Pese a que aún restan aspectos por mirar y herramientas que brindar, según su consideración, Carmen Sánchez cree que en Uruguay se ha consolidado un ecosistema de apoyo a emprendimientos “interesante”. En entrevista con CRÓNICAS, la presidenta de ANDE resaltó que se necesita fortalecer todo lo relacionado con el acceso al financiamiento de nuevos emprendimientos y enfatizó en que es importante que los jóvenes no vean el salir a trabajar de manera dependiente como única opción, sino que también evalúen las posibilidades de tener su propio emprendimiento.
-Teniendo en cuenta el contexto actual y lo realizado en estos años, ¿cree que el panorama es favorable para las mipymes?
-Se ha avanzado mucho en cuanto a políticas públicas dedicadas a las mipymes. Creo, de igual forma, que no es suficiente considerando todo lo que se puede seguir haciendo. Las mipymes tienen grandes debilidades estructurales, estamos arriba de 200.000 mipymes en estos momentos y poder cubrir las necesidades de todas implica una demanda muy alta en cuanto a presupuesto, instrumentos y atención. En este período de gobierno, los dos primeros años estuvimos dedicados a atacar aspectos coyunturales y recién en 2022 comenzamos a trabajar en los aspectos estructurales. Si bien hemos hecho mucho, todavía quedan cosas para mejorar.
-¿Cuáles cree que son las principales debilidades estructurales?
-La principal debilidad que tienen las mipymes hoy es la brecha de productividad muy alta que tienen. Si se mira la serie histórica, y relevamos el aporte que hace este segmento en cuanto a la cantidad de empleo, es muy alto el aporte. Nosotros tenemos pequeñas y medianas empresas que representan el 99% del total de empresas del país y que generan el 65% de la mano de obra total del sector privado, pero que solo representan el 23% de las ventas. Ahí hay una brecha de productividad muy grande. Emplean mucha gente, pero logran producir y vender poco. El aporte que hacen al Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país está por debajo del aporte que hacen en los países más desarrollados de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Entonces, es en este apartado donde debemos trabajar para atender la productividad de estas empresas y pensar cómo hacer para que puedan ser más productivas y, por lo tanto, más competitivas. También, las cifras de exportaciones de las mipymes son muy bajas y el porcentaje de empresas que logran exportar es muy pequeño en comparación a todas las pymes que hay en el país. En definitiva, la productividad y la falta de competitividad son los problemas principales del segmento.
-Tomando esto que menciona como referencia, ¿cómo influye el contexto económico actual y la política monetaria llevada adelante por el Banco Central?
-Las mipymes no son ajenas a lo que sucede en el país. Es claro que ha habido un período de aceptación negativa por todo lo que ha pasado en la frontera, donde las empresas han sufrido, producto de la diferencia cambiaria con Argentina. Tuvimos incrementos para poder apoyar a las empresas durante esta situación, realizamos campañas para incentivar el consumo local y también hubo políticas de parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en cuanto a reducción de impuestos.
-El emprendedurismo es un tema que está en la agenda de varios precandidatos a la presidencia. ¿Qué falta discutir e implementar pensando en los próximos cinco años?
-La tasa de actividad emprendedora ha aumentado en los últimos años. Si bien actualmente tiene una estabilidad respecto de los números de 2022, si se mira históricamente, el aumento es claro, lo que quiere decir que hay más personas en Uruguay que se animan a emprender, principalmente en el interior, lo que responde a muchas políticas descentralizadas que se han realizado desde la agencia y desde todo el gobierno para facilitar programas e instrumentos al interior del país. Se ha consolidado un ecosistema de apoyo a emprendimientos interesante. Hay más de 100 instituciones que trabajan en el apoyo a los emprendimientos y desde ANDE se coordina la red Uruguay Emprendedor, que es la que nuclea a esas instituciones. El apoyo respecto a instrumentos de asesoramiento y capacitación está, siempre pueden existir algunas mejoras, pero lo principal existe y hay que aprovecharlo.
