Fitzgerald Cantero, director nacional de Energía
Los contratos PPA firmados por los gobiernos anteriores en el marco de la transformación de la matriz energética, hacen que hoy UTE deba pagar energía producida por generadores privados, aunque no la utilice. Sin embargo, según planteó el jerarca, “esta es una situación que se heredó y hay que administrarla”, por lo cual se debe “mirar para adelante y ver cómo mejorar el uso de los excedentes”. Por otra parte, se refirió a la importancia de que la empresa pública entre en competencia, y destacó las condiciones que tiene el país para desarrollar la generación de hidrógeno verde.
El menú En la cava de Panini’s, Cantero degustó una entrada de jamón crudo, queso parmesano madurado, higos secos turcos, berenjenas asadas y aceitunas marinadas, y de segundo plato optó por salmón grillé en salsa holandesa al limón, y espárragos, con mouse de arvejas y remolacha rellena de queso azul. Acompañó el menú con agua mineral. Para extender la sobremesa, prefirió café.
Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo
–En entrevista con CRÓNICAS, el director de UTE por Cabildo Abierto, Enrique Pées Boz, dijo que Uruguay tiene las tarifas eléctricas más caras de la región, producto de las millonarias pérdidas de la empresa pública, que debe pagarles a los generadores privados por toda la energía producida, aunque no la utilice, según los contratos PPA firmados en las anteriores administraciones en el marco del cambio de la matriz energética. ¿Cuál es su lectura al respecto?
-Yo también me he manifestado en ese sentido. En el acuerdo multipartidario de 2010 se habló de la visión hacia las renovables y se estableció tener entre 300 y 500 megavatios de potencia instalada, pero terminó siendo el triple. Todos estábamos de acuerdo en la visión, pero en la forma, empezaron las diferencias. Hay una serie de contratos y a nadie se le ocurre no cumplirlos.
Yo quisiera tener la certeza de que el tema de los contratos impacta en el 100% de esa comparación, es decir, cuando hacemos una afirmación de ese tipo, “somos el país que tiene la energía más cara por tal razón”, habría que ahondar un poco más.
-¿Por qué lo dice?
-Porque quizás esa sea la razón de mayor peso, pero también hay otras que tienen que ver con el mantenimiento de las redes, con el funcionamiento. Seguramente los contratos pesan, ahora, ¿qué vamos a hacer, seguir quejándonos de algo que está dado, o llevar adelante alguna política que nos permita utilizar cada vez más esa energía que ya estamos pagando? El costo tecnológico de generación ha venido bajando mucho, y eso agrava la situación. Debemos hacer que ese mercado funcione mejor, porque en definitiva va a ser un beneficio para el cliente.
-¿Cree que la competencia va a favorecer a UTE?
-Sí. Yo creo que la competencia sirve siempre y que a las empresas públicas las queremos eficientes, firmes y compitiendo, para que sea en beneficio del usuario y no para seguir poniéndole la mano en el bolsillo.
Esta es una situación que se heredó y hay que administrarla, pero debemos mirar para adelante y ver cómo mejorar el uso de los excedentes. La apuesta que estamos haciendo por la movilidad eléctrica tiene una cantidad de objetivos que tienen que ver con esto.
-Por otro lado, Pées Boz dijo que, al tener las tarifas más caras de la región, UTE corre el riesgo de que se le vayan los grandes consumidores y comiencen a comprarles la energía a los generadores privados. ¿Qué puede pasar en ese caso?
-UTE tiene que —y me consta que lo está haciendo— generar opciones que sean atractivas para que esa gente no se le vaya. Lo mismo pasó con la telefonía celular.
-Pero, ¿el hecho de que tenga tarifas tan caras no dificulta que pueda competir en mejores condiciones?
-Puede complicar, quizás sí, pero el tema es que es una situación dada, o sea, yo sé que con esto me tengo que manejar. Porque, del otro sentido, ¿qué se propone, que no haya competencia hasta que UTE termine estos contratos, dentro de 10 a 20 años? ¿Le seguimos cargando al bolsillo de la gente el precio hasta que terminemos estos contratos y después abrimos y vemos?
