Con apariencia de palacio parisino, encierra entre sus paredes casi 100 años de historia. La denominación de “hotel” no le es suficiente, si se tiene en cuenta que ofrece mucho más que alojamiento. Ícono del patrimonio nacional, el Sofitel Montevideo construye su diferencial en relación con la cultura, el arte y la historia, acompañados de una oferta gastronómica de primer nivel.
En tiempos en que los expertos en hotelería hablan de una sobreoferta, y los turistas se enfrentan a un largo menú de opciones donde alojarse, Sofitel se distingue por ofrecer un lugar de experiencias. El patrimonio y la vanguardia se combinan a la perfección para brindar un espacio bien uruguayo, pero con un nivel de calidad que está a la altura de los estándares internacionales.
El gerente general de Sofitel Montevideo, Luciano Fontana, dijo a Empresas & Negocios que el crecimiento hotelero en la plaza de Montevideo es algo positivo. “Creemos que la competencia profesionaliza mucho más el sector”, puntualizó. El hotel conoce a la perfección las exigencias de sus clientes y tiene las herramientas para sorprenderlos. La cultura, la moda, el arte y el vínculo con la sociedad son los pilares fundamentales sobre los que se sustenta su abanico de experiencias.
“Según mi concepción de la hotelería, a un hotel de este estilo, que es un palacio, como hay tantos en París, cuando uno le agrega lifestyle, movimientos o ruptura no hay ningún otro que pueda igualarlo”.
La ubicación del hotel en el barrio Carrasco, algo alejado del centro de la ciudad, es un importante atractivo para quienes desean disfrutar del espíritu de calma que ofrece Montevideo. El común de los turistas la elije como destino para descansar, como una ciudad tranquila, auténtica y con buena energía, valores que Sofitel ofrece dentro de sus propias paredes. A su vez, el barrio Carrasco ha registrado un vertiginoso crecimiento en su propuesta artística, gastronómica, deportiva y social, de la que Sofitel no es ajena. Su carácter histórico lo conecta, inevitablemente, con el centro de la ciudad, haciéndolo parte de tours guiados que llevan y traen.
Más que un medio para conocer el país, Sofitel Montevideo se ha convertido en un fin en sí mismo. Muchas personas llegan con el objetivo de conocer el hotel, y para ello se ofrecen visitas, tanto para quienes vienen de muy lejos como para los propios uruguayos y montevideanos. Los visitantes son recibidos por los “embajadores”, como llama Sofitel a sus empleados. Ellos sienten el hotel como propio y son los mejores anfitriones y guías para transmitir la historia y espíritu de este ícono de Montevideo.
“Según mi concepción de la hotelería, a un hotel de este estilo, que es un palacio, como hay tantos en París, cuando uno le agrega lifestyle, movimientos o ruptura no hay ningún otro que pueda igualarlo”, aseguró Fontana. Para su público local, Sofitel Montevideo trabaja en acciones vinculadas al deporte, galerías de arte, shows musicales, catas de vinos, ciclos de charlas, entre muchas otras cosas. Para los corporativos, ofrece cómodas salas de reuniones, espaciosas y con capacidad para grandes reuniones de negocios.
En ese afán de sentirse parte del barrio y de hacer sentir a la comunidad de Carrasco y de Montevideo también parte de Sofitel, con motivo del Día de la Madre, el hotel ofreció una propuesta original a dos jardines de infantes de la zona. Los más pequeños realizaron una visita junto a sus maestras, recorrieron las instalaciones y disfrutaron de una merienda preparada por el chef ejecutivo Kaywa Hilton, quien además les prestó materiales para decorar sus propias galletitas y llevárselas de regalo a sus madres en su día.
Sofitel es el único miembro montevideano de Virtuoso, una red que engloba a las principales agencias y hoteles de lujo a nivel internacional.
Sofitel Montevideo está categorizado como un hotel de lujo dentro del país. Sin embargo, sorprende y atrae la relación calidad-precio, además de la variedad de propuestas que incluye la propia experiencia de alojamiento allí. Fontana calificó al hotel como “súper competitivo” dentro del rubro, y aseguró tener una excelente respuesta, sobre todo del mercado corporativo. “Cada vez tenemos más cuentas activas, y eso se evidencia también en los desayunos, en los almuerzos, en la ocupación de la sala de reunión”, dijo.
