La Xunta de Galicia volvió a traer al país los sabores de su tierra a través del chef Rafael Centeno, quien es dueño del restaurante Maruja Limón de Vigo. El pasado 30 y 31 de mayo, a través de productos gallegos de tierra y mar, se realizaron cuatro platos típicos que fueron degustados por los participantes en cuatro showcookings.
Un territorio que se reduce a la sexta parte de Uruguay, pero que sus costas llegan a los casi 1.300 kilómetros. Los pescadores no tienen tiempo que perder, pero tampoco los ganaderos ya que en tierra se calculan que existen unos seis millones de reses, y además, posee una agricultura que crece sin cesar. Así es Galicia, una fuente de alimentos de calidad situada al noreste de la Península Ibérica, pero que recientemente extrajo un poco de su cultura culinaria para presentarla ante los uruguayos.
La Secretaría Xeral da Emigración, en colaboración con la Consellería de Mar, la Consellería do Medio Rural y la Fundación Pública Artesanía de Galicia, organizó los días 30 y 31 de mayo en el restaurante García de Punta Carretas, la segunda edición del Saborea Galicia, una propuesta cuyo objetivo es “poner en valor la materia prima de Galicia, como sus posibilidades dentro de la cocina elaborada y moderna, en la que la comunidad juega un papel fundamental con once estrellas Michelin y el sexto puesto nacional en número de estos galardones”.
La acción de este año consistió en la realización de cuatro showcookings para profesionales dirigidos por el chef gallego del restaurante Maruja Limón de Vigo, Rafael Centeno, en los que elabora platos con productos de las empresas participantes. En entrevista con CRÓNICAS, Centeno, explicó que la cocina de Galicia, es “muy limpia y respetuosa al máximo con la tradición y la tierra, la cocina gallega tiene la base sólida y bien hecha, lo que permite a los cocineros poder innovar pero en base firme.
El chef realizó diferentes platos para los presentes y detalló la materia utilizada y la manera de elaboración de los mismos. Se presentaros cinco comidas variadas en las que los materiales salen directamente de tierras y aguas gallegas. “Tengo la suerte que en muy poco espacio del territorio tenemos huerta y estamos bañados por dos mares distintos. Además, tenemos muy buena ganadería. Todo eso, para nosotros, los cocineros que trabajamos en Galicia, es maravilloso”, dijo Centeno.
Más que una estrella
En el año 2010 el restaurante Maruja Limón fue galardonado con una estrella Michelin, y hace casi una década que vienen manteniendo el reconocimiento. El chef comentó que desde su restaurante no sienten la presión de cocinar para no perder la estrella. “Nuestra estrella es el cliente, y si cocinamos para que él salga satisfecho, no podemos hacer algo mejor que eso”, enfatizó.
Centeno agregó que siempre se intenta que el cliente se vaya lo más satisfecho posible, con el mejor trato, habiendo consumido los productos de la máxima calidad. “Le ponemos todo el cariño del mundo, es decir, que si con eso perdemos la estrella es que no sabemos hacerlo mejor, entonces más presión que esta no podemos tener. De verdad no queremos perderla, porque la estrella Michelin trae un público gastronómico que viene con una guía debajo del brazo, la más prestigiosa del mundo”.
El entrevistado fue muy claro con este punto, y aseguró que al día de hoy “hay muy pocos restaurantes que cocinen para conseguir una estrella”, si bien sí les gustaría tenerla por lo que conlleva, porque cuanto más público entra mejor funciona, “la gente entiende que la estrella viene cuando tenga que venir”.
GALICIA EN CUATRO PLATOS
Un mar como un huerto
Fabas de Lourenzá, erizos, berberechos, mejillón y algas. Esto, acompañado por un vino Veiga da Princesa Albariño de la D.O. (denominación de origen) Rias Baixas.
Un mar de posibilidades
Mejillón escabechado, galletas mariñeiras y queixo tetilla. Como acompañamiento, Centeno eligió dos vinos: Alter Branco 2017 de la D.O. Ribeiro, y D’Berna Godello de la D.O. Valderroas.
Una tierra generosa
Empanada abierta de maíz, sardina, castañas, grelos y queso San Simón da Costa. En este caso, fueron elegidos dos vinos: Peza do Rei Tinto 2017 de la D.O. Ribeira Sacra Crego, y Monaguillo Tinto de la D.O. Monterrei.
Delicia gallega almendrada
Tarta de Santiago y cremoso de queso Arzúa-Ulloa, con el licor café Segrel de la IGP (Indicación Geográfica Protegida) de los licores y aguardientes tradicionales de Galicia.
