Yuval Noah Harari reflexionó sobre el futuro y sus desafíos en SURA Summit. El intelectual planteó los retos a los que se enfrenta el mundo respecto al cuidado medioambiental, así como al uso y procesamiento de datos.
Con el propósito de generar bienestar y calidad de vida a sus clientes, SURA Asset Management realizó una nueva edición de SURA Summit, un evento de SURA Inversiones que se ha llevado adelante en cinco oportunidades a nivel regional y que en esta oportunidad contó con la intervención de Yuval Noah Harari, uno de los intelectuales públicos más influyentes en la actualidad, doctor de la universidad de Oxford y Premio Polonsky por su creatividad y originalidad.
El encuentro contó con la bienvenida del CEO de SURA Asset Management, Ignacio Calle Cuartas, quién recordó el propósito este ciclo de charlas.
Por su parte, el vicepresidente de SURA Asset Management Uruguay, Gerardo Ameigenda, celebró la creación de espacios como SURA Summit, que son fuente inagotable de conocimientos y experiencias.
“El desarrollo de instancias de intercambio con personajes inspiradores, que son referentes y que están liderando muchas de estas conversaciones en el mundo, son las que nos ayudan a reflexionar y delinear el camino a seguir en pos de construir un mejor futuro”, indicó Ameigenda.
Bajo la temática “¿Qué futuro estamos creando?”, el historiador reflexionó sobre la pandemia de covid-19, el trabajo de los científicos en este contexto y cómo las decisiones políticas contribuyeron en mayor o menor medida a sobrellevar esta pandemia.
Entre los desafíos, destacó el desequilibrio ecológico que la humanidad está provocando. Otro es el advenimiento y desarrollo de tecnologías disruptivas, como la ingeniería biológica y la inteligencia artificial, que a su entender representa una amenaza a la supervivencia y el significado de la humanidad.
“El activo más importante ahora son los datos y su procesamiento. Estos llegan de todo el mundo, pero las ganancias que las grandes corporaciones adquieren a través de ellos no se distribuyen a la sociedad. Esto fomenta la riqueza en algunos países, mantiene la pobreza en otros y aumenta el peligro de que se generen desigualdades enormes”, dijo.
Entre otras cosas, estableció que el desarrollo de habilidades como la flexibilidad mental y la inteligencia emocional son imprescindibles para adaptarse mejor a un mundo con nuevos paradigmas.