Entre la lechería, el océano y los cultivos de olivos, Rocha se alinea al desarrollo que representan las inversiones chinas en Uruguay, mientras planea un proyecto urbanístico de calidad para cuatro balnearios, latente a la osadía de visionarios.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Su interior constituye lo que se conoce como penillanura cristalina, y su franja costera forma parte de las llanuras orientales. Es el séptimo departamento más grande del país con una superficie de 10.551 kilómetros cuadrados, habitada por más de 68 mil personas. Rocha integra diversos ecosistemas que permiten el desarrollo de actividades económicas variadas.
En el último tiempo, las relaciones bilaterales latentes entre China y Uruguay han impulsado promesas interesantes relacionadas al mar y al deporte en este departamento. Asimismo, se lleva adelante un plan de desarrollo de balnearios en zonas puntuales que contemplan la sustentabilidad y la explotación de los atractivos paisajísticos.
El alcalde de La Paloma, José Luis Olivera –ex presidente de la Sociedad de Arquitectos de Uruguay y adjunto a la Dirección de Ordenamiento Territorial del Gobierno Departamental de Rocha– conversó en su municipio con Empresas & Negocios durante el lanzamiento de la temporada turística del departamento, en una charla que estuvo salpicada por el sonido del mar e ilusiones de desarrollo local.
“La labor del gobernante está en combinar la versión de los que no quieren que nada cambie y de los que quieren un desarrollo”, manifestó Olivera.
Entre China y la lechería
Una buena parte de la economía departamental de Rocha se asienta sobre la producción agropecuaria. En el norte lo hace con los cultivos de arroz y al oeste y sur con innovadoras plantaciones de olivos. La producción pecuaria y de alta calidad ha sido una constante en el departamento, observó Olivera, quien agregó que actualmente hay una importante oportunidad de negocios que están aprovechando los productores del sector lechero
“Está claro que en un horizonte más o menos cercano, entre uno o dos años, es probable que la lechería vuelva a ser el negocio rentable que era antes”, sostuvo.
Si bien Rocha no es un departamento típicamente lechero, también se destacan inversiones en este rubro hechas por el grupo neozelandés New Zealand Farming sobre la Ruta 14, que atraviesa el departamento uniendo el balneario La Coronilla con la ciudad de Lascano. “Es una oportunidad importante de negocio”, observó Olivera sobre el mismo.
En la costa, en cambio, se ha pasado por distintos etapas. Ha habido un despertar de innovaciones en zonas que no tenían inversión y que han consistido en urbanizaciones de propiedad horizontal y de alto nivel, sobre todo, de segundas residencias. “Particularmente, en nuestro municipio se aprobó hace poco una urbanización en el entorno de Costa Azul, como los balnearios más viejos de la zona”, expuso.
“En La Paloma a los cinco años amortiguas la inversión y estás rentando. La maravilla que era en los años 90 hoy te lleva 10 años”, afirmó el alcalde de La Paloma.
Empero, Olivera mencionó que estas inversiones han tenido un impasse y que han entrado en un valle, aunque es optimista y asegura que se van a dinamizar por varias cuestiones. La primera de ellas tiene que ver con la relación bilateral entre China y Uruguay, donde el intendente de Rocha, Aníbal Pereyra, ha viajado al gigante asiático recogiendo oportunidades de negocios “muy importantes”, asociadas al mar, provenientes de emprendimientos de acuicultura relacionadas a empresas que han tenido un interés sostenido y que han visitado el departamento de Rocha.
“He tenido el honor de recibir a dos delegaciones chinas, una de empresarios y otra del gobierno donde se localiza esta empresa”, comentó. “Todo este emprendimiento está relacionado concretamente a una empresa china que está avanzando rápidamente. Ya hay un porcentaje muy importante de la aprobación de permisos de pesca de merluza negra, que estaría pensado desarrollarse en las aguas del sur y un emprendimiento de explotación de anchoíta para la alimentación humana, específicamente para la elaboración de aceite y harina de pescado”, explicó Olivera.
A este panorama se le debe agregar el interés de otros grupos chinos respecto a la eventual localización de talleres de la industria naval, que van desde un pequeño dique en el puerto de La Paloma hasta actividades de acuicultura y de procesamiento de pesca.
