Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
La Dulcería está en la esquina de Jaime Zudáñez y Roque Graseras desde hace cuatro años, pero en la imaginación de Ximena Torres, su fundadora, lo está desde sus primeros recuerdos. Siempre soñó ser cocinera y tener su propio Coffee Shop, algo que explica gracias a un ingrediente genético; seis generaciones hacia atrás todos los hombres de su familia se dedicaron a la cocina.
A los 9 años su madre le pasó la posta en la elaboración de un dulce especial: la torta Piedra, preparada en base a tres discos crocantes, con crema chantilly en el centro y recubiertas por un baño de chocolate y nuez. Desde entonces, Ximena comenzó a realizarla y a venderla dentro de su círculo. La receta sigue intacta y actualmente la torta piedra es uno de los productos que se ofrecen en La Dulcería.
A este pastel se le debe agregar una línea de bombones que Ximena ya elaboraba, junto con barras de cereales, por lo que en este caso el negocio fue al revés: primero se incorporaron los productos y luego se abrió el local.
Todos los alimentos están hechos de manera artesanal, con una importante cuota de amor y dedicación que se nota en su presentación y sabor. La ambientación del local ayuda a que la experiencia sea cálida y placentera. En las paredes cuelgan cuadros y platillos con estilo propio y la música es suave y tiene personalidad.
Ocho y media de la mañana los croissant están horneados y el pan de queso está calentito. Tras las puertas, la gente espera para entrar. “Estamos muy orgullosos de haber generado algo que en Uruguay, hasta entonces, era súper extraño, que es salir a desayunar”, confesó Ximena.
La Dulcería es más que un Coffe Shopp, es un lugar donde también se puede ir a disfrutar de sus instalaciones junto con un sabroso café. “A mí me gusta pensar que La Dulcería es como el living de mi casa”, confesó la cocinera y añadió que está equipada con muebles de su propio hogar.
De espíritu inquieto, Ximena también estudió comunicación y sommelier. Asimismo, es artista plástica y “muy musiquera”, por lo que La Dulcería está ambientada según su propio estilo. “Trato de reunir todas las cosas que, para mí, lo hacen un lugar cómodo. Intento que la gente lo pase bien y que muera por repetirlo, incluso que lo haga parte de su vida diaria. Todo esto encierra al lugar donde yo quisiera ir a comprar un café en cualquier parte del mundo”, describió.
Una de las características de sus dulces es que no tienen influencias de un solo país, sino que están inspirados en todos los destinos a los que viaja –en forma seguida para aggionarse- y de las experiencias que tiene.
Para el próximo año proyectan la concreción de un nuevo local en la zona de Punta Carretas que tendrá un diferencial importante en cuanto a una asociación de marcas, pero hasta el momento el resto de las características se mantiene en reserva debido a la expectativa. “Queremos llegar a más clientes. En la tarde el lugar explota y ya he agrandado lo más que pude”, señaló.
Facebook: La Dulcería de Xime Torres
