El presidente de la República, Luis Alberto Lacalle Pou, junto a otras autoridades ministeriales, participó de la ceremonia de inauguración de las obras para la nueva sede del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
El mandatario recorrió el predio, ubicado en Las Piedras -Ruta 48 casi Ruta 5-, junto al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte y el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), Ricardo Cabrera. Participaron, además, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, integrantes del directorio de instituto, integrantes de la comisión de la nueva sede y profesionales vinculados al sector.
El encuentro fue oportuno para marcar el comienzo oficial de una nueva vendimia, y para ello se invitó al presidente a moler simbólicamente un cajón de uvas blancas recién cosechadas, tarea que asumió con entusiasmo.
“El proyecto de la sede propia es un viejo anhelo desde la creación de Inavi, en 1987. La propia ley indica que debe ser en la ciudad de Las Piedras por ser la capital vitivinícola del país”, indicó el presidente de Inavi. Y añadió que será un edifico principal en dos plantas de 1.600 metros cuadrados en total y uno anexo de 840 metros cuadrados.
“Nos permitirá ofrecer un lugar de encuentro de nuestros bodegueros y viticultores apropiado para apoyarlos en su profesionalización, ya que tendremos salas equipadas para capacitación, áreas administrativas y un laboratorio con la última tecnología para poder ejercer nuestras funciones de forma cada vez más eficiente”. Cabrera agregó que esta casa propia es uno de los cuatro grandes proyectos estratégicos, ninguno menos importante que otros: reconversión varietal, modernización de la institución y liderazgo efectivo.
Para finalizar, compartió algo que calificó como un hecho histórico: “Antes de comenzar la cosecha, el directorio logró acordar el precio de referencia de la uva en $16.50 el kilogramo. Esto es algo de relevancia para el sector y una demostración de madurez”, indicó.
El ministro Uriarte felicitó la iniciativa de la sede propia de Inavi y agradeció el sentimiento de trabajar juntos “que es lo que hace fuerte a las instituciones. De esta forma no le tenemos miedo a los desafíos”, dijo.
El jerarca hizo referencia a la situación del sector, con la gran vendimia de 2020 en calidad y cantidad, aumento del consumo interno e incremento de las exportaciones. Señaló, además, la importancia de la nueva sede, que fue prevista en la ley de creación del Inavi y quedará como patrimonio a futuras generaciones. Destacó la georreferenciación del 100% de los viñedos uruguayos.
A su vez, mencionó la reconversión de 1.800 hectáreas de viña, el plan de producción integrada que es el reflejo de un convenio con INIA, Fucrea y la Facultad de Agronomía, y el desarrollo del enoturismo que, junto con ATEU y el Ministerio de Turismo, “ayuda a incorporar esta noble actividad que ha tenido una identificación familiar a lo largo de la historia”.