De todas formas, los intereses de las empresas asiáticas no están enfilados meramente hacia lo marítimo, dado que también se han manifestado a favor de la fijación de actividades relacionadas al fútbol, como contrapartida.
“China tiene el proyecto de organizar el campeonato mundial de fútbol para el año 2050 y para ello ha tenido un acercamiento con nuestro intendente a los efectos de permitir que arribe una delegación de jóvenes chinos, se instale y utilice La Paloma como base para su infraestructura. De esta forma, se ayudaría a que nuestro pequeño estadio local mejore. Competirían en campeonatos locales”, aseveró.
Olivera se mostró a favor de que las negociaciones se concretaran, aunque recordó que muchos de los habitantes de su ciudad eligieron residir en La Paloma por las particularidades que posee, por lo que son proclives a que continúe manteniendo sus características. “La población permanente de La Paloma quieren un desarrollo contenido para la región. La labor del gobernante está en combinar la versión de los que no quieren que nada cambie y de los sí quieren un desarrollo”, indicó Olivera.
Urbanismo y naturaleza
En el polígono formado por la Laguna Garzón, la Laguna de Rocha, la Ruta 10 y el mar se lleva a cabo un plan de desarrollo en un territorio acotado. Para asegurar la sustentabilidad del territorio se permite la urbanización en zonas puntuales y no en su totalidad, tal como sucedió, por ejemplo, en la Costa de Oro, en el departamento de Canelones.
“Son intervenciones puntuales, como si fuera una secuencia de desarrollo que asegure mantener la alta naturalidad de la costa y, al mismo tiempo, intervenciones que, entre otras cosas, tienen un muy bajo factor de ocupación y alteraciones mínimas al paisaje natural dominante, que es casi de desierto, costa y mar”, remarcó.
Es en el marco de este plan que se presentaron proyectos de inversiones relacionados a la infraestructura que ya topearon el área que se puede dividir. “La inversión, antes de ser aprobada y comercializada, tiene que tener ejecutada la caminería y las instalaciones de infraestructura eléctrica y tendido de agua, y eso ya se comenzó a hacer, incluso en algunos casos está terminada”, aseguró Olivera.
Estas inversiones están tributadas como desarrollo urbano. El emprendimiento de Constantini, “Las Garzas Blancas”, lo está en el equivalente a una población de siete u ocho mil habitantes, como la población de Castillos, señaló.
Además, en la zona de Costa Azul, perteneciente al municipio de La Paloma, se presentó un proyecto –ya aprobado y con obras encaminadas- de un campo de golf y una urbanización de corte tradicional, pero con un terreno de mayor superficie. El emprendimiento pertenece al mismo propietario, de origen argentino, que impulsó “Tajamares de la Pedrera”, un club de campo privado con 80 hectáreas de pradera, monte indígena y lagunas.
Riqueza entre cabos
El tramo comprendido entre el cabo Santa María (La Paloma) y Cabo Polonio es el de mayor desarrollo costero y de mayores urbanizaciones aprobadas desde la década de 1940 en el departamento de Rocha. Desde Ordenamiento Territorial se pretendió desarrollar una constelación de cuatro balnearios, los cuales son San Antonio, Atlánticá, Oceanía del Polonio y San Bernardo.
Las características de estas zonas difieren entre sí y son de alto valor paisajístico, lo que hace que sus urbanizaciones también sean valiosas. Además, se enmarcan en dos áreas protegidas, lo que redondea un mix y una oferta territorial diversa y atractiva. “Pensamos que va a ser una oportunidad de negocios inmobiliarios importante”, confirmó.
San Antonio está formado por cuatro manzanas paralelas al mar con un buen capital de flora autóctona y dista cuatro kilómetros de La Paloma, por lo que también pertenece al mismo municipio. Allí se ha desarrollado un plan que obliga a que los predios tengan una superficie mínima de 800 metros de fondo y 15 de frente.
“Hay que ayudar a las inversiones respondiendo en infraestructura. Por ejemplo, teniendo una buena accesibilidad no solo por tierra, sino también por aire”, expresó Olivera.
