Natalia Silva, pintora, diseñadora de moda y emprendedora
Un lienzo vacío, una pared sin vida o un papel en blanco representan el escenario perfecto para que Natalia Silva, pintora, diseñadora textil y emprendedora, pueda plasmar su inspiración a través de la pintura, en una obra única y con una estética alejada de las tendencias.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
Siempre supo que quería ser artista. Desde muy pequeña, Natalia comenzó a estudiar pintura y, más tarde, corte y confección, hasta que un día decidió convertir su pasatiempo en su carrera. Se formó en Diseño Textil en la Escuela Universitaria Centro de Diseño de la Universidad de la República y, en paralelo, estudió Alta Costura en el Instituto Strasser.
Con solo 23 años posee una vasta trayectoria vinculada al arte: participó en cinco ediciones de MoWeek y presentó sus diseños en diversas competiciones nacionales y exposiciones. Dos concursos de indumentaria en los que obtuvo el primer premio marcaron su carrera; gracias a ellos pudo conocer París y Nueva York, las capitales de la moda.
Hoy trabaja en Uniform, empresa de diseño uruguaya, como vidrierista y asistente de Marketing. Al mismo tiempo, desarrolla su propio emprendimiento de venta de cuadros por encargo, que pinta y expone a través de sus redes sociales, donde ha recibido pedidos tanto a nivel local como de otros países.
Natalia, que se define como “positiva, perseverante y soñadora”, no tiene en cuenta las tendencias del mercado a la hora de pintar sus cuadros; prefiere realizar lo que la motiva e identifica, según contó en diálogo con Empresas & Negocios.
Hay muchos artistas que la inspiran, en especial aquellos que combinan la moda con el arte. “Las obras de Iris van Herpen o Alexander McQueen siempre me impactaron muchísimo”, comentó. Pero también encuentra inspiración en lo cotidiano. Transitar por las calles de Montevideo y ver los trabajos de relieve en las fachadas de las casas antiguas, le parece fascinante.
El desafío más grande al que se enfrenta es la competencia con productos extranjeros, que son más accesibles. De todas formas, la diseñadora no subestima al público uruguayo, en el que, según dijo, “hay cada vez más receptividad y ganas de apostar a marcas nacionales”.
Para este año tiene pensado realizar una exposición de todas sus obras, con el objetivo de transmitir un concepto, una estética, lo que la identifica.
En este momento una de sus obras está expuesta en el Teatro Solís, como parte de la muestra “Shakespeare Genderless”, en la que cada artista interpretó los sonetos de Shakespeare y los representó según su estética.
Si bien la mayoría de sus clientes son mujeres, no tiene un público objetivo concreto. Y no solo le piden cuadros, también la contratan para decorar restoranes, tiendas de ropa y otros locales. “Muchas personas apuestan al arte, no solo está el que quiere una obra particular, sino quienes quieren dar vida a sus empresas a través de la pintura”, explicó. Además, pinta en vivo en eventos, donde los invitados pueden observar el proceso.
La joven artista no descarta dedicarse a la confección de indumentaria, aunque admite que no le gusta planear mucho. “Si surge algún proyecto que me resulte interesante, es algo que haría porque me encanta. La realidad es que hacer lo que me gusta y poder vivir de eso es muy especial. Creo que todos queremos trabajar de algo que nos motive”, reflexionó.