo. Entonces, comenzó a buscar otras alternativas. Su primer trabajo fue a los 19 años, en la agencia Wunderman, en el área de producción. Realizaba jornadas largas, casi de sol a sol, que intentaba congeniar con su carrera universitaria: Licenciatura en Comunicación Publicitaria.
Luego de cuatro años de trabajo en agencias de medios, Ana Inés sentía que estaba cerrando un ciclo. Había pasado por las áreas de producción, cuentas, medios, y sentía curiosidad por conocer la totalidad del negocio. «Sabía que quería estar ‘del lado del anunciante’ y que quería irme a un lugar donde me pudiera proyectar varios años», contó a Empresas & Negocios. Así surgió la necesidad de ingresar en la empresa Pernod Ricard como asistente de marketing, y no lo dudó un segundo. El proceso llevó unas siete entrevistas y, cuando ya se creía sin chance alguna, recibió el llamado: había sido seleccionada para el puesto.
Hoy Ana Inés es brand manager de Absolut y Havana Club de Pernod Ricard, las que define como marcas muy lindas para trabajar. «Es muy difícil no querer identificarte con ellas», agrega. En Pernod Ricard, Ana Inés nunca se aburre ni deja de aprender, dada la variedad y el dinamismo de su portfolio.
«Lo que más me gusta son las marcas con las que trabajamos en Pernod Ricard. Son muy lindas para trabajar y además muy copadas, es difícil no querer identificarte con ellas».
Para Hernández, uno de los desafíos más importantes de su área es mantenerse actualizado en un mercado dinámico, donde los modelos de consumo cambian día a día, y aparecen nuevos productos y puntos de venta. Para ella, la tarea más dificultosa es tratar de entender a los consumidores y aprender que son personas «multi-producto» y «multi-marca», que no están pasivos esperando un impacto. Su gran meta es aprender a llegar a los consumidores en el momento justo y de una forma relevante e innovadora.
Su previa experiencia en agencias de comunicación le ha dejado importantes enseñanzas y experiencia en el «detrás de cámara», y la ha vuelto más exigente. Sus trabajos anteriores fueron fundamentales para aprender a optimizar la inversión y empeñarse en medir todo lo que hace.
Ana Inés se define como una persona muy empática. Esa es su virtud para desenvolverse en la vida, en la comunicación y el marketing. En su oficina nunca faltan fotos, cartelitos, libretas y lapiceras. Su día preferido de la semana es el viernes, porque es la puerta de entrada al fin de semana. Sin embargo, trata de vivir el día a día porque hoy el mundo es dinámico y el tiempo «vuela».
Su asignatura pendiente es la piscología, más como hobby que como profesión. Hace poco se inscribió para comenzar a cursar la carrera este año, con disfrute y sin apuro. Otra de sus pasiones es el deporte. Realiza actividad física todos los días y, cuando no la hace, se siente mal. Disfruta del aire libre, una caminata o un paseo en bici para calmar su ansiedad. Adora cocinar y dice que, si tuviera más tiempo, «podría vivir en la cocina».
«Elegir es renunciar, y no hay que llorar por eso». Esta frase se la enseñó su madre a Ana Inés y la marcó para siempre. La tiene presente todos los días, a nivel personal y profesional. Desde hace cinco años, la brand manager de Absolut y Havana Club vive con su novio, y se proyecta en una década con dos niños corriendo por el jardín en su casa de Solymar.