“El potencial es muy grande”
En el mes de abril, el Ministerio de Turismo anunció la extensión del beneficio tributario para los turistas: una excelente noticia para el sector. Acciones de este tipo, según Fontana, contribuyen al posicionamiento del país y fomentan su competitividad en la región y en el mundo. La relación y el diálogo del hotel con las autoridades ministeriales es permanente y positiva. Ambos trabajan en equipo a la hora de diseñar las mejores estrategias para atraer al público extranjero.
Sofitel es, además, el único miembro montevideano de Virtuoso, una red que engloba a las principales agencias y hoteles de lujo a nivel internacional. Esta membrecía les otorga posicionamiento y la posibilidad de ser un promotor en sí mismo de Uruguay y Montevideo como destinos turísticos. “Cuando vamos y fomentamos lo que representa el Uruguay, para la región y a nivel internacional, de alguna manera, somos una extensión de los ministerios”, opinó Fontana.
“A nivel Uruguay, el potencial es muy grande”, agregó. El país sorprende por su amplitud de ofertas culturales, por su pasión por el deporte, la gastronomía y la arquitectura. En estas convenciones internacionales a las que asiste Sofitel, a la hora de mostrar el hotel a través de una presentación o un video, los operadores se quedan atónitos.
Fontana reconoció que aún existe mucho por hacer a nivel de conectividad, de difusión y de posicionamiento del país; pero que el camino que se está recorriendo es de destacar. “Se está haciendo un muy buen trabajo. Hay que seguir en esta línea”, dijo. En un país como Uruguay se busca la autenticidad, y se valora el compromiso y la hospitalidad de sus habitantes. Fontana ha descubierto una gran ventaja en el uruguayo: “su vocación de mostrar, de enseñar y de sentirse orgulloso con lo que tiene aquí en este país. Es realmente un diferencial muy grande”.
La experiencia gastronómica
El año de construcción del viejo Hotel Casino Carrasco, 1921, da nombre a uno de los atractivos fundamentales del hotel: su restaurante. Presidido por el chef ejecutivo Kaywa Hilton, el menú se adapta a la más amplia variedad de paladares. Desde su desayuno continental de todos los días hasta cenas y banquetes especiales según la ocasión, la cocina de 1921 responde a los requerimientos de todos sus comensales.
El pasado 25 de agosto, para celebrar la Noche de la Nostalgia, el chef Kaywa Hilton, junto con el argentino Olivier Falachi, reinterpretaron el menú original con el que el Hotel Casino Carrasco abrió sus puertas hace 96 años. La concurrencia superó las expectativas del personal, y el menú se ganó el elogio de los comensales.
El mes anterior, otro exquisito menú preparado por Kaywa compitió en protagonismo con María Noel Riccetto, la bailarina de ballet uruguaya, que fue homenajeada en el hotel tras recibir el premio a mejor bailarina en el Benoise de la Danse. Sofitel Montevideo fue el escenario perfecto para este homenaje, por su compromiso con el ballet y la cultura nacional. La propuesta gastronómica de cinco tiempos combinó elementos de la historia de la bailarina con la cocina de autor.
Cada domingo, 1921 ofrece un brunch, que se destaca por ser una de las propuestas gastronómicas más atractivas de la zona. El público local es cada vez mayor, e incluso Fontana asegura que es de entre el 80% y el 85%. Allí se ofrece una deliciosa variedad de platos en distintas islas con menús específicos.
Para el último mes del año, el restaurante ya está trabajando en el diseño de un menú especial para una espectacular cena de Navidad y de Año Nuevo. Se espera recibir, para ese entonces, mucho turismo regional e internacional.
Un momento de relax
Mediante membrecías por día, por mes, trimestrales o anuales, clientes locales en su mayoría, pero también internacionales, disfrutan del espacio de relajación del hotel. Se trata de un lujoso spa que transmite paz y armonía mediante una infinidad de técnicas y tratamientos, a cargo de masajistas y terapeutas de primer nivel.
El spa trabaja con productos internacionales, pero nunca deja de lado sus raíces uruguayas. Yerba mate, amatistas, vino tinto y chocolates de industria local forman parte de los tratamientos más populares para liberar tensiones. Los socios del spa pueden disfrutar también de la piscina del hotel, cerrada en invierno y con parte abierta en el verano.
Además, el spa de Sofitel Montevideo ofrece ciclos de charlas sobre tendencias, relajación y meditación. Desde que se implementan, han tenido una excelente convocatoria.