-Lo que plantea el director cabildante es que el hecho de que estos grandes consumidores se le vayan a UTE implicaría un aumento de las tarifas que él cuantifica en más de un 10% en términos reales.
-Yo no tengo esos números, tendría que ver esos informes. Lo que digo es que UTE tiene que adaptarse, prepararse para brindar cada vez más y mejores servicios de calidad, y competir en precios con los generadores privados. Porque además hay otra realidad: los grandes consumidores son industrias que generan puestos de trabajo, entonces, cuando se dice que se les está dando beneficios o que UTE está buscando mejorarles los contratos para que no se vayan, no se dice que atrás de esas empresas hay 50, 100 o 200 familias que dependen de ese trabajo. Por lo tanto, no brindar costos energéticos competitivos con la región puede hacer que tengamos complicaciones con esas fuentes laborales.
-¿Esos puestos de trabajo están en riesgo hoy?
-Esas grandes empresas tienen costos energéticos más baratos en la región, están asentadas aquí por diferentes razones, pero esto les pesa mucho. Entonces, si nosotros no buscamos soluciones para que puedan tener una mejor competitividad, pueden llegar a cerrar su planta aquí y dedicarse a importar, y esas fuentes de trabajo se perderían. Eso también hay que considerarlo.
-¿Cómo evalúa la apuesta del gobierno por el desarrollo del hidrógeno verde?
-Ese es un ejemplo de algo que se puede hacer desde el punto de vista de la utilización de excedentes para determinados proyectos. Después, hay otros emprendimientos de hidrógeno verde que requieren muchísima más generación y, por ende, la renovabilidad que tenemos no es suficiente. Es un camino. Hoy el mundo está hablando de esto. Con la pandemia y con la situación de Ucrania, el tema se aceleró y no hay foro internacional donde nos inviten en el que no nos pregunten sobre eso.
Nosotros hemos hecho un estudio de prefactibilidad, un análisis, construimos una hoja de ruta donde vimos cuáles pueden ser las potencialidades que tiene el país, y las conclusiones fueron buenas, en el sentido de que Uruguay tiene condiciones para poder desarrollarlo. Eso es una ventaja y vamos a subirnos a ese tren, que recién está calentando los motores a nivel mundial.
-Un planteo de Pées Boz fue que este gobierno no debe caer en la misma situación de Gas Sayago, es decir, ponerse a invertir en hidrógeno verde antes de confirmar que haya un mercado asegurado o un contrato firmado.
-¿Qué es lo que necesitamos para poder desarrollar esto? Conocimiento, capacitación, y ver de qué manera podemos sacarle el mayor potencial al tema como país. Para eso hay que hacer una inversión. La curva de aprendizaje es costosa y va a necesitar algunos recursos. Estamos buscando poner lo mínimo, y en el plan piloto que estamos desarrollando se destinan 10 millones de dólares en 10 años —entre el MIEM, la ANII y el LATU— para llevar adelante una asociación con privados que van a poner otro tanto o más. Hasta el momento se han presentado nueve empresas. Ahora, la comparación con Gas Sayago… estamos hablando de que ahí se perdieron más de 250 millones de dólares.
-Él dijo que no invertiría ni un solo dólar del Estado en hidrógeno verde hasta que no haya un mercado asegurado.
-Pero, ¿cómo asegurás un mercado si no tenés la capacidad, la gente entrenada, la posibilidad de ver si testeaste la tecnología, si lo podés producir? ¿Cómo te ganás el mercado? “Mire, yo no tengo nada, usted cómpreme y en ese caso yo me pongo a producir”. Hay que dar determinados pasos. Yo tampoco quiero gastar un dólar del Estado, pero hay ciertas cosas en las que hay que avanzar.
-¿Qué beneficios traería esto al país, además de la posibilidad de utilizar los excedentes?
