La firma Seedorina, que se dedica a la fabricación de robótica para la industria agropecuaria, diseñó un prototipo de robot sembrador para el sector hortícola, pero actualmente también lo aplica en otros rubros. En entrevista con Empresas & Negocios, su cofundador y director, Nicolás Franco, contó los nuevos proyectos que tiene el emprendimiento entre los que se encuentra abrirse a un nuevo mercado internacional. Además, relató cómo se dio su desarrollo y en qué fase se encuentra actualmente la empresa.
Por Jessica Vázquez
Un abuelo tambero y una abuela dedicada a la quinta. Además, un hermano emocionado por la electrónica y la robótica. Esto fue suficiente para que Nicolás Franco combinara elementos y lograra idear un gran proyecto: Seedorina. El hoy director tomó su historia familiar y la unió a la pasión de su hermano, con quien manejaba intereses en común y fue así que, en 2018, comenzaron a armar el proyecto en conjunto.
En Seedorina se diseña, construye y mantienen dispositivos robóticos sembradores y de automatismos enfocados en la industria agropecuaria, que lo que hacen es adaptarse a todo tipo de bandejas y semillas al momento de la producción de los plantines. Se brinda precisión en la cantidad de semillas exactas que hay que utilizar,para que, además, se siembren en el lugar exacto.
Actualmente la firma está por encima del 99% de las bandejas sembradas exitosamente. Los robots ayudan a que el sembrado sea más parejo, generando así el ahorro en la cantidad de las semillas,un mayor ratio de germinación y que también, al plantar la cantidad exacta de simientes, se utilice menor cantidad de fertilizantes y agua.
La operación del robot implica la colocación de un semillero y las semillas respectivas, los programas se manejan a través de una rueda con opciones y allí se elige cuál se va a utilizar con la variedad y tipo de bandeja. Se activa, y comienza el sembrado rápidamente. Luego se cambia la bandeja y se coloca otra, generando un ahorro en el tiempo de trabajo. Así de simple es el proceso.
En los comienzos, los socios hicieron el primer prototipo de robot y lo presentaron a Capital Semilla de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII). Luego, en 2019, comenzaron el desarrollo e hicieron la primera venta. En primera instancia los hermanos se enfocaron en el sector hortícola, ya que entendieron que podían brindar soluciones de ahorro importantes en el rubro.
Para confirmar su idea realizaron una investigación donde valoraron aspectos técnicos y comerciales del emprendimiento. “Vimos que en ese sector era donde podíamos generar beneficios más rápidamente para los productores mediante ahorro de semillas, mejorar el ratio de germinación, e indirectamente se daba un ahorro en la cantidad de fertilizante y agua para los plantines”, recordó Franco.
En 2020 Seedorina comenzó a trabajar, además, con el sector forestal, con un pequeño contrato para el cultivo de unos 720.000 plantines de eucaliptus, que ya se están viendo los resultados en terminación. “Al dar mayor precisión, generamos un ahorro en la cantidad de semillas -que no es nada barato-, y también estamos terminando el robot para un vivero que hace dos millones de plantines al año; así, sería el segundo vivero con el que estaríamos trabajando”, resaltó el entrevistado.
Los hermanos Franco entienden que tienen un gran potencial con la robótica. En ese sentido, el año pasado fueron parte del proyecto Pasaporte Emprendedor, que se realiza entre ANII, LATU y Endeavor. En el mismo se presentaron 78 proyectos y quedaron 30 seleccionados para el comienzo de las mentorías. De ahí, Seedorina pasó de fase, junto a 10 proyectos. “Finalmente tuvimos la suerte de contar con la fortaleza para ser elegidos entre los cinco proyectos que este año viajarán a Harvard y a Silicon Valley”, aseguró el empresario.
En expansión
Hoy Seedorina está trabajando con seis clientes, y además tuvo una inversión de un interesado que se quiere asociar con la firma. Se están fabricando -para mediados de marzo- seis máquinas nuevas para colocar en el mercado, tres de las cuales ya tienen confirmado su paradero. Al mismo tiempo, existen otros clientes con los que la empresa está trabajando para cerrar nuevos acuerdos. “Creo que en poco tiempo lograremos colocar en el mercado toda la producción”, afirmó Franco.
Con la investigación que realizaron, entendieron que, por ejemplo, los productores de plantines, tanto de forestal como de la parte agrícola, invierten más en tecnología para el final del proceso y no tanto para el inicio. “Cuando mostramos que somos capaces de acercar tecnología al comienzo del proceso de la generación del plantín, que es de precisión, confiable y que ahorra tiempo,decidieron probarlo. En ese proceso hemos tenido una muy buena aceptación”, aseguró el ejecutivo.
Respecto a cómo planifican continuar desarrollándose, sostuvo que los planes que poseen para antes de que finalice el 2021 es estar exportando los primeros robots a México. “Hace tiempo venimos hablando con un interesado para que sea nuestro distribuidor en México, pero por cuestiones de volúmenes no nos era tan fácil poder cumplir. Ahora ya hemos generado la experiencia y estamos con capacidad de producir una cantidad de máquinas para poder comercializar fuera del país”, explicó.
Más que ahorro
Uno de los beneficios principales que tiene la utilización de los robots de Seedorina es que la tasa de repago es muy alta. El primer cliente de la firma dijo que, en un año, con el ahorro que generó, ya pagó la máquina, según Franco. Por esa razón, en su opinión, utilizar la maquinaria que ofrecen es una inversión que, de manera directa, trae beneficios y genera un ahorro tal que se puede repagar a corto plazo.
“Nosotros no solamente apuntamos a lo que es la venta de unidades, sino que también trabajamos a través de alquileres para el sector forestal en sus dos grandes zafras de sembrado”, expresó. En ese sentido, se trabaja bajo un modelo de costo por producción, que se paga de acuerdo a la cantidad de celdas que se van sembrando, y el costo se acuerda con el productor. “No se precisa contar con una maquina los 12 meses del año, sino que teniéndola en las dos zafras ya es suficiente, por eso las arrendamos, le hacemos mantenimiento y se pueden utilizar para varios tipos de sembrado”, aseguró el emprendedor.
Reconocimiento
El entrevistado dijo estar muy agradecido con la ANII por la oportunidad y las puertas que se abrieron para su proyecto. “Somos un resultado del Capital Semilla, y gracias a eso pudimos comenzar con el emprendimiento. No solamente en la parte de agro, sino en muchas otras áreas hay emprendimientos que han podido salir adelante gracias al impulso y apoyo de la agencia”, remarcó.