Botana: “Veo al Partido Nacional sólido y con una propuesta clara de continuidad del gobierno”

EN LA CORTE

Sergio Botana, senador del Partido Nacional

Botana cree que el próximo período será particular, porque se votarán “pocas y buenas” leyes, que van a durar 100 años. Así lo explicó en entrevista con CRÓNICAS el senador del Partido Nacional (PN), sobre lo que además agregó que hay una “sobreproducción de leyecitas” y, al respecto, destacó que la ley de género y las ideologías de género respondieron a una “moda” y a un “designio ideológico”. A su vez, al ser consultado sobre el rol que tendrá su partido en un gobierno del Frente Amplio (FA), dijo que el PN debe “ayudar a construir el país” y evitar la tentación del “desvío permanente”.

Por Mateo Castells | @teocastells


Menú: De la extensa carta de La Corte, el entrevistado eligió salmón salvaje de Alaska con guacamole, acompañado de ensalada. De postre, optó por crumble de manzana.


-¿Cómo ve al PN de cara al balotaje?

-Veo al PN sólido, con una propuesta clara de continuidad del actual gobierno y con objetivos bien determinados. La baja del costo de la producción, para que pueda haber trabajo en el país y para hacer de Uruguay un país competitivo, y que genere producción y trabajo, es algo importante que se propone. Por otro lado, también se propone la baja del costo de vida, que es el único medio que tenemos para que alcance el sueldo y la jubilación.

-Se ha apuntado a mostrarse desde el PN, principalmente a través de su candidato, con una postura dialoguista, visto que el FA obtuvo mayorías en el Senado. ¿Qué sustenta esta postura?

-El propio perfil del candidato. Delgado es un hombre de diálogo. Durante este gobierno nos sorprendió con su capacidad de dialogar con quienes a veces el gobierno no se llevaba tan bien, como actores de la oposición y del propio gobierno. Desde ese punto de vista, ha sido un hombre que siempre tuvo ese perfil. Yo lo conozco desde muy joven y siempre fue igual. Fue dialoguista en la etapa de la juventud, cuando le tocó ser secretario, y también lo fue cuando le tocó ser oposición y tuvo buena relación con el gobierno.

-¿Y el PN hoy tiene esa actitud?

-Sí. Todo el que quiera construir debe tener actitud de diálogo. La negativa queda reservada a los que buscan la destrucción.

-Que Graciela Bianchi trate de «miserable» a Mujica o que el senador Da Silva comparta una foto en sus redes que dice que van a gobernar una patria «sin izquierda», son actitudes que no parecen ir en esa línea…

-Siempre hay algún matiz dentro de lo que es una actitud política general. Pero cada vez que he visto a Da Silva o Bianchi tener que dialogar, lo han hecho y han buscado soluciones. En ese sentido, también son gente con esa misma actitud, tal vez a veces más quisquillosos.

-En un eventual gobierno de Álvaro Delgado, ¿cómo imagina la gobernabilidad, teniendo en cuenta que el FA tiene mayoría en el Senado?

-Me lo imagino sin problemas. Ya tenemos presupuesto, Lacalle Pou tuvo la sabiduría de votar las reformas imprescindibles, como la Ley de Urgente Consideración (LUC), la reforma fiscal, los medios para financiar la obra pública, la reforma educativa y la de seguridad social. Ahora tendremos un tiempo de estabilidad y, si tuviéramos que hacer algunos símiles, serían dos. El mejor período de Estados Unidos fue con Clinton y no tuvo mayoría parlamentaria, y otro ejemplo es el caso de Lula en Brasil. Seguramente en este período asistamos a un lindo fenómeno, porque se crearán leyes que van a durar 100 años, porque van a ser leyes discutidas en profundidad, con todos los avisos y donde nadie va a poder imponer su posición, por lo que nadie va a caer en la tentación del camino fácil y la tentación que brinda la mayoría circunstancial. Van a ser leyes con sabiduría y con amplísimo sustento político, y van a durar muchas décadas. 

-También dijo, en entrevista con La Diaria, que en el próximo período no se van a votar muchas leyes. ¿A qué se refiere?

-A que se van a votar pocas y buenas leyes. Y el país va a disfrutar de un período de estabilidad política y jurídica, donde el diálogo será la mejor herramienta. La confrontación le va a ceder su lugar al diálogo, porque será una necesidad para resolver.

-¿Y no cree que es malo para el país que se voten pocas leyes?

-Yo pienso que no. Las leyes se miden por su calidad y no por su cantidad. Yo creo que hay una sobreproducción de “leyecitas” y me gustaría una buena producción de pocas, pero muy buenas leyes.

-¿Cuáles fueron las “leyecitas” que usted menciona en el período actual?

-Fueron “leyecitas” todas aquellas en las que caímos en la tentación de aprovechar nuestra mayoría circunstancial o todas las que, en el período del FA, aprovecharon sus mayorías circunstanciales. Por ejemplo, la ley de género, leyes de corte ideológico para una circunstancia, que en cuanto pase la moda se termina su vigencia, y se genera una altísima resistencia y rechazo hacia ese tipo de orientaciones. Y ese tipo de cosas son las que no nos van a pasar en el próximo período. 

-¿La ley de género es una moda?

-Las leyes de género respondieron a una moda y a un designio ideológico y ya tienen más oposición que acuerdo y desaparecerán primero en su práctica y después en la propia forma.

-En caso de que el FA sea gobierno, ¿qué postura tendrán el PN y la coalición?

