«A la pipetuá» es una feria itinerante de arte, diseño y gastronomía donde más de 40 emprendedores locales dan a conocer sus productos diseñados o fabricados por ellos mismos. El objetivo es ofrecer a los stands participantes la posibilidad de darse a conocer, mostrar sus productos, testear los gustos de los consumidores, captar clientes y contactos.
Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi
Desde marzo del año pasado se realiza todos los meses en distintos barrios de Montevideo y con diversos expositores. «A la pipetuá» nació de la mano de Daniela Da Silva, una joven contadora de 25 años a la que, según comentó a Empresas & Negocios, siempre le gustó el mundo de los emprendimientos.
Da Silva recordó que cuando conoció los eventos de diseño que existían hasta el momento, notó que las opciones que tenían los posibles expositores, “eran pocas”. Por un lado, estaban los grandes eventos, que convocaban a mucho público pero exigían una serie de formalidades para participar y tenían un costo elevado. Generalmente, eran de moda. En el otro vértice se hallaban eventos más pequeños, de costos menores y sin formalidades, con rubros variados pero débiles en convocatoria.
“Se me ocurrió hacer mi propia feria, teniendo en cuenta todos los puntos de vista, como la organización, los expositores y el público, y pensando desde cada lugar en el que me paraba”, señaló la organizadora.
La próxima edición de «A la pipetuá» se llevará a cabo el domingo 11 de junio de 14:30 a 19:30 en Millán 2843 esquina Sitio Grande.
La propuesta es que quienes asisten realicen un paseo mientras encuentran artículos interesantes, exclusivos y originales, a buen precio. Después de hacer las compras, se les ofrece que se puedan quedar a tomar o comer algo, charlando en el living o escuchando música. En este sentido, ‘A la pipetuá’ realiza actividades paralelas como música en vivo, show de magia e ilusionismo, maquillajes, caricaturismo, entre otros.
Igualmente, se les ofrece a los emprendedores la posibilidad de darse a conocer, mostrar sus productos, testear los gustos de los consumidores, captar clientes y sumar contactos. Si bien a veces participan marcas consolidadas, la mayoría de los expositores son pequeños emprendedores que recién comienzan y aún no tienen el capital necesario para poder invertir en un local propio y cuentan con stock limitado.
De todas formas, también hay quienes participan de la misma como un hobby o una excusa para disfrutar, y quienes intentan complementar sus ingresos con las ventas que realizan en sus stands.
Algunos de los productos que se pueden encontrar es vestimenta, accesorios o calzado, artículos de decoración para el hogar, la oficina o el jardín, artesanías de todo tipo, juguetes, artículos para bebés y para futuras mamás, artículos terapéuticos, de holística, cremas y cosméticos naturales, entre otros. Asimismo, el sector gastronómico abarca desde los típicos productos, como tartas, empanadas y pizzetas, hasta comidas de otros países, pasando por una oferta de postres dulces.
Hasta el momento se llevan realizadas 18 ediciones. “La evaluación es muy positiva”, consideró Da Silva, e indicó que es la única feria que se realiza todos los meses sin excepciones, de marzo a diciembre, ocupando la máxima cantidad de stands que permite la capacidad de los locales.
Además, aseveró que la feria ha mejorado en cada una de sus realizaciones y que se va renovando. A futuro espera continuar creciendo y adquirir nuevos auspiciantes o sponsors para poder ofrecer una exposición mayor y más completa, que abarque todos los grupos.
“También es importante dar nuevas opciones a la gente para hacer un domingo de tarde. Quienes nos visitan apoyan la mano de obra uruguaya y al pequeño emprendedor local, comprando cosas verdaderamente lindas y originales a precios muy buenos.”