Carmen Sánchez, presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo
En diálogo con CRÓNICAS, la presidenta de ANDE hizo alusión a los objetivos de la agencia para 2021. En este marco, se refirió a la creación de un Observatorio Mipyme en alianza con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), el Banco de Previsión Social (BPS) y la Dirección General Impositiva (DGI). Este instrumento permitirá conocer la evolución de las empresas del sector. “Son variables fundamentales para diseñar una política pública y hoy no las tenemos”, reflexionó Sánchez. Además, ANDE impulsará un potente programa de digitalización e instalará centros de atención a pymes en todo el país.
Por María Noel Durán | @MNoelDuran
– ¿Qué balance hace de este 2020 para ANDE?
– Fue un año de muchísimos desafíos por todo lo que implicaba, en primer lugar, asumir al frente de la agencia en un cambio de gobierno pero, sobre todo, por la pandemia que implicó planificar todo de vuelta y dejar en stand by muchos de los proyectos que teníamos para tratar de diseñar instrumentos y programas que pudieran ayudar a los emprendedores y a las empresas en la situación que estaban atravesando.
El balance fue positivo porque tuvimos muy buenos resultados con muchos de los instrumentos que lanzamos. Creo que las empresas han sido receptivas con los instrumentos que presentamos pero, sin dudas, fue un gran desafío para mí, en lo personal, pero también para toda la agencia en general de cambiar, ajustarse y adaptarse a la nueva realidad.
– ¿Cuáles fueron esos puntos que se tuvieron que dejar en pausa para trabajar en lo urgente?
– Fueron puntos que a esta altura ya estamos trabajando, pero en su momento cuando teníamos prevista la planificación estratégica no estábamos en momento de aplicarla. Hoy sí tenemos armada la planificación para el año próximo y los siguientes.
El tema de transformación digital y todo lo que tiene que ver con inclusión digital de las pymes es algo que nos hubiera gustado trabajar desde el comienzo y hoy estamos pensándolo ya para el 2021, pero claramente no fue en una primera instancia. Lo mismo con lo que tiene que ver con la internacionalización. Nos hubiera gustado trabajarlo más profundamente y recién sobre fin de año lanzamos un programa -Pyme al mundo- con la Unión de Exportadores, Uruguay XXI, ANIII y el BROU, y en esa línea van las acciones que se dilataron un poco en el tiempo.
– La pandemia impactó fuerte en el sector emprendedor. Según las últimas cifras, entre febrero y junio de 2020 la cantidad de mipymes se redujo en 7.000 unidades y entre junio y octubre aumentó en 3.700 no alcanzando los niveles prepandemia. ¿Cuál fue el impacto de las medidas que sí lograron la permanencia o reactivación de empresas? ¿Cuáles son los planes para ayudar a la reactivación de esas empresas que quedaron por el camino?
– Las medidas intentaron aportar liquidez a las empresas y evitar el corte de las cadenas de pagos, que hubiera tenido consecuencias; eso se logró porque no hubo grandes cortes en las cadenas de pagos de ningún sector. Las empresas hicieron uso de los instrumentos que planteamos de liquidez tanto a nivel de subsidios no reembolsables para los más pequeños como de créditos a tasa cero o créditos muy bonificados, lo mismo con el Sistema de Garantías (SiGa); los créditos se utilizaron y las empresas acudieron. También otros instrumentos no crediticios directamente como algunos programas de facilitación financiera, de oportunidades circulares, los cafés virtuales y webinars; todos fueron altamente demandados.
La campaña de Consumí Uruguayo que lanzamos desde las redes sociales de la agencia también tuvo un gran impacto. Yo creo que los instrumentos dieron respuesta. Sin duda queda mucho por trabajar, las cifras nos muestran que no lograron recuperarse, no llegamos a nivel de febrero de 2020, y sobre todo en nivel de empleo estamos muy debajo de las cifras pre-covid. El mayor desafío está en cómo poder ayudar a las empresas a que puedan aumentar la productividad pero, a su vez, incorporar más personal y generar más mano de obra.
– ¿Está en los planes hacer algún estudio relacionado con el mayor conocimiento de las realidades de las Mipymes más allá de lo que se muestra en la encuesta que realiza el Ministerio de Industria?
– Uno de los objetivos que nos planteamos este año y que tampoco pudimos comenzar desde el inicio de la gestión pero ahora sí estamos más avanzados es en crear un Observatorio Mipymes en el país justamente para poder recabar, primero, lo que son datos cuantitativos que surjan de registros administrativos. Hoy, cuando uno quiere saber cuántas empresas hay o cuántas personas están empleadas en mipymes se debe buscar en distintos lugares -de DGI y BPS-, es información que no es pública y aunque los organismos podemos llegar a esa información –anónima-, cuesta conseguirla.
En ese sentido, hemos estado iniciando contactos y llegamos a establecer convenios tanto con el INE como con el MTSS para tener registro del personal ocupado; en cuanto al registro de actividad de las empresas estamos avanzando con BPS y con DGI para tener esos convenios.
Esto nos va a permitir tener un observatorio que vea la realidad de las empresas: cuántas crecen, cuántas mueren, cuántos empleos se generan o no pero también queremos trabajar en poder medir otras variables más cualitativas, por eso es muy importante el acuerdo con el INE.