Lo que se necesita es fortalecer todo lo relacionado con el acceso al financiamiento de los nuevos emprendimientos. En ANDE tenemos un programa de capital semilla, que es histórico, porque desde que se creó la agencia funciona muy bien. Se trata de montos no reembolsables para aquellos emprendedores que recién están empezando, que es parte de los sistemas que primordialmente hay que reforzar. Recientemente se lanzó y empezará a fines de mayo, la primera plataforma de crowdfunding en Uruguay, lo que es un hito para el ecosistema emprendedor. Tal vez este sea el apartado que se debe mejorar y reforzar. Debemos pensar nuevos instrumentos financieros y mirar lo que se ha realizado en otros países que en Uruguay aún no se haya implementado.
-¿Cómo valora el desempeño de la Ley 19.820, que fomenta el emprendedurismo? ¿Considera necesario ajustarla?
-La ley fue aprobada en 2019 y fue la que posibilitó la plataforma de crowdfunding y la que establece el funcionamiento de las sociedades por acciones simplificadas, que ha tenido mucho éxito. Está en tratamiento en el Parlamento una nueva ley de promoción del emprendimiento, lo cual vemos con buenos ojos y está muy bien todo lo que apunte a promover el sector. Pero debemos pensar en qué más tenemos que hacer en cuanto a la promoción de emprendimientos. La cultura emprendedora también es importante, se relaciona a cómo sensibilizamos la figura de emprender en los jóvenes que estudian en liceos y universidades. Es importante que los jóvenes no vean el salir a trabajar de manera dependiente como única opción, es fundamental que también piensen en tener su propio emprendimiento. Con la reforma educativa se introdujo la materia emprendedurismo a partir de cuarto año de liceo, que para el sistema emprendedor ha sido una ganancia muy importante. Recientemente firmamos un convenio con UTU para empezar a capacitar docentes y estudiantes en todo lo que tiene que ver con emprender y también venimos trabajando con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para capacitar docentes en todos los temas referidos al emprendedurismo. Falta reforzar estos temas en la currícula educativa, pese a que ya se hicieron avances.
-¿Cómo se observa y analiza la evolución que ha tenido la brecha cambiaria con Argentina?
-Lo que nos dicen las empresas es que la situación se ha revertido y estamos en un momento donde no es tan favorable cruzar a Argentina para hacer compras y surtidos como pasaba antes. La situación está mejor y resta ver cómo evoluciona. Siempre los departamentos de frontera sufren los vaivenes de lo que pasa en los países vecinos. Lo importante es pensar y reconocer que el Estado y el Poder Ejecutivo, cuando las empresas lo necesitaron, brindaron un apoyo específico para esta situación negativa que se vivía.
-ANDE trabajará nuevamente con la Cámara de Industrias en la Ronda de Negocios. ¿Cómo evalúa lo trabajado junto a la gremial? ¿Es algo a incentivar el trabajo junto a cámaras y sectores empresariales?
-Desde que asumimos y nos planteamos como desafío descentralizar la agencia y trabajar en todo el país, hemos llevado adelante el programa de Centros Pymes en Territorio, que justamente busca abrir centros de atención a empresas y emprendedores en todo el país. La mayoría de estos centros están hechos en conjunto con gremiales empresariales del interior del país, en su mayoría con centros comerciales o asociaciones empresariales, donde el aporte del sector privado no es menor y financia el 20% del presupuesto de este programa.
El 2023 fue un año de “consolidación”
-¿Qué reflexión realiza de los resultados de 2023 y los proyectos concretados?
-El 2023 fue un año de consolidación de muchos de los instrumentos de ANDE. Hemos abarcado a 18.000 empresas a través del programa Centros Pymes y llegamos a 300 localidades en el interior de cada uno de los departamentos, lo que para nosotros es un indicador sumamente importante. También consolidamos el programa de digitalización de ANDE, que es una herramienta ambiciosa que tenemos en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que apoya la digitalización de las empresas. El 2023 también fue un año de consolidación de esta herramienta, donde tuvimos actividades en todos los departamentos y también aumentó la cantidad de empresas que se presentaron a este programa y que están incorporando tecnología para digitalizar sus procesos.