En un contexto general de incertidumbre y de ajuste a la baja de las expectativas, el sector agropecuario tiene razones para proyectar un aumento de su producto en virtud de los altos precios agrícolas internacionales.
Escribe: Dario Andrioli
Desde la irrupción de la pandemia, a medida que pasan los meses, las expectativas económicas son de mayor caída para 2020 y menor crecimiento para 2021. De acuerdo con la última encuesta del Banco Central (BC), la caída estimada del producto para el año recién finalizado supera el 5% -mayor a lo que se preveía- y el incremento esperado para 2021, menor a 3%, no logrará compensarla.
Algunos sectores de actividad, como comercio, restaurantes y hoteles continúan afectados en su nivel de actividad, mientras que otros, como el agro, tendrían aumentos importantes de su producto, impulsado por el incremento de los precios agrícolas.
Mayores precios agrícolas
En el gráfico siguiente se aprecia la trayectoria de los principales precios agrícolas de la última década. Los altos precios observados hasta la zafra 2014 dinamizaron la actividad agrícola que alcanzó niveles récord de producción, mientras que el comportamiento posterior de precios cambió las expectativas y las decisiones de áreas de siembra de los productores.
El año 2020 tuvo como característica destacada el incremento de precios de la producción agrícola. A diciembre de 2020, el índice de precios de los cereales elaborado por FAO (Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura) subió 19% respecto de diciembre de 2019, tendencia que continúa en el comienzo del presente año. En ese marco de mejores precios, los productores incrementaron las superficies cultivadas y su inversión en equipamiento, con potencial aumento de producción.
Incremento proyectado de exportaciones agroindustriales
En el último año las exportaciones de productos de base agropecuaria descendieron, afectadas por menor rendimiento productivo de la soja por déficit hídrico e inferiores precios de mercado de carne vacuna y celulosa. Esta baja fue mitigada parcialmente por las mayores exportaciones de arroz y trigo.
Por su parte, para 2021 las proyecciones del Anuario de Opypa (Oficina de Programación y Política Agropecuaria del MGAP) estiman un incremento de los valores exportados de productos agroindustriales. De consolidarse los altos precios actuales de soja y arroz, incluso los montos exportados pueden ser mayores.
Dado que las exportaciones de origen agropecuario representan 75% del valor de los bienes exportados, el incremento de sus exportaciones proyectado para 2021 contribuirá a la recuperación parcial de las exportaciones de bienes de nuestro país.
Zafra agrícola 2020/21: mayor área de siembra
Según información de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), en la campaña agrícola 2019/20 el área total de los principales cultivos (incluyendo colza y carinata) dejó de descender. En general, fue similar a la zafra anterior y presentó algunos cambios en la composición de la superficie sembrada.
Por su parte, para la nueva campaña 2020/21, de acuerdo a la encuesta agrícola de DIEA, se proyecta un incremento del orden de 5% en la superficie total sembrada, en especial de los cultivos de invierno.
Incremento del producto agropecuario para 2021
La producción agrícola obtenida en la zafra 2019/20 -afectada por el rendimiento de la soja- determina en 2020 un descenso de 1.4% del producto de la agricultura-silvicultura, según estimaciones de Opypa. Para la campaña 2020/21, el volumen de producción que proyecta es de leve baja para los cultivos de arroz, maíz y soja e incrementos significativos en soja, cebada y colza, que determinaría un incremento del producto de la agricultura-silvicultura de 1.4%.
Respecto a la actividad pecuaria, a pesar de no haber mejorado su poder de compra, la remisión de los productores lecheros en 2020 creció 5%, alcanzado máximos históricos. Por su parte, la faena de carne vacuna disminuyó 10% su actividad en el último año, con recuperación en el último semestre, donde creció 3%. Para 2021, Opypa prevé incrementos de producción de carne vacuna y leche.
En consecuencia, según estas estimaciones el desempeño agrícola previsto, sumado a la recuperación de actividad de la pecuaria, permitiría en el presente año un aumento del producto agropecuario de casi 5% de acuerdo a Opypa.
Mayor inversión agrícola en los últimos dos años
Las importaciones de tractores, cosechadoras y sembradoras -base para la elaboración del índice que realiza nuestro Estudio- determinaron que el indicador de inversión en maquinaria agrícola aumentara 12% en el año 2020. Se agrega al incremento de 14% observado en 2019.
La importante caída de inversión de los años 2015 y 2016 se interrumpió en 2017, para caer en 2018. En los últimos dos años crecieron los niveles de inversión, pero se ubicaron en niveles de la mitad de hace una década.La trayectoria reciente de la inversión ha permitido mejorar un indicador clave para aumentar productividades y adecuar costos agrícolas, como es la inversión anual de equipos por hectárea cultivada.
En 2020 creció a US$ 57, superior a los US$ 49 del año anterior, y si bien no permitió alcanzar niveles de reposición de inversiones, se ubica en el 70% de los valores estimados por hectárea de depreciaciones de las máquinas.
Menor deuda bancaria y morosidad
De acuerdo a información del BC, los préstamos bancarios al agro a noviembre de 2020 se ubicaban en US$ 2.370 millones, presentando en el último año un leve descenso de 1%. En particular, los préstamos a la agricultura bajaron 7% en los últimos doce meses.
Dentro de los créditos al agro, los subsectores relacionados con la agricultura representan 30%: agrícola-ganadero 20%, arroz 5%, oleaginosos 4%. Los préstamos a los productores ganaderos constituye el 33%, silvicultura 12% y lechería 10%.
La tasa de morosidad del agro desciende, situándose en 3.4% de los préstamos bancarios, inferior al 4.2% de un año atrás. En particular, la morosidad actual de las empresas relacionadas a la actividad agrícola es de 3.2%.
En el mediano plazo, por las características de la demanda y oferta de crédito, se observa una caída de 5% de los préstamos bancarios otorgados al agro en el último quinquenio.
Algunas consideraciones finales
En el último año el sector agropecuario permitió una menor caída del producto bruto interno y su inversión creció por encima de los niveles generales de la economía y de otros sectores productivos.
Con una perspectiva de altos precios internacionales, los productores agrícolas en la zafra 2020/21 incrementarán las superficies cultivadas y su inversión en maquinarias, nuevos equipos y tecnología.
Si bien la encuesta de expectativas del BC no estima un incremento del tipo de cambio superior a la inflación, los precios del gasoil sin aumentar en pesos y ajustes salariales más moderados contribuyen a mejorar sus costos en dólares.
Con buenos precios de mercado y costos de producción algo mejores, los resultados productivos y financieros de los productores agropecuarios van a estar incididos por el clima. Si se consolida la recuperación del déficit hídrico, el producto agropecuario tendría un aumento de casi 5%, como lo proyecta Opypa, que contribuirá positivamente al nivel de actividad económica.
La cadena de los agronegocios ocupa más de 200.000 personas, genera casi 20% del producto y determina más 70% de las exportaciones de bienes de nuestro país. Si logra el crecimiento esperado, su contribución será relevante en el proceso de recuperación del producto bruto interno por la caída por covid-19.
*Darío Andrioli: Contador Público. Diploma Program Management Development, Esade Barcelona. Socio Director de Carle & Andrioli, Mentor de Endeavor y Profesor de Universidad ORT.