Se divisa un nuevo escenario para la economía uruguaya en 2022. Se proyecta que se consolide una expansión, si bien aún hay factores que pueden empañar el desempeño económico.
Por Sofía Tuyaré (*)
Existen factores que hacen prever que este año puede ser favorable para varias ramas de actividad, y por lo tanto, para la economía en su conjunto. Luego de un difícil 2020, las noticias de que se volvió al crecimiento generan optimismo. Uruguay enfrenta un nuevo escenario, con factores que se estima que impulsen la economía pero también con algunos riesgos que se divisan en el horizonte que pueden quitarle ritmo a este empuje. Sin embargo, las proyecciones son auspiciosas.
Como sucede siempre en esta asignatura, los riesgos persisten y algunos hechos pueden contrarrestar el ímpetu de la expansión. La pandemia aún no se extingue, pero todo indica que comenzamos una nueva fase en el mundo de continuar los esfuerzos en la vacunación y levantar restricciones. Si bien el año comenzó con un incremento en los números de casos de covid-19 debido a la aparición de la nueva variante ómicron del virus, en las últimas semanas las noticias que llegan de los países del norte van por el camino de ir levantando medidas restrictivas. Esto es un elemento positivo para el comercio internacional, que se vio afectado por las limitaciones de movilidad impuestas a lo largo y ancho del globo.
La región enfrenta un escenario complejo, y si bien se estima que el nivel de actividad crezca, las dificultes persisten y pueden quitarle ímpetu al crecimiento. Argentina enfrenta desajustes internos, negación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la brecha cambiaria continúa expandiéndose y la alta tasa de inflación no cede.
Brasil también presenta desafíos; el alza en los precios preocupa a las autoridades que tomaron medidas en la política monetaria con el objetivo de contener los precios y las previsiones sobre el nivel de actividad son menos optimistas que el año pasado.
Los precios internacionales traen buenas noticias. El alza en los productos que exporta el país muestra un panorama favorable, pero también aumentan los costos debido al incremento en los insumos; un claro ejemplo es el petróleo. Y para despertar más incertidumbre, en las últimas semanas se instauró el temor en los mercados por posibles interrupciones de suministros debido al conflicto en Ucrania.
El valor del dólar se encuentra planchado, y en lo que va del año se observó una racha bajista del tipo de cambio. Por un lado favorece en el combate de la inflación a corto plazo, pero una disminución pronunciada podría afectar la competitividad. El aumento de la inflación que se está registrando en varios países genera incentivos para que los bancos centrales tomen la política de aumentar las tasas de interés de referencia. Este camino lo tomó Uruguay recientemente, algo que puede tener efecto en el tipo de cambio, presionando el billete verde a la baja en el mercado local. Pero se debe tener en cuenta lo que suceda con la Reserva Federal de Estados Unidos, quien ya anunció el retiro de estímulos y la suba de tasas en el correr de este año, lo que generaría el efecto contrario y presionaría al alza el tipo de cambio en las pizarras internacionales.
El mercado laboral muestra signos de recuperación, y esa es una buena señal para la economía. Previo a la pandemia, el empleo mostraba dificultades y la llegada del virus y las restricciones impactó fuertemente en la mano de obra. Las autoridades estiman que aproximadamente el 80% de las personas que perdieron su empleo en 2020, el año pasado recuperaron su trabajo, por lo que se prevé que el mercado laboral consolide la recuperación.
Si bien aún los datos de las cuentas nacionales de 2021 completo no están disponibles (se publica el próximo mes de marzo el cuatro trimestre del año), los analistas y el gobierno proyectan que el año pasado la economía uruguaya retomó la senda de crecimiento, después de un complicado 2020.
Últimos datos
Según las recientes estimaciones realizadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Producto Interno Bruto (PIB) en 2021 aumentó 4.5%, luego de caer 5.9% el año anterior. Las autoridades estiman que este año el PIB se incremente 3.8%.
El FMI estima en su actualización de octubre de su informe de “Perspectivas de la economía mundial” (para Uruguay recién en abril se publican nuevas actualizaciones) que la economía crezca nuevamente este año. Según el organismo, el PIB uruguayo se expandiría 3.2% el corriente año.
El pronóstico de los organismos internacionales va en el mismo sentido que los analistas locales. Según la Encuesta de Expectativas Económicas que elabora mensualmente el BCU, en febrero de 2022 la mediana de las respuestas proyecta que la economía uruguaya habría creciendo un 4.3% en 2021 y que se expanda 3.3% este año.
El nivel de empleo también se vio fuertemente afectado por la situación sanitaria. Desde 2015 se observa una baja en la cantidad de mano de obra ocupada, pero este escenario se profundizó con la llegada del virus. De la mano de la recuperación de la economía vendría la mejoría en el mercado laboral. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en diciembre de 2021, último dato disponible, la tasa de empleo fue de 57.7%; esto se traduce en aproximadamente 1.670.000 ocupados. Por otro lado, la tasa de desempleo fue de 7% el año pasado, esto significa que 126 mil personas declaran no tener trabajo y buscar activamente uno. El gobierno, en su presentación, proyectó que se incrementaría en alrededor de 40 mil puestos de trabajo este año.
(*) Economista, integrante del departamento de Consultoría de Carle & Andrioli, firma miembro independiente de Geneva Group International.