Le dicen que tiene más músculos que principios, que le iría mejor si arma una lista en el Partido Nacional y que supuestamente visita con frecuencia la Torre Ejecutiva. Por más que a Ojeda se le busque la lengua, él no responde los ataques de sus correligionarios y está convencido de que, pese a no poder controlar lo que hacen los demás, sí puede controlar lo que él hace, y trabajará por la unidad de su partido. Así lo explicó en entrevista con CRÓNICAS, en la que además declaró que “no es creíble” que un candidato colorado se presente como presidente.
Por Mateo Castells | @teocastells
El precandidato degustó bife de vacío con puré mixto de papa y boniato, que acompañó con agua sin gas. Por terminar pidió un café doble.
-Pensando en que hipotéticamente sea electo presidente, ¿qué es lo primero que haría el 2 de marzo de 2025?
-Yo no soy muy amigo de hablar de tres pasos para adelante. Entiendo que Uruguay es muy ansioso en muchas cosas. El día que te estás casando, la gente te pregunta cuándo vas a tener hijos y no te permite ni siquiera disfrutar el momento. En esto es lo mismo. Estamos a dos meses de una elección interna y yo no me siento en condiciones de estar discutiendo primeras medidas presidenciales. Hoy el objetivo es la interna de cada partido y decidir quién va a representar al partido en octubre y quién será el jugador colorado en el equipo de la coalición de gobierno que enfrentará al Frente Amplio (FA), y ese es nuestro objetivo a corto plazo. A mí me parece que entrevera que nosotros conversemos de medidas para marzo de 2025. Además, toda nuestra comunicación hoy y la manera en la que nos presentamos, en ningún lugar dice la palabra presidente. Yo entiendo que hoy no es creíble que un candidato colorado se presente como presidente, sino que tenemos que construirlo. Tenemos que construir un camino de credibilidad y el primer gran mojón de eso es la interna. Tenemos que decirles a los colorados y a los no tan colorados, que es muy importante elegir al mejor jugador colorado en el equipo de coalición.
-Pero si no se apunta a una hipotética presidencia, se apunta a integrar la coalición.
-Se apunta a todo. Acá nadie se baja de nada y nadie le baja el precio a lo que estamos haciendo. Pero hay que ser humilde y creíble, y dar los pasos que hay que dar, porque es parte de tener un proceso sano. Si yo me pongo a hablar de marzo, le saco el foco a lo más importante que es la interna del 30 de junio. Porque nosotros tenemos que, de mínima, garantizar un segundo gobierno de coalición, y de máxima, liderarla los próximos cinco años.
-La última encuesta de Cifra no brinda datos exactos sobre el PC porque la muestra no permite obtener datos “mínimamente confiables”, ya que son pocos los encuestados que piensan votar al partido. ¿Cómo piensa cautivar al electorado?
-No creo que nosotros tengamos que decir cómo vamos a cautivar al electorado. Creo que cada uno tiene el desafío de ser genuino y auténtico, decir lo que cree, lo que piensa, sueña y proyecta para el país, y en base a eso ver quién se arrima. Me parece que la pregunta de cómo se cautiva al electorado, es la visión de una política sobre pragmática que no es en la que yo me sentiría cómodo. Yo trato de ser lo más auténtico y genuino posible.
-En política usted tiene que cautivar, convencer y atraer, para después materializarlos en votos.
-Yo creo que en el fondo no es que tenga que cautivar. Al fin y al cabo, gana quien tiene más votos. Yo no es que salgo a decir lo que tengo que decir para tener más votos. Yo voy a decir lo que creo, lo que pienso y lo que proyecto. Si eso arrima gente y votos, bárbaro. Pero en el fondo, creo que la prioridad es la autenticidad. Creo que la ciudadanía no es boba y se da cuenta cuando alguien no es auténtico, y yo prefiero ser auténtico y que la gente decida si me quiere acompañar o no. Ahora, el partido históricamente siempre ha votado mucho más de lo que marca en los meses previos, incluso en la de 2004, que fue la peor.