-El beneficio es tener un sector de exportación que hoy no tenemos y que le dejará divisas al país, más allá de la mano de obra que generen los emprendimientos. De hecho, Diego O’Neill, el presidente de la Cámara de la Construcción, dijo a CRÓNICAS que el hidrógeno verde es una oportunidad muy grande para el sector. Entonces, en función de esto se va a demandar más mano de obra.
-¿Es correcto pensar que, si la segunda generación del cambio de matriz energética avanza, eso va a redundar en una baja de las tarifas?
-Nosotros siempre tenemos eso como norte, o sea, el objetivo tiene que ser reducir costos, volverse más eficiente, más competitivo, como en todo emprendimiento, para que las empresas se queden en el país y le sigan dando trabajo a nuestra gente. También, el país compite por mercados, por menores aranceles, entonces, es fundamental volvernos cada vez más competitivos. ¿De qué manera? Incluyendo la eficiencia, avances tecnológicos que mejoren el proceso industrial, y eso tiene que traducirse en una rebaja de las tarifas.
Recorridas por el interior del país
-Sus tareas en la Dirección Nacional de Energía lo han llevado a recorrer el país. ¿Con qué se ha encontrado en el interior?
-Me he encontrado, en primer lugar, con agradecimiento. Nos hemos fijado ser un Ministerio para todo el país, y que esas cosas que pensamos y analizamos desde Montevideo se vean reflejadas en todo el territorio. Hay gente que nos dice: “Yo nunca pensé que el Ministerio de Industria iba a venir a mi pueblo con una política pública a transformar una realidad, aunque sea pequeña, pero que le cambia la vida al vecino”. Me pasó en Casupá que se acercó una policía y me dijo: “Yo le agradezco mucho, porque usted no sabe lo que significan estas luces para nuestro trabajo, cómo nos facilitan la tarea”.
En segundo lugar, es algo que a mí me gusta mucho, porque está muy bueno diseñar políticas, trabajar con los técnicos y nutrirse de las experiencias internacionales, pero es fundamental salir del escritorio y recorrer, y eso es parte de las claves de la gestión, escuchar a la gente y ver cómo podemos encontrar mejoras.
Los errores del pasado y la interna colorada
-¿Qué objetivos tiene para 2024?
-Yo tengo dos agrupaciones nacionales. Sin duda que el despliegue territorial y la posibilidad de acompañar a los diversos dirigentes, permite estar en conversación, y es bueno poder ir pensando en formatos competitivos para octubre de 2024. Tenemos que armar corrientes nacionales donde podamos apoyarnos de unos departamentos a otros, pero con una lógica de hacer un trabajo muy fuerte en Montevideo, donde hay mucho para crecer.
La obsesión de recuperar Montevideo también tiene que estar. No puede ser lo que nos ha pasado varias elecciones atrás, que pocos días antes de que venza el plazo para presentar candidaturas a la IM en la Corte Electoral, nos juntamos a ver quién puede, quién no, qué alianza hacemos, cómo nos presentamos; eso no nos puede pasar.
-¿Cómo ve la interna del Partido Colorado? ¿Le preocupa la falta de liderazgos?
-Liderazgos tenemos, principalmente, de la Secretaría General, de Julio María Sanguinetti, que es un respaldo y una tranquilidad para todos, incluso para los que no están en Batllistas.
Lo que no tenemos hoy son candidatos, pero sería muy contraproducente tenerlos ahora, porque a dos años y pico de la elección, esa persona sufriría un proceso de desgaste tan brutal que llegaría muy mal a esa instancia. Además, una encuesta a mitad de período es la nada, entonces, en vez de estar tan pendiente de eso, tenemos que mirar qué estamos haciendo para poder llegar en mejores condiciones a 2024. La elección de jóvenes de noviembre va a ser un buen mojón para tener la excusa de salir a recorrer el país, conversar con los muchachos, escucharlos y ayudarlos.