En ese sentido, nos interesa saber si las ventas aumentan o no, si se incrementan las exportaciones, hacia qué mercados, cuáles son las necesidades que tienen las empresas, si precisan financiación o capacitación, cuántas acceden a crédito bancario. Son variables fundamentales para diseñar una política pública y hoy no las tenemos.
– ¿El Observatorio se pondrá en marcha en 2021?
– Es un gran desafío pero esperamos en 2021 dejar instalado el Observatorio que nos ayude a monitorear la evolución de las pymes. Nuestra idea es que el año próximo esté, quizás no con todas las variables que nos gustaría, pero sí tener los datos demográficos: cuántas empresas nacen y mueren diferenciadas por sectores, por tamaño, por departamento y empleo; son cifras que hoy nos podemos comprometer a tenerlas y publicarlas en 2021.
Esto también fue una demanda que tuvimos en las recorridas que hicimos por diferentes departamentos y que lamentablemente tuvimos que cortar por el covid-19. Entendemos que la información es un recurso importante para los departamentos de todo el país.
Veremos de ir agregando variables más cualitativas en los años siguientes.
– La digitalización fue una consecuencia positiva en muchas compañías de mediano y gran porte e incluso para las públicas. ¿Es algo que también incorporaron las mipymes?
– En muchos casos se vieron obligadas a incorporarla. La pandemia logró en un mes lo que no se había logrado en años; las empresas tuvieron que contactarse con sus clientes de forma virtual, hacer publicidad por internet y de alguna manera pensar un modelo de negocio distinto al que venían llevando a cabo. De todos modos, estamos muy lejos.
Nosotros estamos trabajando en el diseño de un programa de transformación digital bien potente para los próximos años, en este caso en un acuerdo con el BID que aparte nos está apoyando muchísimo en todo lo que es la parte técnica y metodológica.
Las primeras cifras reveladas dicen que Uruguay está entre los primeros países de Latinoamérica en cuanto a infraestructura y acceso a internet de parte de las personas, porque casi todo el mundo tiene un celular con acceso a internet en Uruguay. Las empresas han demorado mucho en adoptar esa tecnología -estamos ubicados en el lugar 14 de América Latina en cuanto a la adopción de tecnología por parte de las empresas-.
Uruguay está en los primeros países de Latinoamérica en cuanto a infraestructura y el acceso a internet de parte de las personas pero en el lugar 14 en cuanto a la adopción de tecnología por parte de las empresas.
– Recientemente se lanzó el programa piloto Pyme al mundo. ¿Cree necesario hacer ajustes a nivel diplomático para lograr competitividad internacional a esta escala?
– Sabemos que no todas las empresas tienen potencial exportador y que no todos los productos y servicios son exportables, pero sí estamos seguros de que hay más empresas pyme que podrían llegar a exportar y apuntamos a que las que comiencen a hacerlo puedan mantenerlo en el tiempo. Consideramos que podemos trabajar con ellas para que eso pueda darse.
Creo que los ajustes a nivel de gobierno son parte del trabajo de Uruguay XXI y del Ministerio de Relaciones Exteriores. Nosotros tenemos que trabajar de forma complementaria para que, desde el punto de vista de la competitividad de la empresa, estén aptas para empezar a exportar. Desde nuestro lado vamos a estar apoyando y trabajando con las empresas.
Consumí uruguayo
La campaña comenzada a mitad de año por la Agencia Nacional de Desarrollo se relanzó en los últimos días del año para que los uruguayos lo tengan en cuenta a la hora de elegir los regalos típicos de las fiestas tradicionales. «Pensamos en un consumo consciente, que cuando hagan una compra piensen qué hay detrás de la misma, a quién estoy beneficiando con esa adquisición», señaló Sánchez y apuntó que con la compra a emprendimientos locales se está propiciando la generación de empleo, un mayor derrame en la economía, en el barrio y en la localidad.
«Hemos tenido un feedback bien importante», destacó la presidenta de ANDE. Artistas, deportistas y autoridades se sumaron a la campaña en redes sociales para darle aún más visibilidad a la iniciativa. «Están descubriendo productos de muy buena calidad y excelentes servicios que quizás antes pasaban desapercibidos», puntualizó Sánchez.
En despliegue
La llegada a todo el territorio nacional es otro de los grandes objetivos que Carmen Sánchez pretende liderar al frente del equipo de la Agencia Nacional de Desarrollo.
«Para el 2021 planeamos instalar centros de atención a pymes en todo el país», aseguró. Hoy en día, la agencia cuenta con seis centros de competitividad en cinco departamentos.
«Nosotros apostamos a repensar el instrumento para que haya un aterrizaje de las políticas públicas nacionales en cada ciudad y promocionar a los actores locales que trabajan en cada departamento, como es el caso de los centros comerciales que realizan un trabajo muy importante con las empresas de la localidad», reflexionó Sánchez.
El objetivo, en concreto, es tener un centro de atención a pymes en cada uno de los departamentos del país y que funcione como un catalizador de los programas de la ANDE pero también de los que otras instituciones públicas tienen para atender a las pymes.