-El PC ha estado muy pegado al gobierno en esta administración y fue Cabildo Abierto quién marcó más distancia. ¿Cómo se revierte esto? ¿Cómo se le habla a la gente ahora?
-El PC no ha estado pegado al gobierno. El PC integra el gobierno y fue clave para que el gobierno sea de coalición, porque sin él, no existiría. Sin el PC, Lacalle Pou no sería presidente. Entonces, no es que está pegado al gobierno, sino que lo integra. El que no entienda que sin PC no hay gobierno de coalición, no entiende nada.
-Lo integra, pero no han marcado sus diferencias.
-¿Qué implica marcar las diferencias? Acá veo algo instalado y repetido, que en el fondo no tiene mucho contenido. Resulta que tener identidad implica pelearse públicamente con el presidente del gobierno que uno integra. Si esta es la premisa, yo estoy en profundo desacuerdo. Creo que en el fondo tenemos que entender que, si toda la coalición va en el mismo barco, lo que seguro ninguno puede hacer es hacerle agujeros al piso de ese barco. Primero hay que cuidar ese barco, después vemos cómo discutimos el timón, quién lo maneja y cómo incidimos en su manejo. Si tu identidad depende de hacerle berrinches públicos al presidente, en el fondo lo que tenés es un problema de identidad. Vos tenés que poder marcar tu perfil e identidad sin depender de un berrinche público. Porque ahí está la madurez política de la propuesta que encabezamos. Yo no tengo ninguna inseguridad sobre mi identidad, razón por la cual, a nivel partido político, marcamos presencia por lo que el partido ha hecho estando en el gobierno, lo que representamos en la historia del país y los perfiles de personas que promovemos para que lleven adelante el liderazgo de la coalición de los próximos cinco años. No hay que explicarle a nadie por qué somos distintos a los blancos, es evidente y está en la historia viva del Uruguay.
-Se ha apuntado a que su precandidatura es la continuidad del legado de Ernesto Talvi. ¿Repercute esto en usted?
-Le agradezco especialmente a Ernesto el gesto de haber hecho un comentario público de respaldo de esta magnitud, después de cuatro años de no haber hecho un solo comentario político. Lo veo como un gesto muy importante de su parte.
-Usted fue su referente en seguridad y lo he escuchado hablar sobre “dar un golpe de timón” en esta materia. ¿Cómo se logra esto?
-La seguridad es 80% pienso, 20% músculo. Creo que hoy necesitamos personas con credenciales al frente de la seguridad y no veo en los demás partidos esas credenciales. El FA tuvo 15 años de gobierno y nos dejó la peor seguridad de la historia del Uruguay y hoy se ha quedado sin interlocutores. Si yo quisiera discutir sobre seguridad pública con alguien del FA, no tengo con quién. Gustavo Leal no existe más desde el caso Astesiano y no ha habido nadie que lo suplante, ha querido aparecer Charles Carrera, pero el propio FA lo rechaza, en virtud de que es la cara del fracaso en materia de seguridad. Incluso dentro del Partido Nacional (PN) no veo personas con especiales credenciales en materia de seguridad, pero sí personas que han pasado por cargos, que no es la misma cosa. En el PC hay personas de diferente perfil, especialmente dedicadas a esto, desde antes de dedicarse a la política. Está Zubía con 40 años de fiscal y mucha experiencia, con una comunicación simbólica que irradia firmeza y un Diego Sanjurjo que trabaja este tema con un perfil más académico, con mucho para aportar. Yo estoy en el medio de ellos dos a la hora de pararme en este tema. Hoy el PC tiene las mayores credenciales y personas para liderar la seguridad pública de los próximos cinco años.
-¿Militares sí o militares no?
-En principio no. Yo creo que hoy la Guardia Republicana cumple ese rol.
-¿En principio?
-Ahora te digo que no, salvo que mañana tengamos un estado de guerra y que esto sea El Salvador, veremos. Pero hoy no.
-¿Y por su alianza con Zubía, teniendo en cuenta que tienen visiones contrapuestas sobre el tema, como es el caso de los militares?