-En el caso de que haya gobierno del FA, el PN debe ayudar a construir el país y debe controlar la tentación al desvío permanente que tienen los partidos totalitarios. La gente de mentalidad totalitaria tiende al abuso del poder y al desvío. 

-¿Hay posturas y propuestas del FA que en su rol de senador apoyaría?

-No tendría problema en apoyar cosas del FA si creo que son buenas para el país. Yo lideré el proceso para apoyar la ley de municipios, pero no apoyaría una vuelta de la bancarización obligatoria, no apoyaría que la patota pueda impedir la circulación del ciudadano, no apoyaría que se derogue el derecho al trabajo, que hoy es paralelo al derecho de huelga. Tampoco apoyaría la quita del respaldo a la policía, no apoyaría la desprisionalización y ningún tipo de medida que no les diera una mano a los viejos en este país. Por otro lado, el FA no ha hecho propuestas, salvo la desprisionalización. En el resto de los ítems, lo que ha planteado son temas para conversar y llegar a acuerdos nacionales, pero no ha planteado soluciones. Lo que le hemos sacado con tirabuzón, es que propone no ayudar a los viejos, como dijo Oddone, y nacionalizar los ahorros, que quiere decir que el Estado se quede con el ahorro de los trabajadores, que son propuestas concretas que está trayendo el FA.

-El FA en primera vuelta tuvo la mayor cantidad de votos en departamentos históricamente blancos, como Tacuarembó y Durazno. Además, visto lo acontecido en 2019 en el departamento de Salto, por ejemplo, que si los partidos de coalición iban con un candidato único ganaban esa Intendencia, ¿cómo cree que debe actuar y organizarse la Coalición Republicana de cara a las departamentales de mayo?

-El FA fue la minoría mayor en 17 de 19 departamentos. Solamente tuvo mayoría en Canelones y Montevideo. Los partidos de la coalición se dividieron un poco más los votos, hubo crecimiento del Partido Colorado (PC) en algunos departamentos y alguna baja de PN, pero de cualquier manera la coalición sumó más que el FA. Eso va a ayudar al resultado del balotaje y no va a incidir sobre los resultados de mayo, porque la racionalidad de la gente es otra. No es que sean votantes del FA que pasan a votar al PN o viceversa. La decisión del ciudadano es, en un caso y en otro, elegir el gobierno que le parece para instancias que son diferentes, que la Constitución hizo distintas y que los ciudadanos interpretaron más rápido que los partidos políticos. De cualquier modo, yo creo que la coalición debe dar el paso de votar en un mismo lema pensando en 2030. No puede ser que, siendo mayoría en los votos, seamos minoría en una de las cámaras, que eso, al final, termina atentando contra la representación sagrada de los ciudadanos.

-Un único lema no significa lo mismo que un único partido y mucho menos las mismas ideologías…

-Sería un mismo lema, con partidos distintos adentro. La coalición de izquierda en el FA ya nos enseñó que pueden convivir perfectamente los comunistas sin dejar de ser comunistas, con los demócratas cristianos, sin que estos pierdan su naturaleza. Esas bases de acuerdos priman y son las que tiene incorporado en su comportamiento político el propio ciudadano, que es el que nos mandata. El ciudadano ve más en blanco y negro las cosas y su decisión es mucho más gruesa, y su mandato responde a estas cuestiones y no a unas finas disquisiciones. Hay que crear el Partido de la Libertad.

-¿Ve realmente viable articular al PC y al PN bajo un mismo lema, siendo que son los dos partidos históricos del país y con los antecedentes que los enfrentan?

-Si los comunistas y los demócratas cristianos, que tienen filosofías distintas y valores políticos diferentes, se pueden entender, ¿cómo no nos vamos a entender dos partidos republicanos?

-¿Y con Cabildo Abierto (CA)?

-Los militares que lideran CA son republicanos. 

-¿Es viable acordar a ese nivel con CA, teniendo en cuenta la oposición y miradas opuestas en temas trascendentes para este gobierno y que fue, como muchos dijeron, el socio díscolo de la coalición?

-No creo que CA haya sido el socio díscolo de la coalición. CA, al igual que todos los partidos de la coalición, manifestó sus puntos de vista con libertad, de manera abierta, pública y siempre con la disposición de participar de una construcción colectiva de los distintos partidos. Cada uno tuvo la libertad de manifestarse y todos tuvimos la obligación de llegar a las soluciones, que fue lo que hicimos. La coalición concretó lo que el FA no pudo concretar, como la reforma de seguridad social, la de educación y las reformas de la LUC, entre otros temas.


“Nos excedimos un poco en mantener altas tasas de interés”

-¿Cómo evalúa la gestión de Diego Labat, quien será ministro de Economía si gobierna Delgado, al frente del Banco Central?

-Diego Labat hizo una excelente gestión, cumplió con el principal cometido, que era el mantenimiento de la estabilidad, y logró controlar la inflación en un momento casi imposible de hacerlo. En un contexto donde Estados Unidos se complicó, llegando a casi dos dígitos de inflación, que Uruguay haya logrado sacarse ese peso de encima, es un mérito impresionante. Por supuesto que con Labat y Washington Ribeiro tuve algunos matices durante la gestión, me parece que tuvimos excesos en los aranceles que los bancos le cobran al comercio y creo que incide de forma negativa sobre los costos empresariales y sobre los costos generales de la economía, y también me pareció que pudo haber sido un poco excesivo el tiempo que mantuvimos tasas altas para controlar la inflación, porque creo que la inflación fue heredada y, por lo tanto, pienso que nos excedimos un poco en mantener altas tasas de interés como tasa de referencia.