En cambio, San Bernardo goza de un paisaje extraordinario, puesto que posee cárcavas y barrancas de hasta 12 metros de altura por sobre el nivel del mar, con la ausencia total de vegetación. “Es un plano espectacular. Te sentís en otro lugar. Esos entalles brutales le dan un colorido y un dramatismo al paisaje que es único”, describió Olivera.
El balneario Atlántica está compuesto por un paisaje inclinado con escasa vegetación y un par de cañadas que se parecen al paisaje primigenio de lo que fue Barra de Valizas. El campo toca y el mar y ofrece una perspectiva de plato en la que se ve todo.
Por último, Oceanía del Polonio está teniendo un desarrollo de que se habla en voz baja pero que tiene un importante valor, apuntó Olivera. Posee una importante vegetación y un proyecto urbanístico interesante que le otorga un altísimo valor de calidad debido a que aprovecha algunas barrancas que son destinadas a espacios libres. “Cuando se consoliden paseos a esos espacios públicos, va a tener una riqueza especial muy importante”.
Oportunidad oceánica
Si bien hasta el momento en Oceanía del Polonio no hay inversiones respecto a proyectos hoteleros, Olivera sostiene que se establecieron zonas, dentro de cada fraccionamiento, donde se pretende desarrollar núcleos centrales. “Ninguno de los que proyectamos eso lo vamos a ver concretado, pero dejamos escrito el libreto para que cuando ocurra se haga con máxima calidad y preservando los valores paisajísticos, con grandes superficies de amortiguación entre la costa y las primeras construcciones”, manifestó.
Los distintos escenarios hacen que los potenciales balnearios se diferencien entre sí, distanciándose del paisaje que brinda, por ejemplo, la Ruta Interbalnearia, donde hay una seguidilla de localidades con características similares. En esta línea, además de sus diferencias paisajísticas, los mismos se separan entre varios kilómetros e incluso de debe ingresar camino adentro para arribar al lugar.
De todas formas, Olivera aseguró que las cuatro ubicaciones ya poseen caminos de acceso en buen estado y que los mismos cuentan con pobladores radicados todo el año y un desarrollo medio de infraestructura. El balneario que posee más extranjeros es San Antonio, donde la mayoría de sus habitantes son argentinos y con una cuota de estadounidense, puesto que en el último tiempo se vendieron terrenos a ciudadanos de este país.
“He hecho una consultoría asociada a esto y sé que esta zona tiene un potencial real pero para inversiones no de retorno automático. Por ejemplo, en La Paloma a los cinco años amortiguás y estás rentando. La maravilla que era en los años 90 ahora te lleva 10 años”, observó. Añadió que “las grandes oportunidades” están en el departamento de Rocha, no porque no haya otros negocios, sino que la viral estrategia de largo plazo está localizada allí.
Ayudar con infraestructura
Olivera apuntó que los capitales se irán volcando a medida de que haya más certezas. “Hay que ayudar a las inversiones respondiendo con infraestructura. Por ejemplo, teniendo una buena accesibilidad no sólo por tierra, sino también por aire”, manifestó.
En esta línea, recordó que el aeropuerto más cercano se ubica en Laguna de Sauce, en el departamento de Maldonado, y que Rocha solo cuenta con una pista alternativa sobre la Ruta 9, cercana a la Fortaleza de Santa Teresa. “No estoy hablando de tener un aeropuerto internacional, pero sí de asegurar una accesibilidad, aunque sea a través de una pequeña pista de 800 metros que permita el aterrizaje de un jet de pequeño porte”, dijo.
Para que el proyecto en su conjunto se ejecute completamente deben alinearse varios factores. En algunos casos, una variación en la moneda puede hacer tambalear los tiempos. “Las expectativas que tenemos ahora respecto a las tasas de alternativas tienen un efecto mariposa que se derrama sobre el resto del territorio. Además, el señor Trump tal vez tome decisiones que puedan afectar el desarrollo de nuestro humilde departamento”, expresó. Acto seguido, agregó que “es probable que así ocurra”.
De todas formas, el alcalde de La Paloma confesó: “Yo creo que está el sustrato físico y el territorio, como sujeto físico, está apto para recibir inversiones. Solo falta esa percepción que tienen algunos y que son los primeros que dan el paso que involucra a la gente lanzada, osada y creativa, aquellos que ven un poquito más de lo que vemos la gente normal”.