-Con Zubía es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Ambos pensamos en el futuro del partido, con una renovación que nos permita proyectar a futuro; tener un programa común de seguridad, que enfatice en los aspectos en los que estamos de acuerdo y, en tercer lugar, lograr un tercer gobierno de coalición, porque si no logramos eso, toda esta discusión no tiene sentido. Es evidente que es más importante lo que nos une que lo que nos separa, y que juntos logramos una presencia potente en materia de seguridad pública para marcar agenda al respecto.
-¿Y cómo se articula su visión con la de Sanjurjo y Zubía?
-El PC del futuro es un partido plural con todos. Acá no sobra nadie. A este partido le ha ido bien cuando ha logrado articular las diferencias. Tenemos a Sanjurjo que ha hecho una buena tarea en lo que es la prevención del delito y a Zubía que ha hablado mucho de la represión. Esto es algo muy compatible, y creo que el liderazgo lo definirá quien logre armonizar visiones distintas.
-Si gana la interna, ¿cómo se ve dialogando con sus compañeros de partido? Porque ha sido objeto de mucho “fuego amigo”.
-En ese esfuerzo estoy. Yo no he contestado un solo comentario y creo que esa es la primera piedra para el camino de la unidad y el entendimiento. Creo que quien aspire a ser el nuevo líder del PC, tiene que ser el primer promotor de la unidad. El PC del futuro es el de la unidad, no el de los clubes del odio. El 1º de julio nos tiene que encontrar a todos juntos y de manera creíble. Porque esto lo hemos visto en muchas internas del PN, que se dan como quien lava y no tuerce, y cuando se abrazan después de las internas no es creíble. Yo no puedo controlar lo que hacen los demás, pero sí puedo controlar lo que hago yo, y yo voy a trabajar por la unidad, sin perjuicio de que el resto no lo haga. El camino para que el partido crezca es la unidad, por eso yo siempre digo que esto es con todos y que acá no sobra nadie. Y debemos entender que el objetivo central es cumplir nuestro rol de ser llave para que la coalición siga gobernando, porque lo opuesto es trabajar para que el FA vuelva a ser gobierno, y yo no quiero eso.
-Llamó la atención que integrara a su equipo a Elsa Capillera, siendo que proviene de Cabildo Abierto, un partido con una ideología muy distinta a la del PC.
-Crecer es lo que el PC necesita. Crecer para afuera y traer a personas que han estado y han votado en otros partidos.
-¿Crecer implica traer gente con ideales tan distintos?
-Crecer implica abrir las puertas para que la gente venga, porque tienen que venir dirigentes y votantes de otros partidos.
-¿Y cómo se articula ese contrapunto?
-Es más lo que nos une que lo que nos separa. Elsa tiene un perfil de vida enteramente batllista y pocas personas que yo conozco representan un emblema de batllismo como Elsa Capillera.
“Acá no hay capitales ilícitos como el narcotráfico financiando políticos”
-¿Qué postura tiene sobre el financiamiento de la política?
-Soy pro de que tengamos una buena ley de financiamiento de partidos políticos, como todo el sistema. La diferencia es que no he tenido un espacio parlamentario para promoverlo. Estoy firmemente convencido de que Uruguay no tiene los problemas en este apartado que tienen otros países. Acá no hay capitales ilícitos como el narcotráfico financiando políticos. Hoy Uruguay no tiene ese lío, pero me parece bueno que se prepare para algo que puede ocurrir en el futuro.
-¿Usted cómo financia su campaña?
-Como todo el mundo. Yo puse algo de arranque, después tuve amigos que me ayudaron y también tratando conseguir colaboración de personas que me puedan ayudar. Lo que nos diferenció en esta campaña es que gastamos distinto. Yo soy un convencido de que el manual de campaña para las internas que se usa hoy tiene, por lo menos, 25 años de antigüedad. Nosotros centramos el 100% de nuestra inversión en publicidad para contar quiénes somos, qué creemos, qué soñamos y a qué venimos.