Sistema B y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Uruguay, organizaron los encuentros denominados “Semillas de impacto, Sostenibilidad en modelos de negocio empresariales”, orientado a agentes vinculados al sector agroalimentario. El primer encuentro se realizó el 25 de mayo y el próximo será el 1º de junio.
El pasado 25 de mayo y el próximo miércoles 1º de junio, Sistema B y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Uruguay organizaron un encuentro virtual y un taller denominados “Semillas de impacto, Sostenibilidad en modelos de negocio empresariales”, orientados a organizaciones, cámaras, asociaciones empresariales, empresas particulares y emprendedores o emprendedoras que se dediquen a la producción, comercialización y distribución de alimentos.
Estas actividades buscan reforzar la adopción de una agenda sostenible en el país y fomentar prácticas sociales, económicas y ambientalmente sostenibles en empresas agroalimentarias de Uruguay, en el marco de un acuerdo de trabajo firmado entre la FAO y la Asociación Civil Sistema B Uruguay, que inició en enero de este año.
La primera etapa de esta iniciativa consistió en conocer el grado de avance de las empresas del sector agroalimentario en cuanto a la incorporación de la Agenda 2030.
La etapa de encuentro virtual y taller, prevé, más específicamente, dar a conocer experiencias exitosas (mejores prácticas) y herramientas disponibles para que las empresas del sector puedan cuantificar y mejorar su impacto en las dimensiones económica, ambiental y social.
En ese marco, Empresas & Negocios dialogó con David Gold, director Ejecutivo de Sistema B y Marcelo Sadres, consultor de la FAO en Uruguay. El primer entrevistado sostuvo que FAO tiene un foco importante en el sector agroalimentario y viene trabajando hace muchos años en fomentar, capacitar y acompañar.
“Si bien Sistema B es una organización civil, convive en un ámbito de sector privado porque busca redefinir el sentido del éxito de la economía desde ese lado, incorporando a los actores en un ecosistema que debe convivir, a su vez, con el sector público”, señaló Gold.
Por su parte, Sadres expuso para FAO este es el comienzo de un camino que busca responder a generar instancias de asociación con el sector privado, que permite ser más eficientes a la hora de abordar los múltiples desafíos que todavía se tienen para el cumplimiento de la agenda 2030 en el marco de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
“La mirada que tenemos desde la FAO es que los desafíos son cada vez más importantes; pasó con el aprendizaje de la pandemia, ahora tenemos también la situación en Europa oriental. Es relevante reincorporar en este esfuerzo a los gobiernos, a la sociedad civil, al sector productivo, a las empresas; tiene que ser un esfuerzo entre todos. En este marco es que venimos trabajando con Sistema B”, sostuvo.
Expectativas
El consultor de FAO indicó que, junto a Sistema B, se realizó un proceso interesante previo a llegar a esta instancia de evento y taller. “Este proceso tuvo que ver con poder ir generando entrevistas con algunas organizaciones, cámaras empresariales, actores vinculados al rol del sector privado en la cadena agroalimentaria. Fue un primer mapeo que nos permitió generar esos canales”.
Al mismo tiempo, informó que se logró concretar el apoyo del Pacto Global, de Deres, de la Cámara de Industrias del Uruguay y de ANDE. “Creo que todo eso nos posiciona en un buen lugar desde el punto de vista del alcance de las actividades”.
En el evento virtual se buscó tener una mirada amplia, invitando a empresas e instituciones vinculadas. “El taller del 1º de junio es más focalizado en el trabajo; estamos invitando fundamentalmente a pequeños empresarios o medianas y grandes empresas con referentes que estén trabajando en los temas de sostenibilidad”, expuso Sadres.
A su turno, Gold afirmó que es importante participación de tomadores de decisión, “pero que participen determinados colaboradores, porque a veces estos son los que más mueven temas de sustentabilidad dentro de las compañías. Si bien está la mirada de modelo de negocio y mejora de competitividad, tiene que ver mucho con el propósito de la empresa y de las personas que la integran. Hacer negocios y ser rentable va de la mano de poder hacer el bien”.
En esa línea, sostuvo que alguna vez “nos inculcaron que hacer el bien no significa hacer negocios”, pero entiende que la visión que tiene Sistema B es que es una gran oportunidad que una empresa incorpore las prácticas de sostenibilidad para solucionar los desafíos y también ser rentables.
“A su vez, aparecen nuevas miradas que conviven con el legado que quiero dejar en mi empresa, la forma en la que se relaciona con el mundo, cómo poder ser la mejor empresa para el mundo y no del mundo”, agregó.
Desafío y oportunidad
La FAO ha trabajado con el sector privado, pero muchas veces vinculado al sector primario fundamentalmente. “En eso tenemos bastante experiencia, sin embargo el desafío que tenemos tiene que ver con la mirada de sistema agroalimentario que incorpore no solo la producción de alimento sino también los procesos de producción, de comercialización y servicio que hacen a esta cadena, porque trabajar sobre toda la red va a generar un resultado concreto en el ODS número 2, que es ir logrando el hambre cero”, indicó Sadres.
Interés empresarial y ley BIC
Sadres fue consultado acerca de la avidez del empresariado uruguayo para sumarse a este tipo de eventos. En ese sentido, señaló que se está generando un ecosistema muy interesante, y que cada vez hay más empresas que se acercan al modelo de negocio de triple impacto. Y aseguró que existen muchas empresas observando la Ley Nº 19.969 de Beneficio de Interés Colectivo (BIC).
Esta ley fue impulsada por Sistema B y trata sobre una nueva genética de empresas, de beneficio de interés colectivo, como su nombre lo dice. “Ahora está en etapa de implementación, y con ella las empresas hacen una declaración de ser empresas de beneficio de interés colectivo, es decir empresas que les importa el impacto que generan”, explicó Gold.
Agregó que si bien Sistema B vive en el sector privado, lleva a las empresas al cambio de reglas de juego a nivel país. “Una empresa, haciendo una declaración y siguiendo determinados estándares, puede declararse empresa BIC, entonces si alguien va a definirse por trabajar con una firma, puede tenerlo en consideración”.
El consultor de FAO, añadió que las empresas, cada vez más, se están preocupando por incorporar estos temas, “un poco por responsabilidad y otro poco por la propia exigencia de los consumidores”.