Alumnos de la Universidad de Montevideo (UM) lograron un destacado nivel en múltiples competencias internacionales de arbitraje de inversión, entre 110 universidades del mundo, siendo galardonados con el primer puesto en San Pablo y el segundo puesto en Estocolmo.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Se trató de una experiencia única. Un grupo de estudiantes de Derecho, de la Universidad de Montevideo (UM) participó de tres competencias internacionales de arbitraje de inversión y fueron destacados en cada una de las instancias.
Los jóvenes Thomas Biscomb, Javier Galperín, Lucía Vilaseca, Pia Ruggieri, Melanie Ollero, Francisco Algorta y Elina Arocena Basso, junto a sus tutores Juan Pablo Trelles Figueira, Mateo Verdías Mezzera, María del Pilar Álvarez, Yael Ribco y la Dra. Mercedes Jiménez de Aréchaga, estuvieron presentes en tres competencias internacionales de arbitraje de inversión, logrando un nivel internacional altamente destacado en todas las participaciones.
El primer paso fue la Competencia de Arbitraje Internacional de Inversión FDI (III Pre-Moot anual) en la ciudad de San Pablo, Brasil, donde se posicionaron con el primer lugar y, por su parte, Biscomb y Vilaseca, fueron premiados como mejores oradores del concurso. Se trató de la tercera edición del certamen donde, entre los pasados días 19 y 21 de octubre, participaron seis equipos de universidades uruguayas, brasileras y argentinas, y de la primera competencia de arbitraje internacional en que la UM formó parte.
Pero el camino continuó. Una semana más tarde, el equipo se presentó en San Petersburgo, Rusia, donde alcanzaron el quinto puesto. Entre los días 8 y 10 de noviembre, las expectativas fueron superadas. Es que los alumnos obtuvieron el segundo puesto, entre 110 universidades de todo el mundo, en la FDI International Arbitration Moot 2018, en Estocolmo, Suecia, la competencia global más reconocida en arbitraje de inversiones. El primer puesto lo obtuvo la Universidad Estatal Lomonosov Moscow de Rusia
La coincidencia con el caso Philip Morris
La competencia estuvo dirigida a estudiantes que cursasen entre tercero y quinto año de Derecho. Durante la misma, se simuló una audiencia donde se representaron roles asignados al caso correspondientes a la parte actora y parte demandada, y se respondieron a las preguntas realizadas por el tribunal. Un dato no menor es que, al tratarse de una instancia internacional, toda la competencia fue realizada en ingles.
Biscomb, en tanto, comparó la labor realizada con el caso de Philip Morris contra Uruguay, dado que el caso que se les propuso en Suecia no distaba mucho de los pasados hechos con la tabacalera y nuestro gobierno. En concreto, el desafío a resolver los colocó del lado del Estado en un caso en el cual una empresa deseaba realizar una inversión en un país mediante la explotación de un mineral, pero en el que el Estado había comenzado a tomar medidas para proteger el medio ambiente, por lo cual, el inversor reclamaba el arbitraje.
La oportunidad del posicionamiento
Al participar en la competencia, los jóvenes se enfrentaron no sólo contra participantes mayores que ellos -por ejemplo, alumnos con másteres de Estados Unidos-, sino que compitieron codo a codo con algunas de las universidades más prestigiosas a nivel mundial. Harvard, Universidad de Nueva York, King’s College de Londres o la Universidad de Singapur fueron algunos de los destacados centros de estudio a los que el equipo uruguayo de la UM logró derrotar.
“Para todos nosotros fue un orgullo poder participar de la competencia” expresó Biscomb en diálogo con Empresas & Negocios. Los miembros del equipo “no podían creer” la situación en la que estaban, porque pertenecían a “una universidad desconocida” en ese ambiente.
En este sentido, tanto Biscomb como Vilaseca manifestaron la responsabilidad de no sólo posicionar a su universidad, sino también al país. “Muestra que hay gente capacitada en Uruguay para poder estar a la altura de esas circunstancias, de poder ir a una competencia del más alto nivel académico y tener la posibilidad de manifestar que hay estudiantes uruguayos que pueden llegar a ese nivel de excelencia. Para nosotros es un orgullo muy importante”, señalaron.
Por su parte, el decano de la Facultad de Derecho de la UM, Nicolás Etcheverry, acompañó el sentimiento de sus alumnos, quienes, dijo, “se destacaron con una solidez argumental” y “una profundidad en la preparación de los casos a plantear” que “dejó admirados a todos”.
Tal desempeño fue posible gracias al esfuerzo que los alumnos dedicaron en su preparación para las competencias, comenzando con la investigación del caso en agosto, a la que le continuó la elaboración de los argumentos, en octubre. Sobre este último punto, Jiménez de Aréchaga, explicó a Empresas & Negocios la importancia de la presencia de los tutores, así como también el hecho de que los estudiantes se encuentren convencidos de cada palabra que manifiestan.
La situación de Uruguay
Estas instancias de competencia internacional son una manera de fomentar el arbitraje de inversiones en Uruguay, que está incursionando lentamente en el asunto.
En julio de este año, se promulgó la ley 19.636 en referencia a los arbitrajes comerciales. Estos consisten en una disputa entre dos empresas, y no en el marco de tratados de inversiones que firman países a nivel mundial en busca de salvaguardar a personas físicas o jurídicas que invierten en un país.
Para Etcheverry, en materia de inversiones “debería ocurrir algo similar”. En esta línea, indicó: “Si deseamos atraer cada vez más buenas, estables y duraderas inversiones en Uruguay, cuantas más herramientas jurídicas tengamos para atender las discrepancias y controversias que puedan surgir a causa de esas inversiones, mejor”. El decano argumentó que esas herramientas e inversiones son necesarias para “no quedar encerrados de fronteras para adentro”.
Es así que el caso más notorio de arbitraje de inversiones para Uruguay fue el de Philip Morris contra el Estado. El hecho de que Uruguay haya tenidos pocos arbitrajes de inversiones “es positivo para el país”, porque quiere decir que no ha sido demandado a nivel internacional, explicó Biscomb.
Sin embargo, este bajo número muestra también un incumplimiento del país en las inversiones, de acuerdo con los estudiantes. “En el último tiempo, lamentablemente, hemos visto que han aumentado las amenazas de arbitraje de inversión. No es la mejor de las alarmas”, argumentaron los estudiantes.
De igual manera, el número de demandas que tiene nuestro país “sigue siendo bastante bajo”, teniendo en cuenta que el número de tratados de inversión firmados, de acuerdo con Biscomb. Al día de hoy, el Estado cuenta con 30 acuerdos de inversión ya firmados con 31 países, y otros dos firmados aún no vigentes con India e Intra-Mercosur, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). En muchos de ellos, se establece al arbitraje como resolución de disputas en caso de controversias con la inversión.